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¿Irónico, verdad? Al intentar matar a un mosquito, en realidad lo ayudas a escapar
sábado, febrero 24, 2024

¿Irónico, verdad? Al intentar matar a un mosquito, en realidad lo ayudas a escapar

Los mosquitos utilizan una combinación de mecanismos activos y pasivos para escapar del peligro cuando son atacados por humanos. Además de girar activamente para alejarse del matamosquitos, los mosquitos también se benefician del flujo de aire generado por nuestros intentos de golpearlos, aprovechando este movimiento pasivo para alejarse aún más del peligro. Este hallazgo desafía la noción común de que golpear a un mosquito lo hace más vulnerable, cuando en realidad puede ayudarlo a escapar con éxito.

Matar a un mosquito a golpes es complicado. Y eso no depende de ti. Si no del mosquito. Porque resulta que tiene buenas tácticas para escapar. Por ejemplo, se pone a salvo surfeando sobre la corriente de aire que generas mientras lo aplastas.

Así lo afirma un nuevo estudio de científicos de la Universidad de Wageningen. Sus conclusiones se publican en la revista Current Biology.

Para el estudio, los investigadores filmaron y analizaron casi 500 maniobras de escape de mosquitos. ¿Cómo lo hicieron exactamente? Dejaron que los mosquitos volaran libremente, en presencia de un matamosquitos mecánico que se activaba automáticamente con cierta regularidad, dependiendo de la posición y la velocidad de los mosquitos. A continuación, captaron toda la escena con tres cámaras de alta velocidad. Se trata de cámaras especiales que graban hasta 12 500 fotogramas por segundo. No se trata de un lujo superfluo, ya que estas cámaras son necesarias para captar los movimientos de las alas de los mosquitos, que baten unas 500 veces por segundo.

Resultados de la investigación

La investigación aporta nuevos conocimientos sobre la eterna batalla entre humanos y mosquitos. Y, en particular, proporciona más información sobre por qué esa batalla se decide tan a menudo a favor del mosquito. Por ejemplo, las imágenes muestran que los mosquitos utilizan una combinación de mecanismos activos y pasivos para escapar del matamosquitos. Por ejemplo, los mosquitos parecen capaces de detectar el ataque y girar activamente sobre sí mismos, alejándose del peligro.

Pero eso no es todo; el mosquito también se aleja pasivamente del peligro. Esto se debe a que es empujado lejos por el flujo de aire causado por el matamosquitos. El vídeo siguiente lo muestra muy bien.

Así que golpear a un mosquito volador le ayuda a escapar. Según los investigadores, la importancia exacta del flujo de aire depende de la visibilidad del matamosquitos. Experimentaron con situaciones en las que el matamoscas era muy visible o casi invisible. Y así descubrieron que, en ellas, el componente pasivo del mecanismo de escape del mosquito podía representar entre el 20 % y hasta el 40 %, respectivamente, de la aceleración total que el mosquito necesitaba para sobrevivir. Así pues, aunque el componente activo del mecanismo de escape del mosquito volador es inestimable, tampoco debe pasarse por alto el componente pasivo. Porque el mosquito también depende bastante de él cuando es atacado en vuelo. Y probablemente no sea el único; los científicos sospechan que millones de especies de insectos tan grandes o más pequeñas que los mosquitos también explotan con gratitud este componente pasivo para escapar de los ataques mientras vuelan.

Más investigaciones de seguimiento

El estudio ofrece muchos puntos de partida para investigaciones de seguimiento. En el futuro, por ejemplo, los investigadores quieren averiguar exactamente cómo detectan los mosquitos el flujo de aire entrante. También tienen mucha curiosidad por saber cuál es la velocidad mínima del flujo de aire que los mosquitos pueden detectar. En última instancia, los investigadores esperan que pueda ayudar a desarrollar trampas para mosquitos más eficaces. Se necesitan desesperadamente, sobre todo en la lucha contra las enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria.

Con su estudio, por cierto, los científicos se basan en una investigación anterior. Ese estudio demostró que los mosquitos vuelan de forma muy impredecible para aumentar sus posibilidades de escapar. Y que, por tanto, esto ya hace más difícil matar a golpes a un mosquito volador. En aquel momento, los investigadores también sospechaban que la corriente de aire que se genera al aplastar a un mosquito no le ayuda y, de hecho, juega a su favor. Pero no había datos que respaldaran esa hipótesis. El nuevo estudio cambia la situación y confirma que los mosquitos sí saben utilizar ese flujo de aire en su beneficio. Así que ahora hay dos estudios que sugieren que tu incapacidad para aplastar a un mosquito hasta matarlo no es culpa tuya. Pequeño consuelo si este verano vuelves a cazar un mosquito en mitad de la noche, en vano.

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