Por primera vez en casi un siglo, los biólogos han descubierto un nuevo género vegetal en Japón. La insólita especie se parece más a un calamar o a un alienígena que a una planta.
Una pequeña planta llamada Relictithismia kimotsukiensis es el primer género vegetal nuevo de Japón desde 1930. La especie recién descubierta se alimenta de hongos y no contiene pigmentos.
Hallada en las montañas de Kimotsuki
Un botánico aficionado encontró la planta, entonces desconocida, en junio de 2022 en las montañas de Kimotsuki, en la isla de Kyushu. El biólogo Kenji Suetsugu, de la Universidad de Kobe (Japón), y sus colegas han confirmado recientemente la singularidad de la planta. Publicaron sus hallazgos en la revista científica Journal of Plant Research.
La Relictithismia kimotsukiensis pertenece a la familia de plantas Thismiaceae. La pequeña planta crece tres centímetros de alto y dos de ancho. La planta solo sale a la superficie durante una semana al año.
Hasta ahora, los investigadores han encontrado cinco de estas plantas en un mismo lugar. Calculan que la población total de la planta es de solo 50 individuos.
No tiene hojas de color verdes
La mayoría de las plantas producen el pigmento clorofila. Con él, extraen energía de la luz solar mediante un proceso químico llamado fotosíntesis. Las plantas de la familia Thismiaceae no tienen clorofila. De hecho, obtienen su energía de los hongos.
“Esta característica da lugar a un aspecto que puede parecer extraño en comparación con las plantas fotosintéticas más familiares”, afirma Suetsugu. “El aspecto único de esta nueva especie de planta evoca imágenes de calamares o extraterrestres. Esto la convierte en una incorporación inusual y fascinante al mundo de la botánica”. Suetsugu propuso un nombre japonés para la planta: mujina-no-shokudai. Que puede traducirse literalmente como: candelabro de perro mapache.
Especie en peligro de extinción
Suetsugu tardó casi un año en ver crecer la planta desde que oyó hablar de ella por primera vez. “Fue un momento de alegría y alivio”, dice. Al principio temió que tardaría 10 años en reunir suficientes especímenes para describir adecuadamente la planta.
El investigador espera que el gobierno japonés proteja la planta como especie amenazada y tome medidas para preservarla. Esto es necesario porque la población está cerca de una carretera.
“El descubrimiento de Relictithismia kimotsukiensis acaba con la idea de que las nuevas especies solo se encuentran en zonas remotas o desconocidas”, afirma Suetsugu. “Demuestra que incluso las regiones bien estudiadas pueden albergar tesoros botánicos
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