Es un paso de gigante para la realidad aumentada: unas gafas muy normales con una tecnología holográfica muy ingeniosa han dado lugar a una innovación asombrosa que no habría sido posible sin una buena dosis de inteligencia artificial. Las gafas de realidad aumentada proyectan imágenes holográficas 3D de alta calidad a través de ellas. El prototipo funciona de forma muy distinta a las gafas de realidad virtual actuales, que son relativamente grandes, voluminosas y pesadas. Además, con las gafas de realidad virtual tradicionales no se mira directamente al entorno, sino que se ven en tiempo real imágenes creadas por cámaras situadas en el exterior del casco. Esto es muy diferente con las gafas fabricadas por los investigadores de Stanford. Forma atractiva y compacta Según los fabricantes, el nuevo enfoque ofrece una “experiencia visual 3D satisfactoria, con una forma compacta, cómoda y atractiva”. Tras muchas pruebas, los investigadores de Stanford se atreven a afirmar que las náuseas,
martes, mayo 14, 2024
Investigadores crean revolucionario sistema de realidad aumentada a través de unas gafas comunes
Es un paso de gigante para la realidad aumentada: unas gafas muy normales con una tecnología holográfica muy ingeniosa han dado lugar a una innovación asombrosa que no habría sido posible sin una buena dosis de inteligencia artificial. Las gafas de realidad aumentada proyectan imágenes holográficas 3D de alta calidad a través de ellas. El prototipo funciona de forma muy distinta a las gafas de realidad virtual actuales, que son relativamente grandes, voluminosas y pesadas. Además, con las gafas de realidad virtual tradicionales no se mira directamente al entorno, sino que se ven en tiempo real imágenes creadas por cámaras situadas en el exterior del casco. Esto es muy diferente con las gafas fabricadas por los investigadores de Stanford. Forma atractiva y compacta Según los fabricantes, el nuevo enfoque ofrece una “experiencia visual 3D satisfactoria, con una forma compacta, cómoda y atractiva”. Tras muchas pruebas, los investigadores de Stanford se atreven a afirmar que las náuseas,
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