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¿Qué tan bien leemos las emociones de los perros? Un estudio revela sorpresas
jueves, diciembre 12, 2024

¿Qué tan bien leemos las emociones de los perros? Un estudio revela sorpresas

¿Qué tan bien pueden las personas leer las emociones de un perro?

Los perros a menudo son llamados “el mejor amigo del hombre”, pero ¿qué tan bien entienden los humanos lo que sienten los perros? Una investigación reciente arroja luz sobre esta pregunta y muestra cómo las personas interpretan las emociones de los perros a través de sus señales faciales y corporales. Los hallazgos, publicados en Applied Animal Behaviour Science, revelan sorprendentes diferencias en cuán bien reconocemos las emociones de los perros basándonos en estos dos canales de expresión.  

Investigadores de las Universidades de Lincoln y Leipzig llevaron a cabo un experimento en línea con 447 participantes de entre 16 y 75 años. Utilizaron videos de perros que mostraban diferentes emociones, tanto emociones primarias como ira, alegría y miedo, como emociones secundarias, como frustración, ansiedad por separación y anticipación positiva (la expectativa de recibir una recompensa). Los participantes tuvieron que identificar las emociones basándose solo en expresiones faciales o en lenguaje corporal completo.

El objetivo de la investigación: no solo entender qué tan bien pueden las personas leer las emociones de los perros, sino también como factores como la experiencia previa con perros y el tipo de señales emocionales afectan nuestra comprensión.

Señales faciales versus corporales: ¿Cuál gana?

Los resultados mostraron que las personas, en general, son mejores interpretando las emociones de los perros a través de señales corporales que solo a través de expresiones faciales. Los participantes fueron más precisos en reconocer la alegría, el miedo, la tristeza y el dolor cuando podían ver todo el cuerpo del perro. Por otro lado, la ira y el asombro se reconocieron con mayor precisión a través de las expresiones faciales.

Un rabo que mueve la cola combinada con una postura relajada, por ejemplo, puede ser una clara señal de alegría, mientras que un cuerpo encogido y un rabo recogido pueden indicar miedo. Las expresiones faciales, aunque valiosas, a menudo llevaban a interpretaciones erróneas. Una cabeza temerosa a veces se confundía con alegría, lo que resalta lo sutiles o ambiguos que pueden ser estos signos.

El papel de la experiencia

Podría suponerse que tener un perro te convierte en un experto en descifrar las emociones de los perros. Sin embargo, la investigación mostró que la experiencia juega un papel más matizado. Si bien la propiedad a largo plazo de un perro mejoró el reconocimiento de algunas emociones, como el miedo y la calma, tuvo poco efecto en otras, como la ira o la frustración. Esto sugiere que incluso los propietarios de perros experimentados pueden tener puntos ciegos cuando se trata de comprender ciertas emociones.

Interesantemente, la experiencia profesional con perros, como trabajar como entrenador o veterinario, no mejoró significativamente el reconocimiento de emociones. Esto subraya la importancia del contexto de la situación, incluso para los expertos.

Emoción general por encima de características específicas

La investigación también reveló que las personas son mejores identificando el estado emocional general de un perro (si su emoción es positiva, negativa o neutral, también conocido como “valencia”) que determinando el sentimiento exacto. Los participantes, por ejemplo, podían ver en general si un perro estaba triste o alegre, incluso si etiquetaban incorrectamente la emoción específica.

Esto se alinea con la forma en que las personas procesan las emociones en otras especies, donde se enfocan en amplias categorías emocionales en lugar de en detalles finos. Si bien este enfoque puede funcionar bien en la interacción diaria, subraya los límites de nuestro radar emocional cuando se trata de nuestros fieles cuadrúpedos.

Comprender con precisión las emociones de un perro es crucial para promover relaciones positivas entre humanos y perros y para el bienestar de nuestras mascotas. Interpretar erróneamente el miedo de un perro como alegría o su frustración como tristeza, por ejemplo, puede derivar en problemas como riesgos de seguridad.

Consejos para los amantes de los perros

Para el propietario de perro promedio, la investigación ofrece una valiosa lección: observa el cuerpo completo de tu perro, no solo su cara. Los sutiles cambios en la postura, los movimientos de la cola y la actitud general pueden dar pistas importantes sobre lo que siente el perro.

1 comentario

  1. Anónimo
    Anónimo
    8 de enero de 2025, 15:37
    Interesante