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El cambio climático está alterando los patrones de precipitación en todo el mundo
martes, julio 30, 2024

El cambio climático está alterando los patrones de precipitación en todo el mundo

¿Por qué llueve tanto últimamente? El cambio climático altera los patrones de precipitación

Puede que ahora estés en la playa, pero no hace mucho llovía a cántaros. Y no paraba. Investigadores chinos y británicos han descubierto que las lluvias eran inusuales y que se debían al cambio climático.

Se trata de la primera prueba real de que el calentamiento global está haciendo más variables los patrones de precipitación a escala mundial. Las variaciones en las precipitaciones han aumentado en tres cuartas partes del globo, especialmente en Australia, el este de Norteamérica y Europa. Los modelos climáticos predijeron que esto ocurriría, pero ya parece haber empeorado en los últimos 100 años.

Más lluvia y más sequía

Los investigadores hablan de una mayor variabilidad de las precipitaciones, con lo que en realidad están diciendo que las precipitaciones están peor distribuidas a lo largo del año. Los periodos secos son más secos que antes y los húmedos, más húmedos. Desde 1900, la variabilidad diaria global ha aumentado un 1,2 % por década, y después de 1950 esta tendencia se aceleró. La lluvia cae de forma menos uniforme en el tiempo, de modo que a veces caen milímetros de agua durante un mes en unos pocos días, y los largos periodos de sequía se intercalan con aguaceros e inundaciones. El aumento de la variabilidad se produjo en las cuatro estaciones, aunque hay diferencias regionales.

Atmósfera más cálida y húmeda

El aumento se explica en gran medida por el calentamiento global. Como consecuencia, la atmósfera se calienta más, los chubascos son más intensos y las fluctuaciones son mayores. Para entenderlo mejor, hay que saber qué factores determinan la cantidad de lluvia intensa que produce una tormenta, escriben los investigadores. El primer factor es la cantidad de vapor de agua en el aire. El aire caliente retiene más humedad. Cada grado de calentamiento supone un 7 % más de vapor de agua. Desde la revolución industrial, la Tierra se ha calentado 1,5 grados. Esto equivale a un 10 % más de vapor de agua en la baja atmósfera. Como resultado, las tormentas son mucho más lluviosas. El segundo factor es la intensidad de los vientos y, en tercer lugar, la facilidad con que se forman las gotas de lluvia a partir de las partículas más pequeñas de las nubes. Es necesario seguir investigando para comprender cómo afecta el cambio climático a estos factores, pero las pruebas actuales sugieren que juntos provocan un mayor aumento de las precipitaciones en periodos cortos de tiempo y, sobre todo, durante tormentas muy extremas.

Inundaciones en Sídney 

Los investigadores se fijaron especialmente en Australia, donde cada vez se alternan más la sequía grave y las precipitaciones. Basándose en simulaciones, muestran que es probable que las variaciones de las precipitaciones aumenten más de lo que predicen los modelos actuales. Y lo mismo podría ocurrir en el resto del mundo. “En 2022, examinamos las precipitaciones por hora en Sídney utilizando datos de radar. Encontramos que la precipitación máxima por hora ha aumentado en un 40 % en las últimas dos décadas”, escriben los investigadores. “Nuestros hallazgos tienen importantes implicaciones para la resistencia de Sídney a las inundaciones repentinas. Es probable que aguaceros más intensos inunden el sistema de drenaje que no está hecho para las condiciones actuales”.

Preocupación por la variabilidad

Pero una mayor variabilidad en los patrones de precipitación no solo significa más humedad, sino también más sequedad. Un cambio en tan solo un puñado de días de fuertes lluvias puede hacer o deshacer un periodo de sequía en Australia. Esto significa que incluso pequeños cambios en la variabilidad podrían causar sequías más devastadoras en el futuro, a medida que los periodos secos se vuelven más secos.

La gente suele fijarse demasiado en si su país es cada vez más húmedo o más seco, pero este nuevo estudio demuestra que más vale que se preocupen por la variabilidad: se avecinan periodos más extremos tanto de sequía como de humedad. Por eso es necesario actuar. Pensemos en un mejor drenaje en las ciudades, mayores reservas de agua y mejores estrategias para hacer frente a las catástrofes naturales. Y como el problema no hace sino empeorar, es aún más necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global, concluyen los investigadores.

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