Inicio
Agua
Cambio Climático
Clima
Tierra
Crisis climática: el 77,6 % de la Tierra es más seca que hace 30 años
miércoles, diciembre 11, 2024

Crisis climática: el 77,6 % de la Tierra es más seca que hace 30 años

Tres cuartas partes de la superficie terrestre se han vuelto más secas

Las Naciones Unidas han investigado por primera vez de manera exhaustiva cómo la superficie terrestre global se está volviendo cada vez más seca. Un nuevo análisis de la convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (UNCCD) revela que el 77,6 % de la superficie terrestre ha experimentado un aumento significativo en la sequedad entre 1990 y 2020, en comparación con los treinta años anteriores.

Este análisis marca un paso importante en la identificación de patrones de sequía. Mientras que estudios anteriores a menudo arrojaban resultados contradictorios, los científicos ahora están creando una imagen más clara con modelos climáticos avanzados y métodos estandarizados. Para ello, los investigadores analizaron el índice de aridez (AI), que mide la relación entre precipitación y evaporación. Además, examinaron no solo los patrones de precipitación, sino también la evaporación y la absorción de agua por las plantas (transpiración). Al combinar estos factores con datos a largo plazo sobre temperatura y humedad, lograron mapear con precisión cómo ha cambiado la disponibilidad de agua.

¿Qué se ha descubierto? En tres décadas, un área de 4,3 millones de kilómetros cuadrados pasó de ser tierra húmeda a ser tierra seca. Las áreas secas ahora representan el 40,6 % de la superficie terrestre global (sin incluir la Antártida), mientras que este porcentaje era del 37,5 % hace treinta años. Esta diferencia es significativa, ya que se trata de cambios climáticos permanentes, a diferencia de la sequía temporal.

Europa gravemente afectada

Este análisis (lo puedes leer aquí) muestra que Europa ha sido especialmente golpeada: el 95,9 % de la superficie terrestre europea se ha vuelto más seca en las últimas décadas. Especialmente alrededor del Mediterráneo y en el sur de Europa, se corre el riesgo de causar daños irreversibles a las áreas agrícolas y naturales. Otras regiones gravemente afectadas son el oeste de Estados Unidos, Brasil, Asia Oriental y África Central. Estas áreas enfrentan desertificación, escasez de agua y un mayor riesgo de incendios forestales. Al mismo tiempo, el 22,4 % de la superficie terrestre global se ha vuelto más húmeda, como algunas partes de los Estados Unidos, la costa atlántica de Angola y el sudeste asiático.

Proyecciones futuras

Con políticas sin cambios, el informe predice que otro 3 % de las áreas húmedas actuales se transformará en áreas secas antes de finales de este siglo. Los investigadores advierten además que aproximadamente una quinta parte de la superficie terrestre global podría enfrentar cambios abruptos en los ecosistemas. El estudio presta atención específica a esto último. En las áreas secas, aproximadamente el 90 % de la precipitación se evapora directamente de nuevo a la atmósfera, dejando solo el 10 % disponible para el crecimiento de las plantas. Esto tiene profundas implicaciones para la biodiversidad: el 55 % de las especies animales estudiadas (incluidos mamíferos, reptiles, peces, anfibios y aves) están en riesgo de pérdida de hábitat.

Dimensión económica

Los investigadores también relacionaron los datos de sequedad con indicadores económicos. Solo en África, el aumento de la aridez entre 1990 y 2015 ha llevado a una disminución del producto interno bruto del 12 %. La caída podría aumentar hasta el 16 % en los próximos 50 años. También en Asia, la sequedad conducirá a una pérdida del PIB de aproximadamente el 6,7 % en medio siglo. Esto se debe principalmente al impacto en las áreas agrícolas: el 40 % de las tierras agrícolas del mundo ya está sufriendo las consecuencias de la sequedad.

Recomendaciones

Para abordar la sequedad, los investigadores recomiendan varias medidas. Abogan por un sistema global que monitoree la aridez e integre los sistemas existentes de medición de sequedad. Esto podría permitir alertas tempranas. Además, aconsejan una gestión sostenible de la tierra en la que las comunidades locales y los gobiernos colaboren. Las tecnologías de eficiencia hídrica, como el riego por goteo y la reutilización de aguas residuales, juegan un papel crucial en esto. Un ejemplo de un enfoque a gran escala es la “Gran Muralla Verde” en África, un proyecto que busca combatir la creciente sequedad a través de la reforestación. Finalmente, los investigadores hacen un llamado a una mayor cooperación internacional. Proponen incluir la aridez en los planes nacionales de adaptación climática para desarrollar una estrategia coherente de gestión del agua y la tierra.

Sin comentarios