Las personas que se describen a sí mismas como vespertinas obtienen mejores resultados en pruebas cognitivas que las que se ven a sí mismas como matutinas.
¿Con cuál se identifica más: es usted alguien a quien le gusta trasnochar o prefiere estar junto a su cama antes del amanecer? Si se sitúa en la primera categoría, está de suerte. Porque los investigadores han descubierto que las personas nocturnas son “mentalmente más agudas” que las matutinas.
¿Qué entienden los investigadores por “agudeza mental”? Se refiere a lo bien y rápido que puedes pensar, razonar, recordar y procesar la información. Se refiere a la eficacia con la que funciona la mente, que es crucial para tareas como la resolución de problemas, la toma de decisiones y la comprensión de información compleja.
Para este estudio, los investigadores utilizaron datos de la extensa base de datos del Biobanco del Reino Unido y analizaron el rendimiento de los adultos británicos en diversas pruebas cognitivas. El estudio incluyó datos de más de 26 000 personas y examinó cómo distintos aspectos del sueño (como la duración, los patrones y la calidad del sueño) afectan a la agudeza mental y a las capacidades cognitivas generales. También se analizó si los participantes se describían a sí mismos como “persona matutina” o “persona vespertina”, indicando a qué hora del día se sentían más alerta y productivos.
Entre siete y nueve horas de sueño
El estudio, publicado en BMJ Public Health, concluyó que dormir entre siete y nueve horas por noche es lo mejor para el cerebro. Esto mejora la memoria, la capacidad de razonamiento y la rapidez de procesamiento de la información. Por el contrario, dormir menos de siete horas o más de nueve tiene un claro efecto negativo en la función cerebral.
Los investigadores también analizaron otros factores que pueden afectar a la salud y el estilo de vida, como la edad, el sexo, el tabaquismo, el consumo de alcohol y padecer enfermedades crónicas como cardiopatías y diabetes. En general, las personas más jóvenes y las que no padecían enfermedades crónicas obtuvieron puntuaciones más altas en las pruebas cognitivas. Además, las elecciones de estilo de vida más saludables solían estar relacionadas con un mejor rendimiento cognitivo.
Persona matutina o vespertina
Hasta aquí, quizá, nada sorprendente. Pero lo sorprendente es que los investigadores descubrieron que el cronotipo de una persona (es decir, si es una persona matutina o vespertina) también afectaba a las puntuaciones en las pruebas. Las personas nocturnas, que son naturalmente más activas por la noche, obtuvieron mejores resultados en las pruebas que las matutinas, que son más activas a primera hora de la mañana. En general, las personas matutinas obtuvieron las puntuaciones cognitivas más bajas en ambos grupos estudiados. Las puntuaciones mejoraron para las personas con una ligera preferencia tanto por el día como por la noche, mientras que las personas vespertinas obtuvieron las puntuaciones más altas en ambos grupos estudiados.
En concreto, los noctámbulos obtuvieron un 13,5 % más de puntuación que los matutinos en un grupo y un 7,5 % más en otro. Los durmientes intermedios (una mezcla de ambos) también obtuvieron mejores resultados, con puntuaciones aproximadamente un 10,6 % y un 6,3 % superiores a las de los matutinos en ambos grupos estudiados, respectivamente. Estas diferencias fueron altamente significativas, lo que significa que no pueden explicarse simplemente por el azar.
Pruebas cognitivas
En resumen, las personas nocturnas obtuvieron sistemáticamente mejores resultados en las pruebas cognitivas que las matutinas. “Esta preferencia no parece ser solo una elección personal, sino que puede influir realmente en nuestra función cognitiva”, afirma Raha West, líder de la investigación. “Por cierto, es importante subrayar que no todas las personas madrugadoras obtienen necesariamente peores resultados en las tareas cognitivas. Pero nuestros resultados muestran una tendencia general: la mayoría de los noctámbulos obtienen mejores resultados”.
Aquellos que ahora se sienten dirigidos como personas matutinas y preferirían transformarse en personas vespertinas; eso podría ser complicado. “Cambiar de una persona matutina a una vespertina requiere mucho esfuerzo, incluso si se ajustan gradualmente las horas de sueño, se recibe más luz nocturna y se intenta mantener un ritmo de sueño regular”, afirma West. “Por eso es importante entender tus preferencias naturales de sueño y trabajar correctamente con ellas”.
La duración del sueño
Además, West subraya que es muy importante dormir las horas adecuadas, ni demasiado ni demasiado poco. Por ejemplo, el estudio muestra claramente que la duración del sueño afecta directamente a la función cerebral. “Esto es esencial para mantener una función cerebral sana y para un funcionamiento óptimo”, subraya West. Lo sorprendente, sin embargo, es que aunque la duración del sueño es importante, las personas que tienen problemas de sueño no obtuvieron puntuaciones significativamente más bajas en el rendimiento cognitivo. Esto podría indicar que habría que tener en cuenta aspectos específicos del insomnio, como su gravedad y duración.
En definitiva, los resultados ponen de relieve no solo la importancia de dormir adecuadamente, sino también de comprender y respetar los cronotipos individuales para mantener una salud cognitiva óptima. Dicho esto, los investigadores instan a todo el mundo a prestar mucha atención a cómo duerme. “Además, abogamos por medidas para mejorar los patrones de sueño de las personas en general”, concluye el investigador Daging Ma.
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