Un grupo de científicos japoneses ha llegado a una conclusión bastante sorprendente: es probable que la casa del emperador Augusto también quedara sepultada durante la erupción del Vesubio en el año 79.
Primero, retrocedamos en el tiempo. En el año 1929, un granjero italiano de la ciudad de Nola tropezó accidentalmente con los restos de un edificio, que al parecer estaba enterrado bajo su campo. Los arqueólogos no tardaron en ponerse manos a la obra con este nuevo descubrimiento. En aquel momento, ya se encontraron vestigios que insinuaban provisionalmente que la villa pertenecería al emperador Augusto; el primer gobernante del Imperio Romano. Por desgracia, la investigación arqueológica no pudo completarse en aquel momento por falta de fondos. En 2002, la Universidad de Tokio decidió hacer algo al respecto. Decidieron colaborar con arqueólogos locales, con el gran objetivo de excavar completamente la villa.
Ahora, 22 años después, el proyecto de investigación ha dado otro paso importante: recientemente se han hecho nuevos hallazgos que parecen confirmar que la villa fue efectivamente propiedad del emperador Augusto. Por ejemplo, la villa contiene objetos que parecen coincidir con las descripciones de las obras escritas de autores romanos como Tácito, Suetonio y Dio Casio. Y no solo eso; también se han hallado pruebas definitivas de que la villa quedó sepultada durante la erupción del Vesubio en el año 79. La investigación puede seguirse en un sitio web de la universidad.
Datación por radiocarbono
Como ya se ha indicado, el proyecto de investigación lleva algún tiempo en marcha. A pesar de ello, el proyecto es mucho más especial de lo que parece. El científico Kohei Sugiyama colabora en la investigación. Explica: “Se vienen realizando excavaciones en torno al Vesubio desde el siglo XVIII. Sabíamos que la erupción del 79 sepultó muchísimos artefactos romanos. Llevamos más de 20 años investigando esta villa, excavando grandes partes y encontrando también muchos objetos importantes. Recientemente, hemos descubierto nuevas habitaciones. Hemos examinado el suelo de estas habitaciones mediante datación por radiocarbono. Esto demuestra que partes de esta villa están efectivamente enterradas bajo material de la gran erupción del 79”.
Plan de contingencia
Hay otro detalle importante sobre la excavación. Según Sugiyama, la mayor parte de la investigación se centra, con diferencia, en la zona al sur del Vesubio, donde se encuentran Pompeya y Herculano. Esta es también la zona donde la erupción del Vesubio causó más daños. Sin embargo, la villa de Augusto se encuentra justo al norte del volcán, en el valle de Somma Vesuviana. A pesar de ello, la villa sufrió daños durante la erupción. En este caso, los daños no se debieron únicamente a la proyección de material volcánico, sino también a las coladas de lava. Según los investigadores, esto demuestra que la zona al norte del Vesubio sufrió daños mucho más graves de lo que se pensaba.
Para concluir, hay otro hecho interesante que contar sobre la villa de Augusto: las ruinas se encontraron bajo los restos de otro segundo edificio. Este segundo edificio data del siglo II de nuestra era. Según la investigación, esto parece indicar que los habitantes de la Somma Vesuviana eran mucho más resilientes que los de Pompeya y Herculano. Sugiyama explica: “Esta investigación puede decirnos más sobre la economía local y la población que vivía en el valle. Parece que era mucho más próspero de lo que pensábamos hasta ahora. Además, es muy valioso saber más sobre cómo se recuperaba la gente de las catástrofes. Podemos utilizar estos conocimientos para prepararnos mejor para el futuro”.
¿Quién fue el emperador Augusto?
El emperador Augusto tuvo una gran influencia en la historia; de hecho, también se le conoce como el primer emperador romano. Cuando nació, el 23 de septiembre del año 63 a. C., recibió el nombre de Cayo Octavio. Por ello, a veces se le llama Octavio. Además, hay mucha información interesante sobre su familia. Por ejemplo, su madre, Atia Balba Caesonia, era prima de Julio César. El reinado del emperador Augusto se extiende desde el año 27 a. C. hasta el 14 d. C.
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