Parece un método prometedor para eliminar estos contaminantes del agua potable.
Los científicos están muy preocupados por las enormes cantidades de partículas de PFAS que no solo han penetrado por todas partes en el medio ambiente, sino que también están en nuestro cuerpo. Hace poco se reveló que incluso nuestra agua potable contiene niveles alarmantes de estas sustancias. El mayor inconveniente de los PFAS es que apenas se descomponen, de ahí el sobrenombre de “sustancias químicas eternas”. Pero tal vez los recalcitrantes PFAS hayan encontrado ahora la horma de su zapato. Y es que los investigadores han descubierto un microbio poco común que destruye rápidamente ciertas partículas de PFAS.
¿Qué son los PFAS?
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, más conocidas como PFAS, son un grupo de más de 14 000 sustancias químicas artificiales que son populares desde la década de 1950 por sus propiedades repelentes del calor, el agua, la grasa y las manchas. Como consecuencia, se utilizan ampliamente en productos cotidianos como sartenes antiadherentes, ropa, cosméticos, insecticidas y envases de alimentos. Además, los PFAS también se encuentran en espumas contra incendios y en diversos productos industriales. Por muy cómodas que parezcan estas sustancias, son tóxicas para los seres humanos y los animales. Sin embargo, se liberan ampliamente en el medio ambiente, principalmente a través de las emisiones de las fábricas que producen o utilizan PFAS. Además, pueden acabar en el medio ambiente por el uso de determinados productos que contienen PFAS, como espumas contra incendios, impregnantes textiles, lubricantes, o cuando los productos que contienen PFAS acaban en los residuos. Es muy alarmante. De hecho, estas sustancias son conocidas por sus efectos negativos para la salud. Por ejemplo, incluso niveles muy bajos en el agua potable ya se han relacionado con el deterioro de la función del sistema inmunitario y con un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Además, los PFAS están relacionados con el aumento de los niveles de colesterol, problemas reproductivos y de desarrollo, daños en las funciones hepáticas y reducción del peso al nacer.
Se trata de un gran avance. Porque, potencialmente, estos microbios pueden ayudar a eliminar el extenso problema de los PFAS. Sin embargo, Men subraya que las bacterias solo son eficaces contra los compuestos PFAS insaturados, que tienen dobles enlaces carbono-carbono en su estructura química. No obstante, se trata de un importante paso adelante. El año pasado, One también descubrió otros microbios capaces de extraer átomos de cloro de los compuestos PFAS clorados. Esto garantiza la degradación y eliminación de estos contaminantes. El último descubrimiento aumenta significativamente el número de compuestos PFAS que pueden biodegradarse.
Más información sobre la defluoración reductora
La defluoración reductora es un proceso químico en el que el flúor (F) se elimina de una molécula mediante un mecanismo reductor. Este proceso puede llevarse a cabo por organismos biológicos como las bacterias que producen enzimas específicas capaces de romper los fuertes enlaces de fluorocarbono de los compuestos PFAS. En la defluoración reductora, el ion fluoruro (F-) se libera del átomo de carbono, descomponiendo el compuesto PFAS en compuestos menos nocivos o no persistentes.
Además del descubrimiento de estos microorganismos concretos, los mismos científicos también han identificado las enzimas (proteínas que actúan como catalizadores de las reacciones químicas en los organismos vivos) que son cruciales en estas bacterias para romper los enlaces carbono-flúor. Este descubrimiento permite a los investigadores mejorar estas enzimas para que también puedan funcionar con otros tipos de compuestos PFAS. “Si entendemos el proceso, podremos encontrar enzimas similares fijándonos en las propiedades moleculares identificadas y mejorarlas para que actúen con mayor eficacia”, explica Men. “Además, si podemos diseñar una enzima nueva o modificar la existente con esta comprensión del mecanismo, podremos hacerla más eficaz y adecuada para una gama más amplia de moléculas PFAS”.
Algunas ventajas importantes
El uso de microbios para tratar las aguas subterráneas tiene varias ventajas importantes. En primer lugar, nos acerca al objetivo de filtrar eficazmente las fuentes de agua potable contaminadas. Y además de una forma bastante barata y respetuosa con el medio ambiente. Esto se debe a que los microbios descomponen los contaminantes antes de que el agua llegue a los pozos. La idea es añadir las bacterias deseadas a las aguas subterráneas junto con nutrientes para aumentar su número. Y entonces pueden ponerse a trabajar.
El estudio ofrece un pequeño rayo de esperanza. Porque, al parecer, existen realmente ciertas formas de vida que se ocupan de las partículas contaminantes de PFAS. El estudio anima a seguir investigando en el desarrollo de métodos biotecnológicos avanzados para hacer frente con eficacia a los contaminantes químicos del medio ambiente.
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