Se ha comprobado que una pausa de tan solo un minuto es eficaz para reducir el uso del teléfono y mejorar la concentración.
El teléfono móvil: ¿quién puede vivir sin él hoy en día? Aunque son muy prácticos, también pueden distraer considerablemente. Muchos estudiantes incluso utilizan sus teléfonos durante la clase, lo que reduce su capacidad de atención. Por eso, en muchas aulas están prohibidos. Pero, ¿es la prohibición total la mejor solución?
Pausas para el teléfono
En este nuevo estudio, los investigadores han estudiado si las breves “pausas para el teléfono” en las que se permite a los estudiantes mirar sus móviles durante un rato también ofrecen beneficios. De hecho, se trata de un enfoque más positivo que la prohibición total. “Las pausas para mirar el móvil no son punitivas”, explica el investigador Ryan Redner. “No aplicamos restricciones ni castigos por el uso cuando implantamos esta política. Queremos utilizar métodos de refuerzo positivo para cambiar el comportamiento, porque suelen ser más atractivos y agradables”.
Estudio: un minuto
Durante todo un semestre, Redner y sus colegas evaluaron la eficacia de las pausas para hablar por teléfono. Las pausas para hablar por teléfono duraban uno, dos o cuatro minutos. Y los resultados fueron bastante positivos. Cuando se introducían las pausas para hablar por teléfono, los estudiantes solían utilizarlo con menos frecuencia. “Demostramos que las pausas pueden ser eficaces para reducir el uso del teléfono durante la clase”, afirma Redner.
Durante las clases con pausas de un minuto, el uso del teléfono fue menor. Como resultado, estas pausas fueron más eficaces para reducir el tiempo que los estudiantes pasaban con sus teléfonos durante la clase. Aún no está del todo claro por qué. “Una posible explicación es que un minuto es suficiente para leer y enviar unos cuantos mensajes”, explica Redner. “Si disponen de más tiempo para enviar muchos mensajes, es posible que se inclinen por recibir mensajes y responder de nuevo durante la clase. Por ejemplo, durante una pausa de cuatro minutos, podrían enviarse muchos más mensajes. Durante un descanso de un minuto, simplemente se tiene menos tiempo para hacer algo en el teléfono”.
Mejores resultados en las pruebas
Los resultados muestran que las pausas de un minuto para hablar por teléfono son suficientes para ayudar a los estudiantes a concentrarse mejor en clase y mejorar sus resultados en los exámenes. En las clases en las que se aplicaron las pausas de un minuto, los resultados de los alumnos en los exámenes fueron los mejores. Se observaron regularmente puntuaciones medias más altas (por encima del 80 %). “La causa parece ser que los alumnos utilizan menos sus teléfonos durante la clase”, explica Redner. “Cualquier distracción, como el uso de teléfonos, interrumpe el proceso de aprendizaje; es difícil seguir una lección si hay interrupciones frecuentes. Esperamos que este resultado indique que los alumnos se distraen menos durante la clase, lo que redunda en un mejor rendimiento”.
Prohibición de los teléfonos
Los resultados ponen de relieve la necesidad de replantearse las opiniones tradicionales sobre el uso del teléfono en el aula. En lugar de una prohibición total de los teléfonos, la aplicación de breves descansos puede ser una estrategia eficaz para acomodar a los estudiantes sin comprometer su atención y compromiso. Aunque también hay algo a favor de la prohibición. “La investigación demuestra que la prohibición es actualmente más eficaz”, dice Redner. “Cuando probamos una prohibición, vimos que el uso del teléfono se redujo rápidamente casi a cero y los resultados de los exámenes también mejoraron. La prohibición provocó una mayor reducción del uso del teléfono que los descansos”.
Aun así, los resultados pueden ser útiles para los profesores que buscan nuevas formas de mejorar el aprendizaje y reducir las distracciones del teléfono móvil. Es un paso hacia un entorno de aprendizaje más flexible y adaptable que responda a la realidad actual del uso de la tecnología entre los alumnos. “Buscamos formas de reducir el uso del teléfono sin castigar”, subraya Redner. “Creemos que podemos desarrollar un enfoque positivo para reducir el uso del teléfono, aunque la intervención aún necesita algunos retoques. En última instancia, queremos encontrar una forma eficaz de limitar el uso de los teléfonos en el aula, porque esas interrupciones afectan negativamente al proceso de aprendizaje”.
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