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Estar casado reduce el riesgo de depresión en un 80 %, según un análisis global
jueves, noviembre 07, 2024

Estar casado reduce el riesgo de depresión en un 80 %, según un análisis global

Las personas casadas tienen menos probabilidades de sufrir depresión

Un análisis exhaustivo de datos procedentes de siete países diferentes demuestra que las personas solteras tienen hasta un 80 % más de probabilidades de sufrir síntomas de depresión que las casadas. El estudio, publicado en la revista Nature Human Behaviour, incluyó datos de más de 100 000 participantes.

La depresión es un trastorno común del estado de ánimo caracterizado por sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés por las actividades cotidianas y una sensación general de desesperanza. Es más que un bajón temporal; la depresión es una afección grave que puede afectar e incluso controlar por completo la vida cotidiana de las personas. Puede manifestarse de diversas maneras, como cambios en el apetito, trastornos del sueño, fatiga, dificultad para concentrarse y sentimientos de inutilidad o culpabilidad. Se calcula que la depresión afecta al 5 % de la población adulta mundial.

Estudios anteriores han demostrado que las personas casadas pueden tener un menor riesgo de depresión, pero estos estudios se limitaban a menudo a países concretos, sobre todo occidentales. Sin embargo, este nuevo estudio ofrece una perspectiva más amplia al incluir múltiples regiones, como Estados Unidos, Reino Unido, México, Corea del Sur, China, Indonesia e Irlanda.

Principales conclusiones

El estudio muestra que las personas solteras tienen casi un 80 % más de probabilidades de sufrir síntomas depresivos que las casadas. Los divorciados tenían una probabilidad aún mayor, del 99 %, mientras que los viudos y viudas se enfrentaban a un riesgo de depresión un 64 % mayor. Curiosamente, este mayor riesgo era especialmente evidente en países occidentales como Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos, mientras que era menos pronunciado en países orientales como China, Indonesia y Corea del Sur.

Influencia de los factores demográficos

Los resultados mostraron que el mayor riesgo de depresión no era igual en todos los grupos. Por ejemplo, los hombres solteros tenían más probabilidades de sufrir síntomas depresivos que las mujeres solteras. El nivel de estudios también influyó. Las personas con un nivel educativo más alto mostraron una relación más estrecha entre la soltería y la depresión que las personas con un nivel educativo más bajo.

Explicaciones del vínculo

Según los investigadores, el menor riesgo de depresión en las parejas casadas puede explicarse en parte por el hecho de que las parejas pueden apoyarse socialmente cuando lo necesitan. También es más fácil vivir con dos sueldos que con uno. Por último, los científicos señalan la influencia positiva que ejercen las parejas casadas en el bienestar del otro. Sin embargo, los autores también señalan algunas limitaciones: los datos se basan en autoinformes, es decir, en cumplimentación personal de cuestionarios, y no en diagnósticos clínicos de depresión. Además, todas las parejas estudiadas eran heterosexuales, por lo que no se pueden extraer conclusiones sobre otros tipos de relaciones.

Metodología y alcance del estudio

En el estudio se utilizaron datos de varias encuestas plurianuales que abarcaban desde los cuatro hasta los 18 años. Algunas de las fuentes principales fueron la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EE. UU. (NHANES), el Estudio Longitudinal Irlandés sobre el Envejecimiento (TILDA) y el Estudio Longitudinal de Salud y Jubilación de China (CHARLS). Para garantizar la representatividad de las poblaciones nacionales, se utilizaron modelos de regresión logística ponderada (un método estadístico para analizar las relaciones entre variables).

Consideraciones para futuras investigaciones

Aunque se ha demostrado claramente la relación entre el estado civil y la depresión, todavía es necesario seguir investigando para comprender mejor las relaciones causales. También es necesario investigar mejor cómo otros factores, como las diferencias culturales y el estatus socioeconómico, influyen en el riesgo de depresión. Por último, dado que los datos proceden de autoinformes, puede haber sesgos, lo que demuestra que la investigación de seguimiento con diagnósticos clínicos es crucial para refinar los resultados.

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