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Los edulcorantes invaden nuestras aguas, podrían tener un impacto devastador en los ecosistemas acuáticos
miércoles, julio 10, 2024

Los edulcorantes invaden nuestras aguas, podrían tener un impacto devastador en los ecosistemas acuáticos

Aquí podemos ver un grupo de bebidas endulzadas con edulcorantes

Los edulcorantes son ideales en tu refresco de cola o tu café, te ahorran unas cuantas calorías más. Pequeño inconveniente: apenas son biodegradables y, por tanto, permanecen flotando en el medio ambiente para siempre.

Hace tiempo que se sabe que el cuerpo humano no puede descomponer la sucralosa, uno de los edulcorantes más utilizados. Pero ahora los investigadores concluyen que la sustancia es tan estable que también escapa a la eliminación de residuos y, por tanto, acaba en nuestra agua potable.

Molécula resistente

“No podemos procesar la sucralosa y muchos microorganismos tampoco, porque es una molécula muy dura que no se descompone fácilmente. Así que hay muchas preguntas sobre cómo afecta la sustancia al medio ambiente y si puede afectar a nuestras comunidades microbianas”, explica Tracey Schafer, investigadora de la Universidad de Florida.

Schafer colaboró en un estudio reciente que muestra cómo la sucralosa afecta al comportamiento de las cianobacterias (bacterias fotosintéticas que viven en el mar) y las diatomeas, algas microscópicas que constituyen un tercio de la producción primaria de alimentos en la cadena alimentaria marina.

Así pues, los investigadores recogieron muestras de suelo y agua en un lugar de agua dulce y otro de agua salobre en Marineland (Florida). De vuelta a su laboratorio de San Agustín, expusieron las muestras a distintas concentraciones de sucralosa y midieron la fotosíntesis y la respiración microbiana en dos periodos distintos: cada cuatro o seis horas durante un día y cada 24 horas durante cinco días.

En comparación con un grupo de control, la concentración de cianobacterias de agua dulce aumentó cuando las muestras se expusieron a la sucralosa, pero la concentración de cianobacterias de agua salobre alcanzó su punto máximo y se desplomó después de añadir el edulcorante. “Existe la posibilidad de que los organismos de agua dulce confundan la sucralosa con un nutriente, un azúcar que puedan utilizar como alimento”, responde Amelia Westmoreland, autora principal del estudio.

Ecosistema desequilibrado

Tanto las diatomeas de agua dulce como las de agua salobre expuestas a la sucralosa disminuyeron en comparación con un grupo de control. Sin embargo, la diferencia fue mayor en los experimentos de agua dulce. Pero la cuestión no es si este tipo de microbios aumentó o disminuyó. La cuestión es que la sucralosa tiene un impacto en las poblaciones de microbios y, por tanto, puede amenazar los ecosistemas, dijo Westmoreland. “Un ejemplo extremo de cómo puede desarrollarse esto es que la comunidad de diatomeas empiece a desaparecer, y el otro extremo es que estos microbios se apoderen de todo”, explica.

Pero todavía hay muchas cosas que no están claras sobre el impacto de la sucralosa en los ecosistemas marinos. Lo que sí se sabe es que está presente porque no se degrada y que hace algo a las poblaciones de microbios. “Creo que este estudio es un buen primer paso para estudiar cómo afecta la sucralosa a la vida diminuta de nuestra agua, y espero que dé lugar a más investigaciones”, concluye Schafer.

Por qué necesitamos consumir más edulcorantes

Por alguna razón, la gente suele pensar que los edulcorantes no son saludables, pero como se ha dicho a menudo, son las sustancias mejor investigadas que existen y solo en dosis muy altas pueden ser perjudiciales, pero esto último se aplica incluso al agua. Otro argumento en contra de los edulcorantes (la sucralosa, pero también el aspartamo o la estevia) es que pueden aumentar el apetito y, por tanto, hacer ganar peso en lugar de perderlo. Sin embargo, un estudio publicado en marzo demuestra que no es así. Los resultados fueron incluso mejores de lo esperado: en cuanto al hambre y la producción de hormonas del hambre, no importaba si los participantes comían galletas con azúcar real o con edulcorantes, pero los niveles de insulina y de azúcar en sangre eran más bajos dos horas después del tentempié edulcorado que después de una galleta con azúcar real. Según los investigadores, los edulcorantes son, por tanto, una buena forma de controlar el hambre, la energía y el peso.

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