Un nuevo informe de la Universidad de Cambridge esboza una forma de conseguir que la aviación sea climáticamente neutra en 2050. Pero hay que actuar ya.
La aviación representa alrededor del 2,5 % de las emisiones mundiales de CO₂. Si añadimos otros efectos, como la formación de vetas de condensación, la cifra se eleva al 4 %. Pero en la actualidad, solo un 10 % de la población mundial vuela con regularidad y, a medida que aumente la prosperidad, esta cifra no hará sino aumentar. Ha llegado la hora de actuar, según un nuevo informe de la Universidad de Cambridge. Según los investigadores, la aviación climáticamente neutra es factible para 2050, pero los próximos cinco años requerirán un gran esfuerzo.
Las bandas de condensación desempeñan un papel clave
El informe, titulado “Cinco años para trazar un nuevo futuro para la aviación”, esboza un ambicioso plan quinquenal con cuatro objetivos concretos para 2030. Estos objetivos son cruciales para encarrilar la aviación hacia las emisiones netas cero en 2050. El primer objetivo se denominará “Operación Cielos Azules”. Este plan pretende desarrollar un sistema global para prevenir las estelas de condensación. De hecho, las rayas de condensación contribuyen significativamente al calentamiento global. Evitarlas podría reducir el impacto climático de la aviación hasta en un 40 %.
Volar con más eficiencia gracias a las nuevas tecnologías
Un segundo objetivo se centra en mejorar la eficiencia de todo el sistema de aviación. Esto incluye la optimización de las rutas de vuelo y la reducción de los tiempos de espera. Según el informe, esto podría reducir a la mitad el consumo de combustible de aquí a 2050. Además, el informe aboga por reformar las políticas en torno a los combustibles sostenibles para la aviación. Estos combustibles no solo deben ser sostenibles, sino que también deben poder producirse a gran escala sin agotar los recursos mundiales de biomasa. Por último, los investigadores piden que se pongan en marcha ambiciosos programas de demostración tecnológica. Estos “objetivos lunares” deberían acelerar las innovaciones revolucionarias y allanar el camino para las nuevas tecnologías en la aviación.
Dos de los cuatro objetivos ya son alcanzables en la actualidad
“La aviación se encuentra en un momento crucial, como la industria automovilística a finales de la década de 2000. Entonces se hablaba sobre todo de biocombustibles para sustituir a la gasolina y el gasóleo, hasta que Tesla revolucionó el futuro con los vehículos eléctricos. Nuestro plan quinquenal está diseñado para acelerar este momento de decisión en la aviación y situarla en la senda del cero neto para 2050”, afirma Rob Miller, coautor del informe. El informe destaca que dos de los cuatro objetivos son relativamente fáciles de alcanzar con la tecnología existente. Los otros dos requieren mucha más innovación tecnológica. Por lo tanto, para alcanzar los objetivos, hay que actuar cuanto antes, señala.
Cada vez volamos más
El tiempo corre. Los próximos cinco años serán cruciales para determinar si todos podemos disfrutar de una aviación climáticamente neutra en 2050, o pagar el precio de las oportunidades perdidas. Sin embargo, los autores del informe están convencidos de que no se trata de un objetivo inalcanzable. “El modelo del Acelerador del Impacto de la Aviación ha utilizado las mejores pruebas disponibles para demostrar que existen grandes retos a los que debemos enfrentarnos si queremos conseguir una aviación neutra a escala, pero que es posible”, afirmó Eliot Whittington, uno de los autores del informe. Mientras tanto, seguimos cogiendo el avión cada vez más a menudo. El número de vuelos comerciales no deja de crecer. En 2004, hubo unos 24 millones de vuelos en todo el mundo. Este año, la cifra ascenderá a algo más de 40 millones. Y de momento no hay señales de vuelos eléctricos ni de biocombustibles a gran escala.
Sin comentarios