Las enanas blancas comen planetas. No se trata del comienzo de un siniestro cuento de hadas, sino de un fenómeno bien conocido en el universo. Y los investigadores han encontrado por primera vez pruebas de este proceso en forma de cicatriz metálica. Las enanas blancas son los restos de estrellas como nuestro Sol que se enfrían lentamente. Hacia el final de su existencia, comienzan a engullir planetas circundantes. Por eso también se las llama estrellas caníbales. Hasta aquí, nada nuevo. La novedad es que los científicos saben por fin cómo sucede: el campo magnético de la estrella desempeña un papel crucial, creando una cicatriz en su superficie. Los astrónomos lo descubrieron utilizando el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile. Así se hizo Zoom sobre la superficie de la enana blanca WD 0816-310. Este remanente, ahora del tamaño de la Tierra, procedía de una estrella parecida a nuestro Sol, solo que era ligeramente mayor. La cicatriz que los investi...
martes, febrero 27, 2024
Estrella caníbal devora planetas y deja una marca metálica, científicos revelan la explicación
Las enanas blancas comen planetas. No se trata del comienzo de un siniestro cuento de hadas, sino de un fenómeno bien conocido en el universo. Y los investigadores han encontrado por primera vez pruebas de este proceso en forma de cicatriz metálica. Las enanas blancas son los restos de estrellas como nuestro Sol que se enfrían lentamente. Hacia el final de su existencia, comienzan a engullir planetas circundantes. Por eso también se las llama estrellas caníbales. Hasta aquí, nada nuevo. La novedad es que los científicos saben por fin cómo sucede: el campo magnético de la estrella desempeña un papel crucial, creando una cicatriz en su superficie. Los astrónomos lo descubrieron utilizando el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile. Así se hizo Zoom sobre la superficie de la enana blanca WD 0816-310. Este remanente, ahora del tamaño de la Tierra, procedía de una estrella parecida a nuestro Sol, solo que era ligeramente mayor. La cicatriz que los investi...
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