Ser alérgico al maní es, obviamente, muy molesto. Especialmente para los niños, es difícil evaluar si algo contiene trazas de maní y, en el peor de los casos, la alergia puede ser mortal. Afortunadamente, hay buenas noticias: ahora se ha demostrado de forma concluyente que los padres pueden reducir el riesgo de alergia al maní de sus hijos en más de un 70 % de una forma sencilla.
En realidad es bastante sencillo: si se da a los niños pequeños trozos de maní con regularidad desde que tienen uno a cinco años, es mucho menos probable que se vuelvan alérgicos, incluso en la adolescencia y de adultos. Los resultados de los investigadores del King's College de Londres muestran claramente que funciona introducir el maní a una edad muy temprana. En muchos casos, garantiza que la alergia al maní no se produzca en absoluto.
Atrévase a introducir el maní en la dieta
Alrededor del 3 % de los adultos padecen una alergia alimentaria grave. Hay muchos grados, pero solo el 0,2 % tiene realmente una alergia grave al maní. Y el 0,1 % tiene una forma tan extrema que podría morir incluso por trazas del mismo. “Décadas de consejos para evitar el maní han hecho que los padres teman introducirlos a sus hijos a una edad temprana. Pero las pruebas son claras: la introducción precoz del maní garantiza la tolerancia a largo plazo. Los niños están protegidos contra la alergia hasta bien entrada la adolescencia. Esta sencilla intervención marcará sin duda una gran diferencia para las generaciones venideras y garantizará que la incidencia de la alergia al maní descienda en picado”, afirma Gideon Lack, investigador principal.
Un problema creciente
Pero aún no está tan lejos. Actualmente, la alergia al maní está aumentando en los países occidentales. Aproximadamente uno de cada 50 niños pequeños padece esta afección. Para algunos, incluso pequeñas cantidades de maní pueden provocar una reacción alérgica potencialmente mortal. Esto, unido a los consejos contradictorios, ha hecho que los padres teman añadir maní a la dieta de los niños.
Los resultados de la nueva investigación se basan en un estudio anterior. Entonces, a la mitad de los participantes de entre 0 y 5 años se les indicó que consumieran maní con regularidad, mientras que a la otra mitad se les pidió que los evitaran durante todo ese periodo. Los investigadores descubrieron en este estudio que la introducción temprana de maní reducía en más de un 80 % el riesgo de padecer alergia al maní a los 5 años.
Estudio realizado en niños
Para el nuevo estudio, los investigadores británicos hicieron un seguimiento de los niños de ambos grupos hasta que cumplieron 12 años. Durante este periodo, ni los padres ni los niños recibieron instrucciones sobre el consumo de maní. Se les permitió decidir por sí mismos. El equipo descubrió que más del 1,5 % de los participantes del grupo que evitaba el maní y casi el 0,5 % del grupo que los comía (en la primera infancia) tenían alergia al maní a los 12 años o más. Estos resultados demuestran que empezar a comer maní pronto y repetirlo con regularidad reduce en un 71 % el riesgo de padecer alergia al maní en la adolescencia. El estudio demuestra que el efecto protector de comer maní precozmente persiste sin necesidad de que los niños sigan comiendo maní.
El profesor George Du Toit comenta: “Se trata de una intervención segura y muy eficaz que puede iniciarse a partir de los cuatro meses de edad. Cuando el niño es capaz de sostener un chupete en la boca, se puede introducir el maní en forma de puré suave”.
El equipo de investigación sometió a los pequeños a pruebas de alergia al maní, dándoles gradualmente más y más maní. Finalmente, esto les permitió consumir con seguridad al menos cinco gramos de maní, el equivalente a 20 manís como mínimo. Los científicos también interrogaron a los participantes sobre su consumo reciente de maní e incluso verificaron estos autoinformes, tomando muestras de polvo de las camas de los sujetos y analizándolas en busca de residuos de maní.
Papilla de maní para niños pequeños
El profesor Lack confía en las papillas de maní para niños pequeños, preescolares y lactantes. “El consumo precoz de maní evitará más de 100 000 nuevos casos de alergia al maní cada año en todo el mundo”, concluye.
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