Se ha descubierto que los explosivos lanzados durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales que nunca llegaron a explotar se vuelven cada vez más sensibles con el paso del tiempo y, por tanto, más fáciles de estallar. Por ello, dos investigadores británicos advierten que hay que estar alerta. Aunque la Primera y la Segunda Guerras Mundiales ya hayan pasado, sus huellas aún se pueden encontrar por todas partes. Incluso en forma de explosivos que se lanzaron hace décadas para alcanzar al enemigo, pero que nunca estallaron. Que esos explosivos sin detonar son peligrosos es innegable. Aunque nunca exploten, suponen un riesgo para la salud, y ello porque están condenados a descomponerse gradualmente, tras lo cual sus componentes nocivos se filtran en la naturaleza y contaminan el suelo y las aguas subterráneas. Pero las bombas y proyectiles en descomposición plantean otro riesgo más grave para la salud pública. También pueden explotar de repente, sin querer. Y las probabilidades de que
jueves, abril 04, 2024
Bombas olvidadas de la I y II Guerra Mundial son cada vez más peligrosas
Se ha descubierto que los explosivos lanzados durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales que nunca llegaron a explotar se vuelven cada vez más sensibles con el paso del tiempo y, por tanto, más fáciles de estallar. Por ello, dos investigadores británicos advierten que hay que estar alerta. Aunque la Primera y la Segunda Guerras Mundiales ya hayan pasado, sus huellas aún se pueden encontrar por todas partes. Incluso en forma de explosivos que se lanzaron hace décadas para alcanzar al enemigo, pero que nunca estallaron. Que esos explosivos sin detonar son peligrosos es innegable. Aunque nunca exploten, suponen un riesgo para la salud, y ello porque están condenados a descomponerse gradualmente, tras lo cual sus componentes nocivos se filtran en la naturaleza y contaminan el suelo y las aguas subterráneas. Pero las bombas y proyectiles en descomposición plantean otro riesgo más grave para la salud pública. También pueden explotar de repente, sin querer. Y las probabilidades de que
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