De vez en cuando surgen buenas noticias sobre el calentamiento global. Por ejemplo, ahora los investigadores han descubierto que un alga común en el océano está ayudando a enfriar el planeta.
El alga produce una sustancia especial que tiene un efecto refrigerante. Según investigadores británicos y chinos, cuyo estudio aparece en Nature, esto podría cambiar por completo nuestra comprensión de cómo estos diminutos organismos influyen en el clima.
Gases refrigerantes
Se trata del alga Pelagophyceae. Que produce en grandes cantidades una enzima llamada dimetilsulfoniopropionato, o DMSP para abreviar. “Las Pelagophyceae se cuentan entre las algas más abundantes de la Tierra, pero hasta ahora no se sabía que fueran productoras tan importantes de DMSP. Este descubrimiento es asombroso porque el DMSP no solo es una importante fuente de alimento para otros microorganismos, sino también una enorme fuente de gases que enfrían el clima”, explica el profesor Jonathan Todd, de la Universidad de East Anglia.
“Por lo que ahora sabemos sobre el papel de esta alga en la producción de DMSP, tenemos que revisar qué cantidad de esta sustancia se produce y cómo repercute en el clima”, añade la investigadora Jinyan Wang. “Es de suponer que hay mucha más cantidad del gas de lo que se pensaba, por lo que el efecto de enfriamiento probablemente también sea mayor”.
El inconfundible olor del mar
Cada año, el fitoplancton y otros microorganismos producen miles de millones de toneladas de DMSP en los océanos. Les ayuda a sobrevivir protegiéndoles de todo tipo de factores de estrés, como los cambios de salinidad, el frío, las altas presiones y el estrés oxidativo. Y lo que es más importante, el DMSP es la principal fuente de un gas llamado dimetilsulfuro (DMS). Todos lo conocemos como el típico olor a mar. Este gas también actúa como molécula de señalización: guía a los organismos marinos hacia su alimento y disuade a los depredadores.
Según este estudio, se produce mucho más DMSP de lo que se pensaba y, por tanto, también se libera mucho más gas DMS. Esto pone de manifiesto que los microbios desempeñan un papel aún más importante en la regulación del clima mundial de lo que se creía.
Las nubes reflejan la luz solar
Pero, ¿cómo provoca este gas el enfriamiento de la Tierra? En realidad es bastante sencillo: cuando el DMS entra en la atmósfera, el gas provoca la formación de nubes, que reflejan la luz solar, impidiendo que llegue a la Tierra. Así, el planeta se calienta menos rápidamente. Este proceso natural es esencial para regular el clima de nuestro planeta y es enormemente importante para el ciclo global del azufre. De hecho, es la principal vía por la que el azufre de los océanos vuelve a la tierra.
Los investigadores descubrieron las nuevas enzimas responsables de la síntesis de DMSP en diversas bacterias, cianobacterias fotosintéticas y algas. “El descubrimiento de estas enzimas nos permitió identificar a los Pelagophyceae como los principales productores de DMSP”, explica el investigador Andrew Curson.
“Al identificar las enzimas que intervienen en la producción de DMSP, los científicos pueden comprender y predecir mejor el comportamiento de estas algas pardas que alteran el ecosistema y su impacto en el clima”, añade el investigador principal, el profesor Xiao-Hua Zhang. “Este estudio también plantea preguntas sobre otras versiones aún no identificadas de las enzimas necesarias para fabricar DMSP o formas totalmente distintas de producirla que actualmente se desconocen”.
Por ello, los investigadores están dispuestos a realizar más investigaciones sobre las algas Pelagophyceae en su entorno natural. También estudiarán otros organismos marinos que puedan desempeñar una función similar y sienten curiosidad por encontrar mediciones más precisas de los niveles de DMSP y sus índices de degradación.
Así que aún queda mucho por hacer, pero de momento ya es un descubrimiento muy agradable que un alga de la que está lleno el mar ayude a combatir el calentamiento global.
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