Inicio
Corazón
COVID-19
Infartos
Pandemia
Salud
Vacunas
Rumores desmentidos: las vacunas contra la COVID-19 reducen el riesgo de infarto
viernes, agosto 02, 2024

Rumores desmentidos: las vacunas contra la COVID-19 reducen el riesgo de infarto

Las vacunas contra la COVID-19 reducen los problemas cardíacos: Rumores desmentidos

Significa que la vacunación no solo protege contra la grave COVID-19, sino que también tiene un efecto positivo en la reducción de las enfermedades cardiovasculares.

Durante la pandemia de la COVID-19, circularon varios rumores de que las vacunas contra la COVID-19 podían ser perjudiciales para la salud. Se sugería que podían dejar estériles a las mujeres y causar graves problemas de salud a largo plazo. Algunas historias hablaban incluso de problemas cardíacos a largo plazo o de insuficiencia cardíaca. Esto llevó a algunas personas a optar por no vacunarse. Ahora, un importante estudio descarta estas últimas suposiciones. Porque los resultados demuestran lo contrario.

Menor riesgo de infarto o ictus

Un nuevo estudio publicado en Nature Communications muestra que las tasas de infarto de miocardio e ictus son en realidad más bajas tras la vacunación por COVID-19. Este hallazgo se basa en un amplio estudio que incluyó a casi toda la población adulta de Inglaterra.

El equipo de investigación estudió datos sanitarios procesados de forma anónima de 46 millones de adultos en Inglaterra entre el 8 de diciembre de 2020 y el 23 de enero de 2022. Los científicos de datos compararon las tasas de enfermedades cardiovasculares antes y después de la vacunación y en personas que no habían sido vacunadas durante los dos primeros años del programa de vacunación. Los resultados mostraron que las tasas de infarto de miocardio e ictus eran hasta un 10 % más bajas en el periodo de 13 a 24 semanas tras la primera dosis. Tras una segunda dosis, se observó que la incidencia era hasta un 27 % inferior en las personas que habían recibido la vacuna de AstraZeneca y hasta un 20 % inferior en las que habían recibido la vacuna de Pfizer/BioNTech.

Desacreditado, casos raros

El rumor de que la vacunación sería perjudicial para el corazón ha quedado así desmentido. “Examinamos el impacto de las vacunas contra la COVID-19 sobre las enfermedades cardiovasculares en casi 46 millones de adultos de Inglaterra y descubrimos que la tasa de episodios cardiovasculares comunes, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, era menor que antes de la vacunación o sin ella”, afirma la investigadora Samantha Ip. “Estos hallazgos refuerzan la ya amplia evidencia de que el programa de vacunación contra la COVID-19 es eficaz en la protección contra la COVID-19 grave y ha salvado millones de vidas en todo el mundo”.

Por cierto, estos rumores no surgen de la nada. Estudios anteriores han demostrado que algunas vacunas contra la COVID-19 pueden provocar complicaciones cardiovasculares poco frecuentes. Se han notificado casos de inflamación del músculo cardíaco y del pericardio tras vacunas de ARNm como la de Pfizer/BioNTech. Sin embargo, estos casos son excepcionalmente raros. Según los investigadores, los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos. “Este estudio tranquiliza a los pacientes sobre la seguridad de la primera, segunda y dosis de refuerzo de las vacunas COVID-19”, afirma el investigador William Whiteley. “Demuestra que los beneficios de estas dosis superan a las muy raras complicaciones cardiovasculares”. Además, los investigadores tampoco hallaron nuevos episodios cardiovasculares directamente relacionados por vacunación contra la COVID-19, lo que subraya aún más la seguridad de las vacunas.

Infarto de miocardio tras COVID-19

¿Por qué la vacunación contra la  COVID-19 parece proteger contra los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares?. Tras la infección por COVID-19, el riesgo de enfermedad cardiovascular es mayor, especialmente en los casos graves. Esto podría explicar por qué las personas vacunadas tienen menos probabilidades de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares que las no vacunadas. Sin embargo, se necesitan más estudios para comprenderlo plenamente.

Con todo, los investigadores demuestran que la vacunación no solo protege contra la COVID-19 grave, sino que también tiene un efecto positivo en la reducción de las enfermedades cardiovasculares. El equipo cree que es crucial corroborar esto. Porque aunque la OMS puso fin a la emergencia por COVID-19 el 5 de mayo de 2023, la COVID-19 sigue siendo un problema de salud mundial. “Dado que las vacunas contra la COVID-19 desempeñan un papel importante en la protección contra esta enfermedad, es esencial seguir examinando de cerca sus beneficios y riesgos”, afirma la investigadora Venexia Walker. “La disponibilidad de datos sobre toda la población del Reino Unido nos permitió analizar distintos tipos de vacunas contra la COVID-19 y estudiar también complicaciones cardiacas poco frecuentes. Esta investigación solo ha sido posible gracias a la gran cantidad de datos a los que tenemos acceso y a la estrecha colaboración entre distintas instituciones”.

Sin comentarios