¿Todos los kilos pasan por la boca? Claro, pero para algunas personas ese kilo se pega a las caderas más rápido que para otras. Investigadores británicos han descubierto que las personas con una variante genética que desactiva el gen SMIM1 engordan más porque gastan menos energía en reposo.
El SMIM1 no se descubrió hasta hace una década, cuando los investigadores buscaban en realidad otro gen, perteneciente a un grupo sanguíneo específico, conocido como Vel. Solo una de cada cinco mil personas carece de las dos copias del gen, lo que las convierte en Vel negativas. El nuevo estudio revela que estas personas tienen más probabilidades de padecer sobrepeso.
Un descubrimiento accidental
Las personas sin las dos copias del gen presentan todo tipo de valores relacionados con la obesidad, como niveles más altos de grasa en sangre, mucho tejido adiposo y enzimas hepáticas elevadas, además de niveles más bajos de hormonas tiroideas.
“El número de obesos se ha triplicado en los últimos 50 años y es probable que en 2030 haya más de mil millones de obesos en el mundo. Las enfermedades asociadas suponen una enorme carga para el sistema sanitario”, afirma Mattia Frontini, investigador de la Universidad de Exeter, que insiste en la importancia de hacer algo al respecto.
Nuevos y probables tratamientos
Aunque no es fácil. “La obesidad está causada por un desequilibrio entre la ingesta y la quema de energía, que suele ser una compleja interacción de factores relacionados con el estilo de vida, el entorno y la genética. En una pequeña minoría de personas, la obesidad está causada por variantes genéticas. Si este es el caso, a veces pueden descubrirse nuevos tratamientos que ayuden a estas personas. Nuestros hallazgos demuestran la importancia de investigar las causas genéticas de la obesidad para llegar a los mejores métodos de tratamiento posibles, pero también para reducir el estigma asociado a la obesidad”, explica el científico.
Todo un trabajo, la búsqueda de la variante genética
Los investigadores examinaron los datos genéticos de casi 500 000 británicos hasta encontrar 104 con la variante genética que provoca el deterioro de la función del gen SMIM1. Resulta que eran casi tantas mujeres como hombres.
A través de otra base de datos, encontraron muestras de sangre fresca de individuos tanto Vel-negativos como positivos. Tras analizar más a fondo los datos, los investigadores llegaron a la conclusión de que esta variante SMIM1 es un factor importante en el desarrollo de la obesidad. Supuestamente, hay unas 300 000 personas en el mundo con la variante genética que aumenta el riesgo de obesidad.
¿Cuántos kilos de más se atribuye al gen SMIM1?
Lo interesante, por supuesto, es saber cuántos kilos de peso pueden atribuirse al gen SMIM1. En
“SMIM1 se descubrió hace solo una década como proteína del grupo sanguíneo en los glóbulos rojos y se buscaba desde hacía mucho tiempo”, explica la investigadora Jill Storry, de la Universidad de Lund (Suecia). “Pero su otra función seguía siendo desconocida, hasta ahora. Es muy especial descubrir que el gen también tiene un papel más general en el metabolismo humano”.
Los investigadores están ahora especialmente interesados en ver cómo pueden traducir los nuevos conocimientos en soluciones prácticas para las personas con la variante genética. “Con la mayor disponibilidad de datos genéticos y más información sobre el mecanismo de SMIM1, esperamos que se pueda identificar a las personas que no tienen este gen para que puedan recibir el tratamiento adecuado”, concluye el investigador principal, Luca Stefanucci, de la Universidad de Cambridge.
Así que algunas personas realmente no pueden evitar engordar demasiado: pueden culpar con razón a sus genes. Pero las probabilidades de que engordes más fácilmente como consecuencia de ello son escasas: al fin y al cabo, solo 1 de cada 5000 personas carece de ambas copias del gen SMIM1.
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