Hay un 40 % más de óxido nitroso, o gas de la risa, en el aire que hace 40 años. Y lo hemos provocado nosotros mismos. En 2020 se liberaron a la atmósfera más de 10 millones de toneladas de este gas de efecto invernadero, procedentes en su mayor parte del sector agrícola.
Así lo indica un nuevo informe del Global Carbon Project sobre este gas más potente que el CO₂ e incluso que el metano. Los agricultores son responsables de casi tres cuartas partes de las emisiones de óxido nitroso causadas por el hombre en la última década. Esto se debe principalmente al uso de fertilizantes y estiércol común en las tierras de cultivo.
En un momento en el que deberíamos estar haciendo todo lo posible para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el óxido nitroso fluye hacia la atmósfera como si no pasara nada. En 2020 y 2021, las emisiones de este gas alcanzaron niveles récord, según investigadores de Boston. En la Tierra, el nitrógeno (principal componente del óxido nitroso) contamina el suelo, el agua y el aire. En la atmósfera, el óxido nitroso daña la capa de ozono y agrava el calentamiento.
El mayor estudio de la historia
Las emisiones del sector agrícola fueron de unos 8 millones de toneladas en 2020, un 67 % más que en 1980, según el mayor estudio sobre el tema jamás realizado. Las conclusiones se basan en millones de mediciones realizadas en las últimas cuatro décadas en la tierra y en la atmósfera, así como en el agua dulce y el océano. En el estudio han trabajado 58 investigadores de 55 organizaciones de 15 países. Y no están contentos.
“Las emisiones de óxido nitroso deben reducirse para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados, como se acordó en el Acuerdo de París”, dice el investigador principal Hanqin Tian, profesor de sostenibilidad en el Boston College. “Reducir las emisiones de óxido nitroso es la única solución, ya que actualmente no existe ninguna tecnología que pueda eliminarlo de la atmósfera”.
Se produce demasiado estiércol
La concentración de óxido nitroso en la atmósfera en 2022 era de unas 336 partes por billón, lo que supone un aumento del 25 % respecto a los niveles preindustriales. Esto es mucho más de lo que predijo anteriormente el IPCC, por ejemplo.
Todos los agricultores del mundo utilizaron juntos solo 60 millones de toneladas de fertilizantes nitrogenados (destinados principalmente a restaurar los niveles de nitrógeno en el suelo) en 1980. En 2020, esa cifra habría aumentado a 107 millones de toneladas. Al mismo tiempo, el estiércol del ganado aportó 101 millones de toneladas en 2020, lo que hace un total combinado de 208 millones de toneladas. Y lo peor de todo es que el óxido nitroso provoca 300 veces más calentamiento que el CO₂.
Los mayores contaminantes
Los 10 países que más óxido nitroso emiten son China, India, Estados Unidos, Brasil, Rusia, Pakistán, Australia, Indonesia, Turquía y Canadá. Sin embargo, no todo es pesimismo. Algunos países han conseguido reducir sus emisiones. Por ejemplo, las emisiones de óxido nitroso de China llevan disminuyendo desde 2015, y Europa también está reduciendo sus emisiones en la última década. En Estados Unidos, las emisiones del sector agrícola aumentan lentamente, mientras que la industria emite menos. En conjunto, se mantienen más o menos igual allí.
Desde 2001, el Global Carbon Project estudia el impacto de la actividad humana en las emisiones de gases de efecto invernadero y elabora un presupuesto para los tres gases principales (CO₂, metano y óxido nitroso) teniendo en cuenta no solo las emisiones, sino también el almacenamiento de gases de efecto invernadero.
Una noticias preocupantes
Así, el último informe ha examinado exhaustivamente el impacto del óxido nitroso. Las conclusiones son motivo para que los investigadores aconsejen que se dediquen muchos más esfuerzos a reducir las emisiones de óxido nitroso, por ejemplo, garantizando que los agricultores utilicen menos fertilizantes nitrogenados y estiércol animal.
“Aunque se han desarrollado algunas iniciativas de éxito para reducir las emisiones de nitrógeno, hemos comprobado que en la última década se ha producido una aceleración en el ritmo de liberación de este gas a la atmósfera”, afirma Josep Canadell, director del Global Carbon Project. “El aumento de óxido nitroso en la atmósfera en 2020 y 2021 fue mayor que en cualquier otro año y más de un 30 % superior al aumento medio de la última década”. Preocupantes cifras, pues, que no auguran nada bueno para el calentamiento global.
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