Arqueólogos de la Universidad estadounidense de Tulane han hecho un sorprendente descubrimiento en México: una ciudad maya desconocida hasta ahora, completa con pirámides de piedra, estuvo oculta todo el tiempo bajo la selva, cerca de una carretera muy transitada. El hallazgo ha sido posible gracias a la avanzada tecnología láser y demuestra que estamos lejos de desentrañar todos los secretos de esta antigua civilización.
Los mayas, una de las civilizaciones más impresionantes de la historia precolombina, controlaron en su día amplias zonas de Centroamérica. Desde aproximadamente el año 2000 a. C. hasta el 900 d. C., construyeron un rico patrimonio cultural, con su apogeo a partir del siglo III d. C. Durante este “periodo clásico” se levantaron imponentes ciudades con enormes templos, desarrollaron una compleja escritura jeroglífica e hicieron grandes avances en matemáticas y astronomía.
Sin embargo, su repentina desaparición hacia el año 900 sigue siendo uno de los grandes misterios arqueológicos. Muchas de sus principales ciudades en las tierras bajas del sur fueron abandonadas en esa época. Los científicos lo atribuyen a una combinación de factores: sequía prolongada, sobreexplotación de los recursos naturales, tensiones políticas y, posiblemente, cambio climático. En el norte, incluidas partes del actual México, las comunidades mayas siguieron sobreviviendo durante siglos hasta la conquista española en el siglo XVI.
Más de 6500 estructuras
En la actualidad se desconoce el alcance de la civilización maya. El equipo de investigación de Tulane pretende cambiar esta situación. El equipo utilizó tecnología LIDAR para “ver” a través del denso dosel de la selva. Esta técnica, que utiliza pulsos láser para crear un modelo tridimensional del paisaje, reveló más de 6500 estructuras prehispánicas en un área de unos 130 kilómetros cuadrados en el estado mexicano de Campeche. Los escaneos LIDAR muestran un paisaje diverso de asentamientos: desde pequeñas comunidades aldeanas hasta ciudades enteras.
Gran ciudad con pirámides
“Este análisis no solo mostraba una imagen de una región con muchos asentamientos, sino también mucha variación”, afirma Luke Auld-Thomas, coautor del estudio, publicado en la revista especializada Antiquity. “No solo encontramos zonas rurales y asentamientos más pequeños. También encontramos una gran ciudad con pirámides justo al lado de la única carretera de la zona, cerca de un pueblo donde la gente lleva años cultivando activamente entre las ruinas”. “El gobierno y la comunidad científica no sabían nada de esto. Eso realmente pone un signo de exclamación a la afirmación de que no lo hemos encontrado todo y que aún queda mucho por descubrir”.
Una civilización mayor de lo que se pensaba
El descubrimiento también arroja nueva luz sobre un acalorado debate en el seno de la comunidad arqueológica. En efecto, algunos científicos afirmaban que los anteriores estudios con LIDAR estaban sesgados porque se centraban principalmente en las grandes ciudades conocidas, como Tikal. Según esta teoría, la mayor parte del territorio maya no estaba muy avanzado y amplias zonas del imperio eran muy rurales. Sin embargo, estos nuevos hallazgos en una zona relativamente “olvidada” demuestran que la civilización maya pudo ser mucho más extensa y variada de lo que se creía.
El LIDAR cambia las reglas del juego
Aunque sigue habiendo muchas incertidumbres, una cosa está clara. La tecnología LIDAR para la investigación arqueológica está cambiando nuestra forma de ver el mundo. Mientras que antes los arqueólogos tenían que atravesar una selva impenetrable durante semanas, ahora pueden estudiar vastas zonas con todo detalle desde sus laboratorios. “El LIDAR nos enseña que, como muchas otras civilizaciones antiguas, los mayas de las tierras bajas construyeron una gran variedad de ciudades y comunidades en su paisaje tropical”, afirma Marcello A. Canuto, coautor del estudio.
Sobre todo, el descubrimiento demuestra que aún hay muchos tesoros escondidos en la selva centroamericana. Mientras las modernas autopistas se abren paso a través del paisaje, todavía hay innumerables secretos esperando a ser revelados bajo el dosel.
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