Los resultados de la investigación sugieren que las variaciones genéticas pueden afectar a la proporción de sexos de los niños, lo que podría explicar las proporciones sesgadas en algunas familias.
Cada año nace aproximadamente el mismo número de niños y niñas. Pero en algunas familias, las parejas tienen cuatro o más hijas y ningún hijo, mientras que otras solo tienen niños y ninguna hija. Esto suscita una pregunta acuciante entre los científicos. ¿Es posible que esta desigual proporción de sexos tenga que ver con los genes de los padres?
Variación genética
Los científicos llevan décadas especulando con la posibilidad de que la genética influya en la proporción de niños y niñas nacidos. Sospechan que puede haber variaciones genéticas que hagan que algunos padres tengan más probabilidades de tener hijos o hijas. “Sin embargo, hasta ahora no se han encontrado pruebas concretas de que una variación genética específica cambie realmente la proporción existente de aproximadamente un 50 % de niños y un 50 % de niñas en una población”, afirma el investigador Jianzhi Zhang. En resumen, se ha investigado mucho sobre la idea de que la genética puede afectar a la proporción de sexos, pero aún no se ha confirmado.
¿No hay mutaciones?
Zhang señala que esto ha llevado a algunos científicos a pensar que la proporción de sexos humanos puede no estar sujeta a mutaciones en absoluto. “Sin embargo, esto parece poco probable”, afirma. “Esto se debe a que casi todos los rasgos humanos se ven afectados por mutaciones y variaciones genéticas. Por tanto, creemos que es difícil detectar la variación genética en la proporción de sexos porque no se mide con precisión”. Por ejemplo, si alguien tiene un solo hijo, es imposible estimar una proporción equilibrada de sexos.
Biobanco del Reino Unido
Para investigar la influencia genética en la proporción de sexos, los investigadores se dieron cuenta de que necesitaban un grupo de participantes mucho mayor que en estudios anteriores. Por ello eligieron el Biobanco del Reino Unido, una base de datos biomédica que contiene datos genéticos y fenotípicos de unos 500 000 participantes británicos.
Mayor probabilidad de tener una hija
El estudio conduce a un descubrimiento sorprendente. En efecto, al estudiar los datos, los investigadores descubrieron un cambio nucleotídico específico (un cambio en el orden de los nucleótidos en el ADN) denominado rs144724107. Y se descubrió que este cambio de nucleótido estaba asociado a un aumento del 10 % en la probabilidad de tener una hija en lugar de un hijo.
Por cierto, según el equipo, este cambio de nucleótido es poco frecuente entre los participantes del Biobanco del Reino Unido: alrededor del 0,5 por ciento de ellos presentan esta variante. El cambio de nucleótido está cerca de un gen llamado ADAMTS14, perteneciente a la familia de genes ADAMTS, conocido por su papel en la espermatogénesis y la fertilización. Los investigadores también encontraron dos genes, RLF y KIF20B, que también pueden afectar a la proporción de sexos.
Principio de Fisher
Los resultados del estudio concuerdan con una teoría de la biología evolutiva, el principio de Fisher. Este principio sostiene que la selección natural favorece la variante genética que conduce a más nacimientos del sexo raro. Esto significa que si en una población nacen menos machos que hembras, la selección natural favorece las variantes genéticas que aumentan el número de machos nacidos, y viceversa. Esto conduce finalmente a una proporción de sexos aproximadamente equilibrada en la población.
“Para que el principio de Fisher funcione, deben existir mutaciones que afecten a la proporción de sexos”, explica Zhang. “La falta de variación genética identificada en la proporción de sexos en humanos ha llevado a algunos científicos a cuestionar la relevancia del principio de Fisher para los humanos. Sin embargo, nuestro estudio demuestra que los datos sobre humanos sí coinciden con el principio de Fisher. La razón por la que no se encontraron variantes genéticas para la proporción de sexos es la inexactitud en las mediciones de la proporción de sexos de la descendencia”.
Aplicación en el ganado
Aunque en este estudio los investigadores se centraron en la proporción de sexos en humanos, señalan que sus descubrimientos también podrían tener aplicaciones útiles en ganadería. “En agricultura, a menudo un sexo (normalmente las hembras) tiene mucho más valor económico que el otro”, afirma Zhang. “Los pollos, por ejemplo, son importantes para la producción de huevos y las vacas hembras para la producción de leche. Los machos, que suelen ser menos valiosos, suelen sacrificarse poco después de nacer”. “Descubrir variantes genéticas en animales de granja que tengan el mismo impacto que en los humanos, como la rs144724107, probablemente reportaría importantes beneficios y contribuiría al bienestar animal”.
En resumen, los hallazgos sugieren que ciertas variaciones genéticas pueden afectar a la proporción de sexos de los hijos, lo que podría ser una posible explicación de las distribuciones desiguales de sexos que a veces se dan en las familias. Aunque la proporción de sexos en el conjunto de la población suele ser constante, algunas mutaciones genéticas raras pueden afectar a esta proporción a nivel individual. Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y explorar la posible influencia de otras variantes genéticas. Algo que podría ser una tarea de enormes proporciones. “No será una tarea fácil”, afirma Zhang, “debido al gran tamaño de muestra necesario y a la rareza de la variante genética descubierta”.
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