OSIRIS-REx vuelve a ponerse en marcha, pero esta vez con un nuevo nombre: OSIRIS-APEX. Esta vez, la sonda espacial estadounidense se dirige al asteroide Apofis, que rozará peligrosamente la Tierra en 2029. La “misión extra” debería, entre otras cosas, proporcionarnos más información sobre cómo proteger nuestro planeta de la llegada de rocas espaciales en el futuro.
La sonda espacial OSIRIS-REx se desarrolló originalmente para visitar y tomar muestras del asteroide Bennu. Una maravillosa misión que llegó a su fin en septiembre del 2023; cuando OSIRIS-REx entregó a la Tierra una cápsula llena de materiales procedentes del asteroide Bennu. Pero el éxito sabía a más. Así que la misión recibe ahora una continuación y un nuevo nombre: OSIRIS-APEX.
La idea de esta “misión extra” surgió después de que OSIRIS-REx entregara a la Tierra algunos materiales procedentes de Bennu y de que quedara claro que los instrumentos de medición de a bordo de la sonda seguían funcionando bien y que quedaba combustible más que suficiente para otra misión. Por ello, el equipo de investigadores propuso a la NASA programar una “misión extra”, plan que más tarde obtuvieron la aprobación. Pero, ¿adónde enviar después una sonda espacial tan extremadamente cara? Se barajaron varias opciones, entre ellas Venus. Finalmente, el equipo tomó una decisión: Apofis, una roca espacial que se acercará peligrosamente a la Tierra en 2029.
Un acontecimiento único
La razón principal para enviar OSIRIS-REx a Apofis es que la roca espacial tiene un tamaño de unos 340 metros y pasará rozando la Tierra en 2029 a una distancia de unos 32 000 kilómetros. Esto sitúa a la piedra espacial 10 veces más cerca que la Luna. Esta combinación de circunstancias y propiedades hace que este acontecimiento sea muy especial; según los científicos, solo ocurre una vez cada 7500 años que una piedra espacial de este tamaño pase junto a la Tierra a una distancia tan cercana. ¡Una buena razón para estudiar en detalle esta roca espacial!
Pero la NASA tiene otra razón importante para querer observar más de cerca a Apofis. Para entenderlo, es importante saber que existen diferentes tipos de rocas espaciales. Bennu, la roca espacial a la que OSIRIS-REx fue enviado originalmente, era una roca espacial denominada “de tipo C”. Esto significa que hay mucho carbono en el material de la roca espacial.
Apofis es una roca espacial de tipo S, lo que significa que contiene muchos silicatos. Entre ellos, cuarzo, feldespato y zeolitas. Esto es interesante porque la gran mayoría de las rocas espaciales peligrosas para la Tierra son también de tipo S. Por tanto, los datos obtenidos pueden servir, entre otras cosas, para defender mejor a la Tierra de futuras rocas espaciales en curso de colisión con la Tierra.
De basura espacial a planeta
También se espera que la atracción gravitatoria de la Tierra acabe provocando terremotos y corrimientos de tierra en Apofis que modificarán la superficie y dejarán al descubierto los materiales subyacentes. Según la investigadora Dani Mendoza DellaGiustina, todo esto es muy interesante. Entre otras cosas, porque podría ayudarnos a comprender mejor cómo se formaron los planetas en el joven sistema solar. “Es un experimento natural fantástico”, afirma Mendoza DellaGiustina. “Así sabemos que las fuerzas de marea y la acumulación de escombros son procesos fundamentales que pueden conducir a la eventual formación de un planeta”. La esperanza, por tanto, es que los investigadores (estudiando este trozo de escombros llamado Apofis) puedan obtener más información sobre cómo los escombros del joven sistema solar acabaron transformándose en planetas tal y como los conocemos hoy.
El encuentro entre OSIRIS-APEX y Apofis ya está planeado: a partir del 2 de abril de 2029, la sonda espacial tomará imágenes de la roca espacial. A continuación, se encontrarán el 13 de abril de 2029, justo después de que Apofis haya pasado lo más cerca posible de la Tierra. Durante este encuentro, OSIRIS-APEX realizará varias mediciones. Finalmente, la sonda espacial llegará a una distancia de unos 5 metros de la superficie de la roca espacial y disparará sus propulsores hacia abajo. Esto levantará rocas y polvo de la superficie, tras lo cual los científicos podrán ver lo que se esconde debajo. La sonda espacial ya ha realizado este truco una vez, pero durante su misión a Bennu bajo el nombre de OSIRIS-REx. ¿Te preguntas cuál fue el resultado de esta misión? Eche un vistazo aquí.
Por supuesto, lo que OSIRIS-REx encontrará en Apofis sigue siendo por ahora una conjetura. Pero las expectativas (a juzgar por lo que la sonda ha realizado anteriormente en Bennu) son altas.
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