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Estos 3 biomarcadores predicen el riesgo de infarto en los próximos 30 años: una advertencia para las mujeres
martes, septiembre 03, 2024

Estos 3 biomarcadores predicen el riesgo de infarto en los próximos 30 años: una advertencia para las mujeres

Estos tres niveles en sangre predicen el riesgo de infarto en los próximos 30 años: ’Llamada de atención para las mujeres’

Más vale prevenir que curar, y esto es especialmente cierto en el caso de las enfermedades cardiovasculares, cuyas consecuencias no pocas veces son muy graves. Por eso es muy importante un nuevo estudio británico. Utilizando tres biomarcadores específicos, los investigadores pudieron predecir el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, entre otros, en los próximos 30 años.

Los científicos del Brigham and Women's Hospital llevaron a cabo una investigación pionera entre casi 28 000 mujeres estadounidenses sanas. Mediante un análisis de sangre, midieron en ellas tres marcadores con los complicados nombres de “proteína C reactiva ultrasensible”, o hsCRP, un marcador para medir la inflamación vascular, “colesterol de lipoproteínas de baja densidad”, más conocido como LDL-C o colesterol malo, y se fijaron en la “lipoproteína(a)”, o Lp(a), una proteína que transporta las grasas en la sangre. Estos tres valores resultaron ser muy buenos predictores del riesgo de enfermedad cardiovascular a lo largo de un periodo de seguimiento sin precedentes de 30 años.

Medición es igual a conocimiento

“Los médicos no pueden tratar lo que no miden”, afirma el investigador principal, Paul Ridker, del Brigham and Women's Hospital. “Para ofrecer la mejor atención a nuestros pacientes, es importante hacer pruebas de inflamación, colesterol y lipoproteína(a), y las necesitamos ahora. Esto nos permite dirigir nuestros tratamientos a las necesidades biológicas específicas de cada paciente, lo que por fin garantiza que podamos ofrecer una atención preventiva verdaderamente personalizada”.

Estudio extremadamente amplio

El equipo de investigación analizó los datos del estudio estadounidense Women's Health Study (WHS). Comenzaron en 1993 y desde entonces han seguido a trabajadoras sanitarias mayores de 45 años. Tras su participación en el WHS, se midieron los niveles de hsCRP, LDL-C y Lp(a) de las mujeres mediante un análisis de sangre. El criterio de valoración del estudio fue un primer episodio cardiovascular grave, como infarto de miocardio, cirugía de bypass, ictus o muerte por enfermedad cardiovascular.

Un riesgo enorme

Para evaluar cada marcador individualmente y el efecto combinado de niveles elevados de dos o tres marcadores, los investigadores dividieron a los participantes en cinco grupos, que iban desde los niveles más altos a los más bajos de los marcadores. Y los resultados no mentían: los investigadores descubrieron que las mujeres con los niveles más altos de hsCRP tenían un riesgo un 70 % mayor de sufrir un accidente cardiovascular grave. Las participantes con los niveles más altos de LDL-C tenían un 36 % más de riesgo y las mujeres con los niveles más altos de Lp(a) tenían un 33 % más de probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares graves.

Aunque la hsCRP fue el más potente de los tres biomarcadores, todos fueron altamente significativos. Las mujeres con niveles elevados de los tres marcadores tenían 2,6 veces más probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares graves. Esta conexión era aún más fuerte en el caso del ictus: las mujeres con los niveles más elevados tenían 3,7 veces más probabilidades de sufrir un ictus en los 30 años siguientes.

“Estos datos deberían ser una llamada de atención para las mujeres”, afirma la coinvestigadora Julie Buring, del Brigham. “Esperar a que las mujeres tengan entre 60 y 70 años para empezar a prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares es buscarse problemas”.

Una vida más sana

Como era de esperar, un estilo de vida saludable puede resolver muchos problemas. Los tres niveles sanguíneos pueden mejorarse llevando una vida más sana, posiblemente en combinación con medicación. Múltiples estudios han demostrado, ya que reducir el colesterol y la inflamación disminuye significativamente el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Además, se están probando varios fármacos nuevos que reducen la Lp(a), así como antiinflamatorios, para ver si también tienen un efecto positivo sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Pero el nuevo estudio es sobre todo un alegato a favor de una mayor prevención, que debería empezar a una edad más temprana, especialmente en las mujeres, en quienes las enfermedades cardiovasculares se detectan y tratan todavía demasiado tarde con demasiada frecuencia. “Aunque todavía tenemos que centrarnos en factores clave del estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y dejar de fumar, el futuro de la prevención pasará claramente por tratamientos combinados, que se centren en reducir la inflamación y la Lp(a), además del colesterol”, concluye Ridker.

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