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El uso recreativo de drogas triplica el riesgo de infarto, según un nuevo estudio
lunes, septiembre 02, 2024

El uso recreativo de drogas triplica el riesgo de infarto, según un nuevo estudio

El consumo de drogas recreativas triplica el riesgo de infarto

En muchas partes del mundo es bastante normal tomarse una pastilla en un festival o una fiesta. Pero piénsatelo bien. El consumo recreativo de drogas puede resultar peor de lo que se pensaba. Aumenta tres veces el riesgo de infarto, según un nuevo estudio francés.

Los franceses han hecho un buen estudio. Por una vez, el consumo de drogas no se basó en autoinformes, sino en análisis de orina. Analizaron a todos los pacientes ingresados en 39 hospitales franceses con problemas cardíacos agudos y graves en una quincena de abril de 2021. Eran algo menos de 1.500. Tenían una edad media de 63 años. A continuación se analizó su evolución al año siguiente. Esto demostró que los pacientes con antecedentes de consumo de drogas recreativas tenían tres veces más probabilidades de volver a tener problemas cardíacos graves en el plazo de un año.

Test de drogas positivo

“El 11 % de los pacientes ingresados en cuidados intensivos habían consumido drogas recreativas recientemente”, explica Raphael Mirailles, director de la investigación, del Hospital Lariboisiere de París, que llevó a cabo el estudio por iniciativa y bajo la supervisión del cardiólogo Théo Pezel. “El consumo de drogas recreativas se relacionó con una triplicación del riesgo de recurrencia de un episodio cardiovascular grave en el plazo de un año”. Piensa en infarto de miocardio, pero también en ictus o parada cardiaca. Se realizaron pruebas de cannabis, opiáceos, cocaína y anfetaminas (como MDMA y éxtasis).

Los pacientes con un resultado positivo en la prueba de drogas tenían más probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares graves que los no consumidores (13 % frente a 6 %, respectivamente). Se ajustaron múltiples factores, como la edad, el sexo, la diabetes, el tabaquismo, la tensión arterial y los antecedentes de enfermedad cardiovascular o cáncer. Se descubrió que la MDMA era la sustancia que más aumentaba el riesgo de problemas cardiacos: el riesgo era cuatro veces mayor. En el caso de la heroína y otros opiáceos, el riesgo era 3,6 veces mayor, y en el del cannabis, 1,8 veces.

Resultados desconcertantes

Los resultados dejaron perplejos a los investigadores. “No esperábamos encontrar una relación tan estrecha en el plazo de un año entre el consumo de drogas recreativas y los problemas cardiovasculares graves. Estos impresionantes resultados ofrecen nuevas perspectivas sobre la actual crisis de opiáceos que afecta a EE. UU.”, dice Mirailles. “Así que la crisis de las drogas en EE. UU. es mortal no solo por todas las sobredosis, sino también porque la gente corre un riesgo mucho mayor de sufrir problemas cardiacos”.

“Ningún estudio había mostrado hasta ahora resultados semejantes un año después de la hospitalización por un episodio cardiovascular agudo”, afirma Mirailles. “Otro punto fuerte de este estudio es que la detección de drogas no se basa en la autodeclaración (habitual en este tipo de estudios), sino en el cribado sistemático mediante un análisis de orina. Dado que en estudios anteriores el consumo de drogas recreativas no se declara en un 50 %, esto solo hace que nuestros resultados sean más creíbles”.

Motivo de preocupación

El investigador subraya la importancia de los resultados. “Realmente muestran una fuerte relación entre el consumo de drogas recreativas y los problemas cardiacos graves en el plazo de un año. Y cabe imaginar que el riesgo de problemas cardiacos graves no hará sino aumentar con el tiempo”, se muestra preocupado.

La explicación del mayor riesgo de cardiopatías por consumo de drogas no es tan sencilla: “La relación entre el consumo de opiáceos y los problemas cardiovasculares no está bien establecida. Varias hipótesis pueden explicar los resultados: por ejemplo, existe una interacción entre los fármacos y los tratamientos antitrombóticos. Asimismo, los trastornos hormonales se asocian al consumo de opiáceos, lo que puede favorecer la aterosclerosis. Además, el consumo de cannabis suele describirse en adultos jóvenes, mientras que los consumidores de opioides pueden ser mayores y tener más otras afecciones. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el consumo de cannabis era mucho más común que el de opiáceos en nuestro estudio, lo que puede haber influido en los resultados”, dijo Mirailles.

Más prevención

El investigador cree que hay que hacer mucho más en materia de prevención. “Al igual que ocurre con otros factores de riesgo cardiovascular tradicionales, es necesario mejorar la prevención. Por ejemplo, a pesar del conocido aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, el tabaco sigue siendo una de las principales causas de muerte prematura”.

“Los consumidores de drogas recreativas suelen ser jóvenes. Estos adultos jóvenes son menos susceptibles a la prevención, ya que las enfermedades cardiovasculares suelen considerarse como algo a lo que solo hay que enfrentarse más adelante en la vida. Se trata de una cuestión importante que hay que abordar, ya que el consumo de drogas recreativas es un factor importante en los pacientes jóvenes con infarto de miocardio, ictus o muerte súbita cardiaca”.

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