No cabe esperar demasiada delicadeza de las cabras. Comen cualquier cosa suelta y se quedan mirando al frente en el prado. Pero en sus cabezas pasa más de lo que imaginas. Las cabras saben si estás enfadado o contento. Como han interactuado con humanos durante tanto tiempo, las cabras han aprendido a escuchar atentamente nuestras voces para determinar nuestro estado de ánimo. Por eso saben distinguir entre una voz alegre y otra enfadada. ¿Cómo sabemos que oyen esa diferencia? Los científicos idearon un experimento ingenioso para ello, que demostró que las cabras mantenían la mirada fija en la fuente de la voz durante más tiempo tras un cambio de tono, es decir, cuando la voz pasaba de alegre a enfadada o viceversa. “ Este estudio aporta la primera prueba de que las cabras pueden distinguir entre las distintas emociones de una voz humana”, afirma el catedrático de comportamiento animal Alan McElligott , de la City University de Hong Kong . “Deja claro que incluso el ganado, que no está
viernes, febrero 02, 2024
Las cabras pueden reconocer tu estado de ánimo por la voz, son más inteligentes de lo que creíamos
No cabe esperar demasiada delicadeza de las cabras. Comen cualquier cosa suelta y se quedan mirando al frente en el prado. Pero en sus cabezas pasa más de lo que imaginas. Las cabras saben si estás enfadado o contento. Como han interactuado con humanos durante tanto tiempo, las cabras han aprendido a escuchar atentamente nuestras voces para determinar nuestro estado de ánimo. Por eso saben distinguir entre una voz alegre y otra enfadada. ¿Cómo sabemos que oyen esa diferencia? Los científicos idearon un experimento ingenioso para ello, que demostró que las cabras mantenían la mirada fija en la fuente de la voz durante más tiempo tras un cambio de tono, es decir, cuando la voz pasaba de alegre a enfadada o viceversa. “ Este estudio aporta la primera prueba de que las cabras pueden distinguir entre las distintas emociones de una voz humana”, afirma el catedrático de comportamiento animal Alan McElligott , de la City University de Hong Kong . “Deja claro que incluso el ganado, que no está
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