Ver este tipo de vídeos va más allá de la curiosidad; ofrece una visión más profunda del impacto de la catástrofe.
Hoy en día vemos con más frecuencia fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes y tormentas. Lo sorprendente no es solo el aumento de la frecuencia, sino también la creciente intensidad de estos fenómenos. Estos acontecimientos han creado un creciente interés entre el público. Esto se traduce a menudo en la retransmisión en directo de imágenes en plataformas como YouTube y TikTok. Un estudio reciente ha examinado por primera vez lo que motiva a la gente a ver estas retransmisiones, a menudo lúgubres, a veces durante hasta 12 horas.
Miramos en masa
“Cuando se producen acontecimientos terribles, como fenómenos meteorológicos extremos, tornados o erupciones volcánicas, la gente se siente enormemente atraída por verlos”, explica el investigador Simon Dickinson. “Al principio, esto parece similar a un ‘atasco fantasma’ (donde la gente reduce la velocidad para ver un accidente u otro incidente notable en la carretera). Pero nuestra investigación revela que las motivaciones para ver imágenes de condiciones meteorológicas extremas son mucho más profundas y complejas que eso”.
El estudio realizado
El estudio se centró en tres eventos en los que la gente vio en masa transmisiones en directo: el huracán Irma en 2017, el huracán Ian en 2022 y las tormentas Dudley, Eunice y Franklin en 2022. Los investigadores analizaron nueve transmisiones en directo de los huracanes y tormentas. Estas retransmisiones incluían un total de 65 horas de vídeo y fueron vistas por más de 1,8 millones de personas.
Durante este periodo, 5000 cuentas únicas publicaron más de 14 300 comentarios. Esto demuestra inequívocamente que las imágenes habían generado mucho interés entre el público. Muchas de las secuencias eran canales de webcams existentes que mostraban la situación en playas o puertos. En algunos casos, los afectados compartieron imágenes en directo de las cámaras de seguridad de sus casas o de los timbres de sus puertas.
¿Por qué la gente miraba en masa? Un análisis minucioso de los comentarios de los espectadores muestra que los habitantes de las zonas afectadas utilizaron las retransmisiones en directo para hablar de los consejos oficiales del Gobierno, como si debían evacuar o no. Otros se sintieron atraídos por las transmisiones debido a su conexión con la zona afectada. Para ellos, ver las imágenes en directo, incluso expresar la esperanza de que el huracán o la tormenta pasara sin daños, era una forma de mostrar su apoyo a los damnificados. “Las transmisiones en directo permiten a la gente, esté donde esté, comunicarse en tiempo real durante un acontecimiento grave”, explicó Dickinson. “Las imágenes sirven como punto de referencia a través del cual la gente puede comprobar su comprensión de la gravedad del suceso y cómo se manifiestan los peligros. También actúa como punto de encuentro en línea donde la gente puede compartir experiencias de sucesos similares”.
Más allá de la curiosidad
Así pues, ver este tipo de vídeos no es solo curiosidad, sino que también permite comprender mejor el impacto de la catástrofe. La gente está ansiosa por saber más sobre los aspectos científicos de lo que está ocurriendo. También vemos estos vídeos para comprender mejor los riesgos. Y además, nos permite comprometernos, compartir información y ofrecer apoyo a las comunidades afectadas. “El estudio ofrece una visión fascinante del comportamiento humano que antes no se comprendía del todo”, afirmó Dickinson.
“Gracias al estudio, ahora comprendemos mejor por qué a muchas personas les atrae tanto ver imágenes de catástrofes”. “Aunque los científicos están mejorando en la comunicación de riesgos, la gente suele preferir hablar de peligros en entornos informales y menos controlados”, afirma Dickinson. “Las condiciones meteorológicas extremas son importantes porque ponen a la gente en alerta y suscitan conversaciones sobre los peligros que entrañan, cómo funcionan y cómo afectarán cada vez más a nuestras vidas en el futuro. Por eso es importante entender las nuevas prácticas digitales, como la retransmisión en directo; no actúan solo como plataformas para el sensacionalismo durante las catástrofes. Por el contrario, son espacios donde la gente puede aprender, formar comunidades y encontrar apoyo emocional en un mundo que parece cada vez más impredecible”.
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