La razón de las náuseas y los vómitos durante el embarazo reside en una hormona concreta producida en la placenta, según han descubierto unos investigadores.
Por desgracia, las náuseas y los vómitos son síntomas frecuentes en las mujeres embarazadas. El 80 % de las mujeres experimentan náuseas en algún momento del embarazo. Otro 2 % sufre una forma grave llamada hiperémesis gravídica, que puede provocar pérdida de peso, deshidratación e incluso hospitalización.
En cuanto a la causa, los investigadores han estado a oscuras durante mucho tiempo. Hasta ahora. Porque un grupo de investigadores ha reunido pruebas convincentes que demuestran que la hormona GDF15 es la culpable.
Proteína GDF15 durante el embarazo
El GDF15 es una proteína que nuestro organismo conoce y pertenece a la superfamilia del factor de crecimiento transformante beta (TGF-beta). Sin embargo, durante el embarazo, esta hormona también se produce en la placenta. Su producción aumenta significativamente durante este periodo. “Ahora sabemos que las mujeres tienen náuseas durante el embarazo cuando están expuestas a niveles de la hormona GDF15 superiores a los que están acostumbradas”, afirma la investigadora Marlena Fejzo.
Los investigadores conocen por fin la causa exacta de las náuseas del embarazo. Y eso no es todo. También ofrece más información sobre el desarrollo de la hiperémesis gravídica, una forma de vómitos durante el embarazo que, como se ha mencionado, es tan prolongada y grave que las pacientes necesitan ser hospitalizadas. Por ejemplo, los investigadores descubrieron que una rara mutación en el gen que codifica la GDF15 provoca niveles anormalmente bajos de la hormona en todo el organismo. Esto aumenta el riesgo de hiperémesis gravídica durante el embarazo, cuando las mujeres se ven expuestas repentinamente a más hormona de lo normal. Curiosamente, la investigación sugiere que si el feto también hereda la mutación del GDF15 bajo, la madre tiene menos probabilidades de desarrollar hiperémesis gravídica. “Por primera vez, esta interacción entre la madre y el feto explica por qué algunas mujeres desarrollan hiperémesis gravídica durante algunos de sus embarazos, pero no durante todos”, afirma Fejzo.
Además, el estudio también explica por qué algunas mujeres no experimentan náuseas en absoluto durante sus embarazos. De hecho, las personas con beta-talasemia, un trastorno sanguíneo hereditario que provoca niveles constantemente elevados de GDF15, parecen estar en gran medida protegidas de la hiperémesis gravídica, así como de formas más leves de náuseas durante el embarazo. En resumen, “las mujeres más sensibles a la hormona son las que más enferman”, concluye el investigador Stephen O'Rahilly. “Este conocimiento nos da pistas importantes sobre cómo evitar que esto ocurra”.
Reducir el GDF15 o exponerlas antes del embarazo
Los investigadores sugieren varias soluciones. Por ejemplo, reducir el GDF15 podría ser un posible enfoque para tratar las náuseas del embarazo. Según el equipo, se trata de un método totalmente seguro. En los embarazos en los que tanto la madre como el feto tenían la mutación genética que conduce a niveles más bajos de GDF15, nacieron bebés normales y sanos. Esto sugiere que reducir los niveles de GDF15 durante el embarazo puede ser un método potencialmente seguro de prevenir la hiperémesis gravídica.
Otro método para reducir los síntomas consiste en exponer a las mujeres al GDF15 antes del embarazo, para “prepararlas”, por así decirlo, para un aumento de los niveles de la hormona una vez que se queden embarazadas. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras realizar experimentos con ratones. Los ratones expuestos a una dosis elevada de GDF15, similar a los niveles observados durante el embarazo, mostraron una disminución del apetito, lo que indicaba náuseas. Pero los ratones a los que primero se administró un poco de GDF15, al ser expuestos posteriormente a una dosis mayor, no sufrieron reducción del apetito. El siguiente paso es probarlo también en humanos.
Métodos eficaces para la prevención en el futuro
En definitiva, con su estudio, los investigadores no solo han descubierto la causa de las náuseas del embarazo, sino que también han sugerido varias formas de prevenir esta molesta dolencia. “Este estudio ofrece pruebas convincentes de que es probable que uno o ambos métodos sean eficaces en la prevención o el tratamiento de la hiperémesis gravídica”, argumenta Fejzo.
Fejzo, que ha padecido ella misma hiperémesis gravídica, subraya que las conclusiones del estudio ofrecen esperanza a las mujeres que, como ella, han estado gravemente enfermas durante el embarazo. “Ahora que entendemos cuál es la causa principal, esperamos estar más cerca de desarrollar buenos tratamientos para que otras madres no tengan que experimentar lo que yo y muchas otras mujeres hemos vivido”, concluye.
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