La Corriente del Golfo forma parte de una gran corriente oceánica llamada AMOC. Y si toda esta circulación se colapsara, las temperaturas en Europa podrían descender entre 10 y 15 grados centígrados.
La Corriente del Golfo es una corriente oceánica que sube por la costa este de Estados Unidos y luego cruza el Atlántico hacia Europa. El agua de la Corriente del Golfo es cálida y de origen tropical. Cuando esta corriente llega a Europa, el agua caliente libera calor a la atmósfera, provocando que las temperaturas en Europa sean más altas de lo que serían de otro modo. Nuevas investigaciones han demostrado ahora que la corriente del Golfo puede ser susceptible al cambio climático. Y si esta corriente se debilita, podría tener un gran impacto en las temperaturas que predominan en Europa.
La investigación, publicada en Nature, descubrió que durante la última glaciación, hace unos 20 000 años, la corriente del Golfo era más fuerte que en la actualidad. Esto se explica por la mayor fuerza de los vientos en el Atlántico Norte subtropical. Esto sugiere que si el cambio climático conduce a una disminución de estos vientos subtropicales en el futuro (como muestran algunos estudios) la Corriente del Golfo podría debilitarse. Y esto es bastante preocupante. En efecto, una corriente del Golfo más débil podría reducir en gran medida la cantidad de calor tropical que llega a Europa. Y eso, a su vez, podría provocar el enfriamiento de todo el continente.
Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico
La Corriente del Golfo es también una parte importante de la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC). Esta circulación está impulsada por dos procesos principales: en primer lugar, la formación de aguas profundas en el frío Atlántico Norte subpolar, donde el enfriamiento hace que las aguas superficiales se vuelvan pesadas y se hundan hasta el fondo, y en segundo lugar, por la influencia de los vientos. Los científicos llevan mucho tiempo preocupados por la forma en que el cambio climático podría debilitar la AMOC. El agua de deshielo de los glaciares que fluyen frente a Groenlandia podría interferir en la formación de esta agua profunda, permitiendo que llegue a Europa menos agua tropical cálida y provocando posiblemente el enfriamiento del continente.
Debilitamiento de la AMOC
La combinación del debilitamiento de los vientos y la menor formación de aguas profundas podría debilitar significativamente la Corriente del Golfo. Si la AMOC llegara a colapsar (un escenario considerado improbable, pero teóricamente posible) podría provocar una caída de 10-15 grados centígrados en las temperaturas europeas. Esto tendría graves consecuencias para la agricultura y los patrones climáticos del continente. Además, la reducción de la parte de la corriente del Golfo impulsada por el viento podría agravar aún más estos efectos.
Enfriamiento del clima en Europa
“No siempre se reconoce plenamente la importancia de las corrientes oceánicas en el transporte de calor por el planeta y en la determinación de nuestro clima”, afirma el investigador Mark Maslin. “Irónicamente, un clima más cálido podría enfriar parte de Europa al perturbar la AMOC. Nuestra reciente investigación se suma a esta comprensión al demostrar que el debilitamiento de los vientos que impulsan la Corriente del Golfo podría reducir aún más la circulación del calor, lo que tendría consecuencias significativas para el continente”.
Aunque la AMOC y sus diversos flujos, incluida la Corriente del Golfo, se comparan a veces con una enorme cinta transportadora, este estudio muestra lo complejo que es en realidad este sistema. Cada parte del flujo puede responder al cambio climático a su manera. “En lugar de la comparación habitual con una cinta transportadora, puede tener más sentido pensar en la AMOC como una serie de bucles interconectados”, señala el investigador David Thornalley. “Uno de ellos es el bucle subtropical, del que forma parte la corriente del Golfo. También existe un bucle subpolar que transporta calor más al norte, hacia el Ártico. Nuestro estudio ha demostrado que durante la última era glacial, el bucle subtropical era más fuerte que ahora, mientras que el bucle subpolar era presumiblemente más débil. Esto subraya la importancia de estudiar cómo pueden cambiar estas diferentes partes y qué efectos climáticos están asociados a ellas cuando se investiga el cambio climático inducido por el hombre y la AMOC”.
En resumen, el estudio aporta nuevos conocimientos sobre el funcionamiento de la Corriente del Golfo y lo que esto puede significar para el clima en el futuro. Y si la Corriente del Golfo se debilita, sin duda se notará en Europa. El posible impacto de una corriente del Golfo más débil sobre las temperaturas y los patrones climáticos en Europa pone de relieve por qué es crucial vigilar e investigar continuamente las corrientes oceánicas. Solo así podremos saber y comprender mejor lo que se nos viene encima.
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