Unos sencillos ajustes en tu día a día, como bajarte del tren una parada antes o caminar un poco durante las llamadas telefónicas, ya pueden suponer una diferencia positiva en tu presión arterial. Así lo afirma un nuevo estudio del University College de Londres y la Universidad de Sídney.
Los científicos analizaron los datos de casi 15 000 personas que llevaban un rastreador de movimiento. Este dispositivo, similar a un reloj inteligente, registraba con precisión cómo pasaban el día los participantes. A continuación, los investigadores clasificaron seis estados diferentes de movimiento: dormir, comportamiento sedentario (sedentarismo e inactividad), pasos lentos, pasos rápidos, estar de pie y ejercicio intenso.
La gente solo hace ejercicio 16 minutos al día
Para su estudio, los científicos utilizaron medidores de movimiento especiales que los participantes llevaban en el muslo. Estos dispositivos registraban cómo se movían las personas las 24 horas del día. Con estos datos detallados, los investigadores pudieron ver exactamente cuál era el efecto de sustituir el comportamiento sedentario por el ejercicio, por ejemplo. A continuación, analizaron el nivel medio de actividad de cada categoría. Por término medio, las personas permanecían sentadas unas 10 horas al día, dormían siete horas, permanecían de pie tres horas y caminaban una hora rápido y otra despacio, respectivamente. Al ejercicio intenso, como correr o montar en bicicleta, se dedicaban solo 16 minutos diarios.
La hipertensión es un gran problema
La falta de ejercicio puede provocar hipertensión, un grave problema de salud en todo el mundo que afecta a unos 1300 millones de adultos. Cada vez más personas sufren hipertensión. La hipertensión suele denominarse el “asesino silencioso” porque muchas personas no experimentan síntomas evidentes, mientras que los riesgos son enormes. De hecho, sin tratamiento, la hipertensión puede provocar complicaciones graves, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. Sin embargo, para combatir la hipertensión no hace falta comprarse de inmediato unas zapatillas nuevas.
La solución es sencilla
De hecho, los investigadores descubrieron que sustituir las actividades menos activas por cinco minutos de ejercicio puede reducir ya de forma apreciable la tensión arterial. El estudio analizó el impacto del ejercicio diario en dos aspectos de la presión arterial: la presión superior (presión arterial sistólica; la presión durante el latido del corazón) y la presión inferior (presión arterial diastólica; la presión entre latidos). Los resultados mostraron que con solo cinco minutos de ejercicio extra se conseguía una disminución de 0,68 mmHg en la presión superior y de 0,54 mmHg en la presión inferior. En comparación, una reducción de 2 mmHg en la presión superior y de 1 mmHg en la inferior ya reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular en aproximadamente un 10 %. La tensión arterial excesiva comienza con valores superiores a 140/90 mmHg.
20 minutos para resultados óptimos
Para obtener resultados óptimos, los investigadores recomiendan 20 minutos de ejercicio diario adicional para mejorar la presión superior y 10 minutos para bajar la inferior. Esto puede hacerse, por ejemplo, dando paseos cortos en bicicleta, haciendo estiramientos breves entre tareas o poniéndose de pie para dar un paseo corto de vez en cuando. “La buena noticia es que no se tarda mucho en conseguir un efecto positivo sobre la tensión arterial, independientemente de la capacidad física de cada uno”, afirma Jo Blodgett, autora principal del estudio, publicado en la revista Circulation.
Para las personas que luchan contra la hipertensión, este estudio ofrece herramientas prácticas. “Además de la posible medicación, ahora pueden centrarse en reducir su presión arterial incorporando más ejercicio a su rutina diaria”. Los investigadores subrayan que no se trata de grandes cambios en el estilo de vida, sino de pequeños ajustes realizables que, en conjunto, pueden marcar una diferencia significativa.
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