Los arqueólogos locales de Siberia ya conocían el fuerte Amnya 1. Sin embargo, estaban esperando a que se pudiera establecer con exactitud la antigüedad del fuerte. Ahora lo han conseguido. Así, un equipo internacional ha determinado que el fuerte tiene unos 8000 años de antigüedad. Esto significa que el hombre ya era capaz de construir complejas estructuras defensivas en la época de los cazadores y recolectores.
Tanja Schreiber es una de las científicas que han colaborado en el estudio. “Este descubrimiento pone en entredicho la idea de que solo las comunidades agrícolas podían construir estructuras tan monumentales”, explica. “Esto revela, por tanto, que las sociedades tuvieron acceso a una arquitectura sofisticada mucho antes”. La investigación se ha publicado en la revista Antiquity.
Lucha en la Edad de Piedra
El fuerte se alzaba en el oeste de Siberia y guarda un asombroso parecido con estructuras defensivas que conocemos de mucho antes. “En el centro del fuerte se alzaba la casa más grande, con su propio muro defensivo a su alrededor”, describe Schreiber. “A su alrededor había casas más pequeñas que tenían todas sus propias defensas utilizando una combinación de muros y zanjas excavadas”.
A continuación estaba la muralla exterior. Conocida como Amnya 1, esta fortaleza se alza sobre una elevación cerca de un río. Sin embargo, también existe un poblado fuera de las murallas de Amnya 1 conocido como Amnya 2: “Amnya 2 es un conjunto de casas cerca de Amnya 1. Las casas de Amnya 2 no tienen sistemas de defensa”.
“La territorialidad fue probablemente una de las principales razones por las que se construyeron los fuertes”, explica Schreiber. “El río cercano posibilitaba los desplazamientos rápidos, creando rutas de transporte para mercancías y personas. Esto significa que se tenía en cuenta a los enemigos que pudieran querer acercarse al fuerte en barco”. Las pruebas arqueológicas halladas cerca del fuerte demuestran que, efectivamente, fue atacado varias veces. “Encontramos capas quemadas en los edificios fortificados. Esto significa que las empalizadas y las casas de foso fueron incendiadas varias veces”. Pero eso no es todo: “Encontramos puntas de flecha en el foso exterior de Amnya 1. Es posible que acabaran aquí porque el fuerte fue atacado desde el exterior”.
Una fotografía aérea del asentamiento con un mapa al lado. |
Vida abundante
Según el estudio, había buenas razones para atacar el fuerte. Por ejemplo, el fuerte era un almacén de abundante comida, como el pescado del río cercano o la carne de los alces del bosque. Esto permitía a los habitantes del fuerte llevar un estilo de vida refinado. “Un estilo de vida refinado en la Edad de Piedra significa principalmente que se utilizaban estrategias sofisticadas para aprovechar mejor los recursos”, explica Schreiber. “Por ejemplo, podían recoger pescado de forma eficiente y tenían puntas de lanza de hueso y piedra para cazar. Además, también encontramos jarras decoradas en las que se guardaba la comida”.
Para una posible investigación de seguimiento, Schreiber quiere estudiar la organización social del asentamiento fortificado. Además, Schreiber dice que podría ser que incluso entonces la gente tuviera que trabajar junta para hacer frente al clima: “Una cuestión importante es si el enfriamiento climático de la época provocó la aparición de los fuertes siberianos”. Fuera cual fuera la razón, al menos eran agradables, cálidos y secos.
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