No cabe esperar demasiada delicadeza de las cabras. Comen cualquier cosa suelta y se quedan mirando al frente en el prado. Pero en sus cabezas pasa más de lo que imaginas. Las cabras saben si estás enfadado o contento.
Como han interactuado con humanos durante tanto tiempo, las cabras han aprendido a escuchar atentamente nuestras voces para determinar nuestro estado de ánimo. Por eso saben distinguir entre una voz alegre y otra enfadada.
¿Cómo sabemos que oyen esa diferencia? Los científicos idearon un experimento ingenioso para ello, que demostró que las cabras mantenían la mirada fija en la fuente de la voz durante más tiempo tras un cambio de tono, es decir, cuando la voz pasaba de alegre a enfadada o viceversa.
“Este estudio aporta la primera prueba de que las cabras pueden distinguir entre las distintas emociones de una voz humana”, afirma el catedrático de comportamiento animal Alan McElligott, de la City University de Hong Kong. “Deja claro que incluso el ganado, que no está tan cerca de los humanos, es sensible a las emociones humanas”.
No solo los perros o gatos
Durante mucho tiempo se pensó que solo los animales de compañía, como perros y gatos, eran capaces de comprender las emociones humanas, pero un experimento anterior del zootécnico demostró que también las cabras entienden hasta cierto punto cómo se sienten las personas. También se ha demostrado que el balido de las cabras contiene pistas sobre su identidad individual y sus experiencias emocionales. Así que la siguiente pregunta lógica era: ¿pueden los animales oír también por la voz de alguien cómo se siente?
Para averiguarlo, se presentaron a las cabras varias grabaciones de audio con una voz positiva y alegre o una voz negativa y enfadada durante la fase de habituación, es decir, cuando la cabra se familiariza con la voz y el tono humanos. Después se invertía la grabación y se les mostraba primero un tono negativo y posteriormente uno positivo.
Las cabras pueden ser muy inteligentes
“La predicción era que si las cabras pueden distinguir entre las emociones de los humanos, basándose en su tono de voz, mirarían hacia la fuente del sonido más rápido y durante más tiempo tras el primer cambio de tono”, explica la investigadora Marianne Mason, de la Universidad de Roehampton.
Y las predicciones se cumplieron: tres cuartas partes de las cabras miraron durante más tiempo al interlocutor después de que su voz cambiara de alegre a enfadada o viceversa. O sea, que las cabras sí se dieron cuenta del cambio de emoción en la voz.
No todas las cabras reaccionaron con la misma intensidad a las voces humanas, algunas ni siquiera reaccionaron. Pero nada humano es ajeno a las cabras. Incluso con ellas, algunas simplemente son más espabiladas que otras o sienten mejor las emociones. Curiosamente, el ritmo cardíaco de los animales no aumentaba cuando cambiaba la voz. Sobre todo al oír una voz enfadada, cabría esperar esto.
Podría ser útil en la práctica
Aun así, es importante tener en cuenta que las cabras, y quizá también otros animales, perciben la carga emocional de nuestra voz. Por ejemplo, una voz enfadada puede asustar a los animales, mientras que un tono positivo puede calmarlos. Si sabes esto, puedes utilizarlo a la hora de tratar con los animales: si quieres que se vayan a otro pasto, pero no te hacen caso, una voz alegre puede funcionar mejor que una enfadada, que lo único que consigue es asustarles y amedrentarles.
“Las diferencias observadas en las respuestas de las cabras a las voces humanas ponen de relieve la importancia de las experiencias individuales, sobre todo cuando se trata de la comunicación emocional entre especies”, concluye el profesor McElligott. “Pero aún necesitamos más investigación para averiguar hasta qué punto es importante la voz humana para la vida emocional y el bienestar de las cabras y otras especies domesticadas”.
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