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Este extraño pez usa sus patas para “saborear” el fondo marino
viernes, septiembre 27, 2024

Este extraño pez usa sus patas para “saborear” el fondo marino

Este extraño animal con cuerpo de pez y alas de pájaro usa sus patas para saborear el fondo marino

Los investigadores han descubierto que las patas de estos insólitos animales tienen protuberancias similares a nuestras papilas gustativas.

Los petirrojos marinos son criaturas extraordinarias con cuerpo de pez, alas de pájaro y patas de cangrejo. Se encuentran en todos los mares y viven sobre todo en los fondos arenosos. En dos nuevos estudios (Estudio uno y estudio dos) publicados en la revista Current Biology, los investigadores han descubierto que una especie concreta no solo utiliza sus patas para “caminar” por el lecho marino, sino que milagrosamente también funcionan como auténticos órganos sensoriales que ayudan a detectar presas enterradas bajo la arena.

Petirrojos marinos, patas

Los petirrojos marinos son peces marinos magníficamente adaptados a la vida en el fondo. Con sus seis apéndices óseos, son muy hábiles escarbando y buscando presas, y a menudo se mantienen cerca de otros peces para robarles la captura. Esto despertó el interés de los investigadores, que se llevaron algunos petirrojos marinos al laboratorio para investigarlos más a fondo.

Las patas de los petirrojos marinos son en realidad excrecencias de sus aletas pectorales, de las que tienen tres a cada lado. Lo primero que querían averiguar los investigadores era si estas patas podían funcionar como órganos sensoriales, algo que los científicos ya sospechaban, pero que nunca se había demostrado. El equipo llevó a cabo experimentos en los que estudió a peces cautivos de la especie Prionotus carolinus mientras cazaban presas. Observaron cómo alternaban breves periodos de natación con “paseos”. También “arañaban” ocasionalmente la arena para encontrar presas enterradas, como mejillones y otros crustáceos, sin señales visuales. Los investigadores descubrieron que las patas eran sensibles a estímulos mecánicos y químicos. Incluso eran capaces de detectar y detectar extractos de mejillones molidos y filtrados e incluso algunos aminoácidos.

Papilas gustativas

Los investigadores estudiaron más a fondo las patas del pez y descubrieron algo más sorprendente: las patas, de hecho, parecen estar cubiertas de papilas sensoriales, similares a nuestras papilas gustativas. Estas papilas contienen receptores gustativos y son químicamente sensibles, lo que incita a la protuberancia a excavar. “Se trata de un pez que desarrolló patas utilizando los mismos genes que intervienen en el desarrollo de nuestras extremidades”, explica el investigador Nicolas Bellono. “Después, este pez volvió a desplegar esas patas para encontrar presas, utilizando los mismos genes que nuestra lengua usa para saborear la comida: ¡algo extraordinario!”.

Saborear el fondo marino

En resumen, Prionotus carolinus utiliza sus patas, en cierto sentido, para saborear el fondo marino. Gracias a estudios adicionales, los investigadores confirmaron que las papilas son una importante innovación evolutiva que ha permitido a los petirrojos marinos sobrevivir en el fondo marino de un modo que otros animales no pueden. Por cierto, no todos los petirrojos marinos utilizan las mismas tácticas. De hecho, en el estudio, los investigadores también estudiaron las diferencias en la estructura de las patas entre especies a lo largo del tiempo. Y esto demostró que la capacidad de saborear con las patas es bastante rara. También descubrieron que esta capacidad única del Prionotus carolinus surgió hace muy poco tiempo.

Organismo modelo, bipedismo

La investigación sobre los petirrojos marinos no solo es muy interesante (aunque ciertamente lo es). De hecho, estos peces caminantes son también un prometedor organismo modelo para comparar rasgos especializados y enseñarnos más sobre cómo la evolución provoca adaptaciones a entornos muy específicos.

Además, también puede enseñarnos más sobre el “bipedismo” (la capacidad de caminar erguido sobre dos patas). Hace unos 6 millones de años, nuestros antepasados desarrollaron este rasgo, que los diferenciaba de sus primates ancestrales. El bipedismo es un rasgo que define a nuestra especie. Sin embargo, sabemos muy poco sobre cómo, cuándo y por qué se produjo este cambio. Los petirrojos marinos y su adaptación a la vida en el fondo oceánico podrían aportar pistas. Por ejemplo, existen factores genéticos de transcripción que regulan el desarrollo de las patas de los petirrojos marinos. Estos factores también se encuentran en las extremidades de otros animales, incluidos los humanos.

Los estudios han contribuido a comprender mejor cómo los petirrojos marinos desarrollaron sus rasgos únicos. Además, los estudios ponen de relieve la importancia de investigar animales menos conocidos, ya que pueden ofrecer importantes conocimientos sobre los mecanismos del cambio evolutivo. Sin embargo, los investigadores aún no han terminado. Ahora quieren saber más sobre los cambios genéticos y genómicos específicos que condujeron a la evolución de los petirrojos marinos.

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