Un estudio reciente demuestra que saludar a un desconocido puede ayudarte enormemente a sentirte más feliz. Aunque investigaciones anteriores mostraban que las conversaciones con desconocidos pueden tener un efecto similar, ahora resulta que ni siquiera hace falta ir tan lejos: un simple saludo ya hace bien.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que la soledad puede considerarse un grave riesgo para la salud en todo el mundo. Y no uno cualquiera: lo comparan con el efecto nocivo de fumar 15 cigarrillos diarios. En concreto, muchas personas de las sociedades occidentales y modernas parecen sentirse solas. Y, sin embargo, según un nuevo estudio, la solución puede ser muy sencilla en algunos casos.
Riesgos para la salud
En la época actual, solemos centrarnos en nosotros mismos. No hablamos tanto con desconocidos, sino sobre todo con conocidos. Sin embargo, este distanciamiento hace que la gente sea menos feliz que en el pasado, cuando la gente interactuaba más fácilmente con extraños. “La falta de conexión social con los demás es un grave riesgo para la salud”, explica la investigadora Esra Aşçıgil. “Investigaciones anteriores ya han demostrado que la soledad no solo es mala para la felicidad vital, sino que también puede ser muy perjudicial para la salud física. Por eso es importante estudiar el vínculo que existe entre unas interacciones sociales mínimas y una baja satisfacción vital”.
Para este estudio, los investigadores enviaron cuestionarios a personas tanto de Turquía como del Reino Unido. Preguntaron sobre breves encuentros o incluso conversaciones recientes con desconocidos. Además, pidieron a cada participante que calificara su nivel personal de satisfacción vital o felicidad general. Los investigadores recibieron 3266 respuestas en la primera fase y 60 141 en la segunda.
El equipo de investigación observó un patrón sorprendente: las personas que declararon haber mantenido breves interacciones o conversaciones con desconocidos eran, en general, más felices que las que evitaban conversar con extraños. “La principal conclusión es que saludar a desconocidos puede ser una forma fácil de sentirse más feliz”, afirma Aşçıgil.
Saludos y agradecimientos
Por cierto, estos hallazgos no son muy sorprendentes. “Estudios anteriores también han demostrado que hablar con extraños puede aumentar la sensación de bienestar”, afirma Aşçıgil. “Ahora hemos replicado estos resultados y se ha confirmado que hablar con extraños es realmente bueno para nuestro bienestar. En este estudio, incluso fuimos un paso más allá y también analizamos el efecto de simplemente decir ‘hola’ y dar las gracias a personas que no conocemos bien. Y descubrimos que incluso estos pequeños gestos pueden hacernos más felices. Esto significa que los efectos beneficiosos del contacto con extraños no solo provienen de las conversaciones, sino también de simples saludos y agradecimientos”.
Sin embargo, queda la duda de si un mayor contacto con desconocidos conduce ahora a una mayor felicidad vital, o si una mayor felicidad vital hace que busques más contacto con los demás. “Podrían ser ambas cosas”, especula Aşçıgil. “Las personas que ya están satisfechas con sus vidas podrían hablar con extraños más a menudo, y las que interactúan más con extraños podrían en realidad estar más satisfechas con sus vidas”. “En nuestra investigación tuvimos en cuenta este problema del huevo o la gallina, configurando nuestros modelos estadísticos de forma que pudiéramos evitarlo. Y encontramos pruebas de que hablar con extraños se traducía en una mayor satisfacción vital”.
Otra cuestión acuciante es por qué el simple hecho de saludar a desconocidos conduce a una mayor satisfacción vital. “Posiblemente, una mayor sensación de conexión podría explicar el vínculo descubierto entre las interacciones con extraños y una mayor satisfacción vital”, sugiere Aşçıgil. “Experimentar conexión es algo que se considera una necesidad humana esencial. Significa sentirse aceptado y apreciado por los demás. Las interacciones con extraños pueden contribuir a esta sensación de conexión, que luego puede conducir a una mayor satisfacción con la vida”.
Un simple saludo ya te hace felíz
El estudio demuestra que sentirse menos solo y más feliz no tiene por qué ser difícil. En realidad, tampoco hace falta iniciar conversaciones enteras con un desconocido para conseguirlo, como sugerían estudios anteriores. De hecho, eso es algo que no resulta fácil para todo el mundo. “La gente suele tener miedo de no gustar a su interlocutor o de que la conversación sea incómoda”, explica Aşçıgil. “Además, a veces no saben qué decir. Pero ahora hemos descubierto que decir simplemente ‘hola’ o ‘gracias’ ya puede aumentar nuestra satisfacción vital. Esto es importante porque cualquiera puede hacerlo fácilmente”.
Así que, aunque nuestras relaciones cercanas son especialmente importantes para la felicidad en la vida, sigue mereciendo la pena ir un paso más allá de las personas que conocemos. Así que la próxima vez que te sientas un poco triste, puede ser muy útil buscar a las propias personas con las que interactúas. Y como una interacción siempre tiene lugar entre al menos dos personas, está garantizado que al mismo tiempo harás un poco más feliz a otra persona.
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