Con unos impresionantes 20 centímetros de largo en sus tijeras, este cangrejo, que habitó nuestro planeta hace aproximadamente 8.8 millones de años, se destaca como una verdadera maravilla de la naturaleza. Su tamaño único y su antigüedad lo convierten en un hallazgo excepcional que despierta la curiosidad de científicos y entusiastas por igual.
Así lo afirman un grupo de investigadores en la revista New Zealand Journal of Geology and Geophysics. Su estudio trata de un cangrejo fósil descubierto en una playa de la isla septentrional de Nueva Zelanda. “Investigo constantemente cangrejos fósiles que son nuevos o interesantes para la ciencia”, explica el investigador Barry van Bakel. “Pero un cangrejo fósil de este tamaño es único”.
Extremadamente grande
Los restos fósiles revelan que el cangrejo poseía unas tijeras de unos 20 centímetros de largo. Su caparazón era incluso algo mayor. Y eso, según Bakel, hace que el cangrejo sea “extremadamente grande”, al menos en comparación con otros cangrejos fosilizados. El cangrejo es un poco menos impresionante cuando se observa a su único descendiente vivo. Porque ese es aún más grande, explica Van Bakel. “Su pariente moderno, el cangrejo gigante del sur o cangrejo gigante de Tasmania, es al menos el doble de grande. Por cierto, creemos que este antepasado fósil también podría ser más grande, pero estamos esperando a que se encuentre material adicional”.
A la espera de más material e investigaciones, los científicos ya pueden concluir que el cangrejo gigante fósil pertenece a una especie no descrita anteriormente. Los investigadores le han dado el nombre de Pseudocarcinus karlraubenheimeri.
Que los investigadores hayan sido capaces de describir la nueva especie es sin duda algo único. “En primer lugar, porque estos cangrejos no se fosilizan fácilmente por completo, pero también porque fue inesperado que nos encontráramos con este grupo en Nueva Zelanda”. Por ejemplo, el cangrejo de Tasmania emparentado con P. karlraubenheimeri solo vive en aguas australianas.
Hábitat en condiciones especiales
Por supuesto, P. karlraubenheimeri también es único por su tamaño. “Su tamaño es único y requiere condiciones especiales”, explica Van Bakel. Por ejemplo, estos cangrejos gigantes requieren la presencia de bastante alimento y minerales en el agua. Además, esa agua debe tener una temperatura determinada. “Se trata de una mezcla precisa que no se da en casi ningún sitio”. Pero hace 8,8 millones de años, por tanto, el P. karlraubenheimeri, cerca de lo que hoy es la isla septentrional de Nueva Zelanda, parece haber tenido las cosas lo suficientemente resueltas como para alcanzar el mencionado enorme tamaño.
“El hábitat que investigamos y reconstruimos era único”, afirma Van Bakel. “Varios millones de años antes de que viviera este cangrejo, una cadena volcánica submarina esparció mucho material volcánico (ceniza) por la zona. Había muchos gases en el lecho marino. Donde estos se elevaban, se formaban “tubos volcánicos”, con agua más caliente y nutritiva. Allí se desarrolló una pequeña fauna con conchas, caracoles y pequeños cangrejos y cangrejos ermitaños”. Y formaron el menú de P. karlraubenheimeri. “Esta bestia trituraba con
La investigación de Van Bakel y su colega Àlex Ossó se traduce no solo en la descripción de una nueva especie. Sino también en una descripción bastante detallada del ecosistema del que formaba parte. “Se nos ha dado a conocer una comunidad ecológica única de la prehistoria de Nueva Zelanda”, declaró Van Bakel. Además, la investigación también aporta más datos sobre la historia de los cangrejos gigantes, pertenecientes al género Pseudocarcinus. “La historia geológica de este grupo concreto de cangrejos gigantes se ha aclarado de golpe”, afirmó.
Es dudoso que los científicos esperen más descubrimientos significativos de este tipo en Nueva Zelanda, lo que hace aún más singular el trabajo de Van Bakel y su colega. “Sospechamos que estos cangrejos gigantes (y los grandes cangrejos de Nueva Zelanda en general) se extinguieron después del Mioceno. El entorno también cambió, principalmente debido a que el vulcanismo se volvió inactivo y se alejó a Australia. Por tanto, es más probable que los nuevos hallazgos se produzcan en Australia”.
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