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Olvida las cremas antiarrugas: viajar puede retrasar el envejecimiento
sábado, septiembre 07, 2024

Olvida las cremas antiarrugas: viajar puede retrasar el envejecimiento

Olvídate de las cremas nocturnas con retinol; viajar puede ser la mejor forma de combatir el envejecimiento

Viajar te expone a estímulos y experiencias positivas, que pueden retrasar el envejecimiento.

Todos envejecemos. Por desgracia, poco podemos hacer para cambiarlo. “Aunque no podemos detener el proceso, sí podemos ralentizarlo un poco”, nos dice la investigadora Fangli Hu. Algunos recurren a cremas o sueros nocturnos, otros al yoga o no vuelven a tomar una copa de vino. Pero Hu ha descubierto que hay algo más eficaz: viajar.

Teoría de la entropía

Por primera vez, los investigadores han aplicado la teoría de la entropía a los viajes. La entropía es “el grado de desorden”. Y, como ocurre a menudo en la vida cotidiana, el desorden suele aumentar con el paso del tiempo. El envejecimiento también puede considerarse un aumento de la entropía en el cuerpo, ya que nuestros sistemas corporales pierden eficacia y causan más daños y desorden.

Viajes: experiencias positivas

Pero ahora los investigadores han descubierto que viajar puede provocar cambios en la entropía. Esto se debe a que las experiencias positivas de viajar pueden reducir la entropía, mejorando la salud.

¿Cómo funciona exactamente? En primer lugar, las experiencias positivas mejoran el bienestar físico y mental. “Viajar no es solo relajarse y disfrutar”, dice Hu. “También puede tener un impacto positivo en la salud física y mental de las personas”. En concreto, esto ocurre a través de la exposición a nuevos entornos, la participación en actividades físicas, la interacción social y la estimulación de emociones positivas. Estas situaciones pueden aumentar el metabolismo, lo que a su vez repercute positivamente en el funcionamiento y la organización del organismo. Además, estas experiencias también pueden desencadenar una respuesta inmunitaria adaptativa. Según Hu, esta respuesta ayuda al organismo a reconocer y defenderse mejor de las amenazas externas. “En palabras sencillas, el sistema de autodefensa se hace más fuerte y resistente”, aclara Hu. “Esto puede provocar la liberación de hormonas que ayudan a la reparación y regeneración de los tejidos, haciendo que el sistema de autocuración funcione mejor”.

Actividades relajantes

Las actividades de viaje relajantes pueden ayudar además a reducir el estrés crónico, calmar un sistema inmunitario hiperactivo y garantizar que el sistema de autodefensa funcione con normalidad. La participación en actividades recreativas también puede ayudar a aliviar la tensión y la fatiga de músculos y articulaciones. “Esta relajación ayuda a mantener el equilibrio metabólico del cuerpo y hace que el ‘sistema antidesgaste’ sea más eficaz, manteniendo los órganos y tejidos en un estado de baja entropía”, afirma Hu.

Actividades físicas

Además, los viajes suelen incluir actividades físicas, como senderismo, escalada y ciclismo. El ejercicio físico puede aumentar el metabolismo, el consumo de energía y la conversión de sustancias. Todo ello contribuye a un mejor funcionamiento de los sistemas de autoorganización del organismo. “Participar en estas actividades puede mejorar tu sistema inmunitario y tu capacidad de autodefensa, reforzando tu resistencia a los riesgos externos”, explica Hu. “La actividad física también favorece la circulación, acelera el transporte de nutrientes y ayuda a eliminar los productos de desecho, contribuyendo a un sistema activo de autocuración. El ejercicio moderado también es bueno para los huesos, los músculos y las articulaciones, y además favorece el sistema antidesgaste del organismo”.

Ralentizar el envejecimiento

En definitiva, las investigaciones de Hu sugieren que viajar puede reducir la entropía del organismo, especialmente mediante la exposición a estímulos y experiencias positivas, lo que puede ralentizar los efectos negativos del envejecimiento. “Por tanto, la terapia de viajes podría ser una intervención sanitaria innovadora”, señala Hu. “Las experiencias positivas de los viajes pueden ayudar al organismo a mantener un estado de baja entropía”.

Experiencias negativas

A pesar de estos beneficios, por cierto, también hay que tener en cuenta los riesgos potenciales y las experiencias negativas que pueden conllevar los viajes. Piensa en enfermedades infecciosas, accidentes, lesiones y problemas de seguridad con el agua y los alimentos, por nombrar algunos. “Así que, por otro lado, viajar también puede implicar experiencias negativas que pueden causar problemas de salud y aumentar la entropía en el cuerpo”, argumenta Hu. “Un claro ejemplo de ello es la pandemia de COVID-19”.

No obstante, el estudio ofrece ideas prometedoras sobre cómo viajar puede contribuir a una vida más sana y resistente. Y aunque el envejecimiento es un proceso irreversible, este estudio, publicado en la revista Journal of Travel Research, demuestra que viajar puede mejorar la capacidad de autocuración del organismo, lo que puede combatir el envejecimiento. Después de todo, ¿tal vez sea mejor reservar un viaje?

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