Charles Darwin es sin duda uno de los científicos más importantes que ha conocido el mundo. El fundador de la teoría evolutiva dejó tras de sí una impresionante biblioteca, de la que hasta ahora se desconocía el 85 por ciento.
En el 215 aniversario del nacimiento de Darwin, la Universidad Nacional de Singapur publica ahora “La biblioteca completa de Charles Darwin en línea”. Se trata de un catálogo de 300 páginas que contiene la biblioteca personal completa de Darwin. Consta de al menos 7400 títulos, entre libros, folletos y revistas. Las listas anteriores solo cubrían el 15 % de su colección. La biblioteca de Darwin se ha reconstruido virtualmente con 9300 enlaces a copias de obras disponibles gratuitamente en línea.
“A través de esta detallada visión sin precedentes de la biblioteca completa de Darwin, se puede ver más que nunca que no era una figura aislada, que trabajaba solo. Fue un científico de su tiempo que se basó en los conocimientos y estudios de miles de otras personas. El tamaño y la amplitud de las obras de la biblioteca también dejan clara la gran influencia que la investigación de Darwin tuvo en el trabajo de otros”, afirma el investigador John van Wyhe.
Tras la muerte de Darwin en 1882, gran parte de su biblioteca se conservó y catalogó, pero muchos objetos habían desaparecido y nunca se publicaron los detalles de su contenido. Durante años, los estudiosos supusieron que la biblioteca contenía 1480 libros. Esta cifra se basaba en las dos colecciones principales de la Universidad de Cambridge y Down House, la antigua casa de Darwin.
Una búsqueda en sí misma
A lo largo de los últimos 18 años, el proyecto Darwin en línea ha identificado miles de referencias desconocidas de Darwin a partir de sus propios catálogos y listas de folletos y revistas, que originalmente se encontraban en su biblioteca. Cada referencia era una yincana en sí misma para encontrar las publicaciones que Darwin había registrado con cierta premura. Así se pudieron identificar por primera vez datos que faltaban, como el nombre del autor, la fecha o la fuente de miles de registros de los catálogos más antiguos.
Una importante fuente de información fue el “Catálogo de la Biblioteca de Charles Darwin”. Este resumen manuscrito tiene 426 páginas y data de 1875. Fue un trabajo de monjes descifrar las descripciones abreviadas, pero entonces surgieron 440 títulos desconocidos originalmente en la biblioteca.
Un inventario de su casa después de su muerte llegó a 2065 libros encuadernados y un número desconocido de otros escritos. En el salón se registraron otros 133 títulos y 289 volúmenes de literatura, en su mayoría no científica. Curiosamente, en aquella época, el valor de toda la colección se estimó en 66 libras y 10 chelines, unos, 5546 dólares convertidos a la actualidad. Hoy, cualquier libro que haya pertenecido a Darwin vale muchas veces más.
Otras fuentes que ayudaron a reconstruir la biblioteca del científico natural británico fueron las listas de folletos, los cuadernos de Darwin, los diarios de su esposa Emma y un catálogo de libros donados a la Escuela de Botánica de Cambridge en 1908. Además, se utilizan los 30 volúmenes de la Correspondencia de Darwin, las cartas que Darwin escribió a su familia y a otros científicos.
Muchos idiomas y muchos temas
Entre los artículos que aún existen, pero que nunca han aparecido en la lista, se incluyen sus materiales no encuadernados en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge, libros en colecciones privadas, en museos o libros vendidos en subastas a lo largo de los últimos 130 años. Todas estas fuentes se han unido y han dado lugar a la asombrosa reconstrucción de la biblioteca de Darwin.
La mayoría de las obras son (como es lógico) libros científicos sobre biología y geología. Pero también hay libros sobre agricultura, cría de animales y comportamiento, filosofía, psicología, religión, arte, viajes, idiomas e historia. Aproximadamente la mitad de los libros están en inglés. La otra mitad se compone principalmente de libros alemanes, franceses e italianos, y aquí y allá algún ejemplar holandés, sueco o español.
Obra notable: Libro de sobremesa
Una obra notable de la colección es Sun Pictures, un libro de sobremesa de 1872 con fotografías de obras de arte. Otra obra desconocida es el libro de divulgación científica sobre gorilas que hizo furor justo después de la publicación de El origen de las especies de Darwin: Exploraciones y aventuras en el África ecuatorial, de Paul Du Chaillu. También había, por ejemplo, una edición de 1877 de una revista científica alemana que contenía las primeras fotografías publicadas de bacterias. Así que Charles Darwin tenía sin duda gustos más versátiles de lo que podría pensarse a primera vista.
Más sobre Charles Darwin
Charles Darwin (1809-1882) fue un naturalista británico cuya teoría de la evolución por selección natural revolucionó nuestra comprensión del mundo natural. Nacido en Shrewsbury, Inglaterra, estudió medicina y luego teología antes de embarcarse en el HMS Beagle en 1831 como naturalista. Durante el viaje de cinco años alrededor del mundo, Darwin recopiló una gran cantidad de observaciones y especímenes, lo que le llevó a cuestionar las ideas predominantes sobre la creación y la diversidad de las especies.
En 1859, Darwin publicó su obra maestra, “El origen de las especies”, en la que argumentaba que las especies evolucionaban a lo largo del tiempo a través de un proceso de selección natural, en el que los individuos con características favorables tenían más probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Esta teoría desafiaba la concepción prevaleciente de la creación divina y generó un intenso debate en la comunidad científica y religiosa de la época.
Además de sus contribuciones a la biología evolutiva, Darwin realizó importantes investigaciones en geología, paleontología y botánica. Sus escritos sobre la evolución de las especies vegetales y animales, como “El origen de las especies” y “El origen del hombre”, siguen siendo fundamentales en el campo de la biología moderna.
A lo largo de su vida, Darwin mantuvo una prolífica correspondencia con otros científicos y realizó experimentos en su finca en Down House, donde también construyó un laboratorio. Además, se interesó por la crianza selectiva de plantas y animales, lo que influyó en su comprensión de la variabilidad y la herencia.
El legado de Darwin perdura hasta el día de hoy, y su trabajo sigue siendo objeto de estudio y debate en campos tan diversos como la biología, la psicología, la antropología y la filosofía. Su enfoque científico y su capacidad para cuestionar las ideas establecidas han inspirado a generaciones de científicos y pensadores a explorar el mundo natural con curiosidad y rigor.
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