Los creyentes solo son más generosos con aquellos que comparten su misma fe, mientras que los ateos también favorecen a su propio grupo.
Mucha gente cree que las personas religiosas son más dadivosas que los ateos. Esto se debe en parte a que muchas religiones ven la generosidad y el cuidado por los demás como valores importantes. A los creyentes a menudo se les anima a dar a los pobres, apoyar a su comunidad y amar a los demás. En un nuevo estudio, los investigadores pusieron a prueba esta suposición. ¿Realmente tiene fundamento esta creencia?
Generosidad
Nathalie Hallin es atea. Su colega Hajdi Moche es cristiana. Ambas trabajan en la Universidad de Linköping. Juntas querían investigar si la religión influye en la generosidad de una persona, un tema sobre el cual la investigación hasta ahora ha sido diversa y que ellas mismas han debatido mucho. Para encontrar una respuesta, llevaron a cabo tres estudios: uno en Suecia, uno en Estados Unidos y uno combinado en Egipto y Líbano. Los resultados se han publicado en la revista Judgement and Decision Making.
Estudio sueco
En el estudio sueco participaron 398 personas. Se les pidió que distribuyeran dinero ficticio entre ellos mismos y tres receptores imaginarios a lo largo de seis rondas. Luego respondieron preguntas sobre su religión, creencias políticas y también sobre preferencias personales, como pasatiempos favoritos y géneros cinematográficos. En cada ronda, los participantes recibieron información sobre los receptores, como sus pasatiempos, creencias políticas o películas favoritas. En una ronda también se tocó el tema de la religión. Los investigadores luego observaron cómo esta información influyó en la generosidad de los participantes.
La excepción
¿Y qué se descubrió? Las personas creyentes no son necesariamente más generosas que los ateos. En la mayoría de las rondas, los religiosos y los no religiosos dieron la misma cantidad. Pero hubo una excepción notable: tan pronto como los participantes supieron más sobre la religión de los receptores, se hizo evidente la diferencia. En ese caso, los creyentes resultaron ser más generosos que los participantes no creyentes. Esto se debió principalmente al hecho de que dieron más dinero a las personas con la misma creencia religiosa. Pero incluso los ateos parecieron favorecer a su propio grupo. “Realmente me sorprendió”, dice Hallin. “Lo único que tienen en común los ateos es que no creen en un Dios”.
Otros estudios
En resumen, el estudio demuestra que la religión tiene una influencia significativa en la generosidad de las personas, especialmente cuando saben en qué cree el receptor. Los otros estudios, con más de 700 participantes de Estados Unidos y alrededor de 600 de Egipto y Líbano, confirmaron los mismos resultados: la religión resultó ser el factor más importante que influye en la generosidad, con los participantes favoreciendo a su propio grupo religioso.
Diferentes religiones
En los tres estudios, Hallin y Moche también examinaron las diferencias en generosidad entre diferentes religiones y cosmovisiones. Los participantes se dividieron en tres grupos: cristianos, musulmanes y ateos. El análisis mostró que los musulmanes en Estados Unidos fueron más generosos con su propio grupo que los cristianos y los ateos. También en Suecia hubo indicios de esta diferencia, pero el número de musulmanes participantes fue demasiado pequeño para afirmarlo con certeza. Sin embargo, en Líbano y Egipto no hubo diferencia en las cantidades que dieron cristianos y musulmanes. Si esto se debe a diferentes normas culturales, a la posición de los musulmanes en la sociedad estadounidense u otros factores aún es incierto. En Egipto y Líbano había demasiados pocos ateos como para hacer una comparación confiable.
Hallin y Moche encuentran sorprendente lo mucho que la religión influye en la generosidad y el sentido de grupo. Al mismo tiempo, esto puede ser un poco ambivalente. Favorecer al propio grupo puede parecer injusto, aunque en algunos casos puede ser mejor que no mostrar generosidad en absoluto. “Sin embargo, hay muchas formas de ser generoso”, afirma Moche. “Puedes demostrar tu generosidad con tiempo, amor o cuidado. Si la religión te exhorta específicamente a dar con dinero, es algo en lo que vale la pena reflexionar”.
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