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Plantar árboles sigue siendo la mejor estrategia para capturar carbono, pero debe hacerse con cautela
martes, marzo 18, 2025

Plantar árboles sigue siendo la mejor estrategia para capturar carbono, pero debe hacerse con cautela

Bosque frondoso con árboles verdes, representando la importancia de la reforestación en la captura de carbono.

Un nuevo estudio destaca que, a pesar de los avances tecnológicos, la reforestación sigue siendo la forma más efectiva y económica de eliminar CO₂ de la atmósfera. Sin embargo, elegir los árboles y ubicaciones adecuados es crucial para evitar consecuencias negativas.

En medio de la crisis climática global, los científicos continúan explorando estrategias para reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, principal impulsor del calentamiento global. Un estudio reciente publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) señala que plantar árboles sigue siendo la forma más efectiva de capturar carbono, superando incluso tecnologías emergentes como la captura directa de aire. No obstante, la investigación subraya que una mala planificación podría agravar el problema en lugar de solucionarlo.

Plantar árboles no siempre es la solución ideal

La reforestación se ha convertido en una prioridad para muchos gobiernos como estrategia para mitigar el cambio climático. Por ejemplo, el Reino Unido se ha comprometido a plantar 30 000 hectáreas de árboles cada año hasta 2050. Sin embargo, los investigadores advierten que la simple expansión de la cobertura forestal sin una planificación adecuada puede generar efectos contraproducentes.

Frankie Cho, investigador de la Universidad de Exeter y autora principal del estudio, enfatiza la importancia de seleccionar cuidadosamente qué especies de árboles se plantan y en qué lugares. “Si no lo hacemos correctamente, los árboles podrían morir, perder su capacidad de capturar carbono e incluso liberar carbono almacenado en el suelo, lo que agravaría el problema climático”, explicó.

El estudio menciona que en algunos casos, plantar árboles en suelos inadecuados puede provocar la liberación de carbono en lugar de su almacenamiento. Esto ya ha ocurrido en el Reino Unido, donde ciertas estrategias de reforestación han generado emisiones no previstas.

El reto de la planificación estratégica

Para evitar estos problemas, Cho insiste en que la calidad de la reforestación es tan importante como la cantidad. “Muchas veces, los esfuerzos de reforestación se presentan en términos de números: cuántos árboles se han plantado o cuántas hectáreas se han restaurado. Pero estos objetivos suelen ignorar la calidad de la plantación y su efectividad a largo plazo”, advierte.

El problema radica en que es difícil predecir el futuro climático y económico. “Los modelos climáticos presentan diferentes escenarios, lo que hace riesgoso apostar solo por una estrategia de reforestación”, explica Cho. Además, factores económicos como el valor de la tierra agrícola y los precios del carbono pueden cambiar con el tiempo, afectando la viabilidad de los proyectos de reforestación.

Por ejemplo, si el cambio climático se intensifica, los bosques de hoja ancha en el sur del Reino Unido pueden ser la mejor opción para capturar carbono. Sin embargo, esta zona también es valiosa para la agricultura, lo que plantea un dilema económico. En cambio, si el cambio climático es más moderado, plantar coníferas en tierras menos productivas podría ser una mejor alternativa, pero estas especies no crecerán bien si las condiciones se vuelven extremas.

Un enfoque basado en la diversificación

Ante estas incertidumbres, los investigadores sugieren aplicar un enfoque de “portafolio” en la reforestación, similar al que se usa en la inversión financiera para reducir riesgos. “En lugar de apostar por una sola estrategia, deberíamos diversificar las especies de árboles y las ubicaciones de plantación”, indica Cho.

Este enfoque minimiza el riesgo de tomar decisiones equivocadas y garantiza que los esfuerzos de reforestación sigan siendo efectivos bajo diferentes escenarios climáticos y económicos. De acuerdo con la investigación, si los formuladores de políticas adoptan esta estrategia, la reforestación se convertirá en una solución mucho más rentable para la eliminación de carbono en comparación con alternativas tecnológicas, como la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) o la captura directa de aire.

La reforestación sigue siendo la mejor opción, pero con matices

A pesar de los desafíos, el estudio concluye que plantar árboles sigue siendo la mejor forma de eliminar carbono de la atmósfera. “Hemos encontrado que la reforestación es la opción más rentable para reducir el CO₂, incluso considerando los riesgos, en comparación con otras tecnologías emergentes”, asegura Cho.

Esto se debe a que las soluciones tecnológicas aún no se han implementado a gran escala y requieren inversiones significativas. Además, los árboles ofrecen beneficios adicionales que otras tecnologías no pueden proporcionar, como la reducción del riesgo de inundaciones, la mejora de la biodiversidad y el aumento de la calidad del aire.

No obstante, Cho enfatiza que la reforestación no puede ser la única estrategia para abordar el cambio climático. “Nuestros hallazgos no significan que debamos depender exclusivamente de la plantación de árboles. Hay un límite en la cantidad de árboles que podemos plantar, y esta estrategia no reemplaza la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la transición a energías limpias y la reducción de la deforestación”.

El futuro de la reforestación: gestión a largo plazo

Para maximizar el impacto positivo de la reforestación, los expertos recomiendan invertir en modelos de predicción climática y en herramientas avanzadas de toma de decisiones. “Pero incluso con mejores modelos, siempre habrá incertidumbre”, advierte Cho. “Por eso, necesitamos desarrollar estrategias de gestión forestal que sean flexibles y puedan adaptarse a las condiciones cambiantes”.

Asimismo, los investigadores destacan la importancia de contar con expertos en silvicultura para garantizar que los proyectos de reforestación sean sostenibles a largo plazo. También instan a los gobiernos a asegurarse de que haya planes de financiamiento adecuados antes de comprometerse con grandes proyectos de plantación de árboles.

Finalmente, Cho señala que es fundamental mejorar los marcos regulatorios para garantizar que los proyectos de reforestación sean evaluados adecuadamente antes de su implementación. “Cada vez más proyectos de plantación de árboles están siendo financiados a través de mercados voluntarios de carbono y compensación por biodiversidad. Por ello, necesitamos normas más estrictas que aseguren que estas iniciativas sean realmente efectivas en la lucha contra el cambio climático”.

En conclusión, aunque la reforestación sigue siendo la estrategia más efectiva para eliminar carbono de la atmósfera, su éxito depende de una planificación cuidadosa y de la aplicación de estrategias que minimicen riesgos y maximicen beneficios.

Fuente: F.H.T. Cho,P. Aglonucci,I.J. Bateman,C.F. Lee,A. Lovett,M.C. Mancini,C. Rapti,& B.H. Day, Resilient tree-planting strategies for carbon dioxide removal under compounding climate and economic uncertainties, Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 122 (10) e2320961122, https://doi.org/10.1073/pnas.2320961122 (2025).

Fuente: University of Exeter. (s.f.). Tree planting is still the best way to remove carbon – despite climate and economic risks. Recuperado de https://news.exeter.ac.uk/faculty-of-environment-science-and-economy/tree-planting-is-still-the-best-way-to-remove-carbon-despite-climate-and-economic-risks/

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