Hace 66 millones de años, la era de los dinosaurios llegó a su fin de forma abrupta. Aún no se sabe exactamente cómo ocurrió. Pero, según investigadores belgas, las partículas liberadas durante el impacto del meteorito desempeñaron un papel más importante de lo que se pensaba. Como resultado, la Tierra se enfrió rápidamente. Con todas sus consecuencias.
No solo perecieron los dinosaurios, sino hasta tres cuartas partes de las especies de la Tierra. Lo más probable es que el llamado meteorito de Chicxulub provocara un invierno de impacto, tras el cual el clima se enfrió, la fotosíntesis se interrumpió y las especies se extinguieron en masa. Pero, ¿cómo se produjo exactamente el llamado invierno de impacto? Durante mucho tiempo no estuvo claro.
Los estudios anteriores suponían que el gas de azufre durante el impacto y el hollín de los incendios forestales que se produjeron poco después entraron en la atmósfera y provocaron así un invierno frío y oscuro, en lugar del polvo de silicato que se desprendió de la roca pulverizada del meteorito.
Muestras de sedimentos de las Américas
Pero según los científicos del Real Observatorio de Bélgica (KSB), ese mismo polvo desempeña un papel muy importante. Utilizando un nuevo modelo paleoclimático, simularon lo que debió ocurrir tras el impacto del meteorito. Para ello, pudieron utilizar nuevas muestras de sedimentos recogidas en North-Dakota (EE. UU.), observando el tamaño del grano del polvo.
“Tomamos muestras específicamente del intervalo milimétrico superior de la capa límite Cretácico-Paleógeno. Este intervalo mostraba una distribución granulométrica muy fina y uniforme, que interpretamos como la sedimentación en el aire de polvo fino que podemos relacionar con el impacto del meteorito. Los nuevos resultados muestran tamaños de grano mucho más finos que los utilizados anteriormente en los modelos climáticos, y este aspecto tiene importantes implicaciones para nuestras reconstrucciones climáticas”, explica el investigador Pim Kaskes. Descubrieron algo notable: el polvo con un tamaño de 0,8 a 8 micrómetros tuvo mucho más impacto del que se pensaba.
Polvo rico en iridio
El investigador principal, Cem Berk Senel, explica en el comunicado de prensa: “De hecho, las nuevas simulaciones del modelo muestran que tal penacho de polvo micrométrico de silicato podría haber permanecido en la atmósfera hasta 15 años después del impacto. Esto contribuyó a un enfriamiento global de la superficie de la Tierra de hasta 15 grados centígrados en las secuelas iniciales del impacto”. Y eso se corresponde a su vez con los recientes hallazgos en una capa de arcilla en el cráter del impacto en México. Allí se encontró iridio, vinculado al polvo del meteorito. Se cree que este se asentó durante menos de 20 años, lo que encaja con el nuevo estudio, publicado en Nature.
Pero los investigadores descubrieron algo más: las partículas bloqueaban la luz solar, lo que provocó que la fotosíntesis en el planeta se detuviera durante casi dos años. Es tiempo suficiente para que mueran los animales y las plantas que no soportan la oscuridad y el frío.
Los investigadores explican que esto encaja con los fósiles encontrados. “La flora y la fauna que fueron capaces de entrar en una fase de reposo, por ejemplo mediante semillas, quistes o hibernando en madrigueras, y pudieron adaptarse a un estilo de vida generalista, no dependiente de una fuente de alimento concreta, por lo general sobrevivirían mejor al impacto del meteorito”.
La misión Hera
Hay muchas pruebas, pues, de que las partículas fueron una de las principales causas de la extinción masiva de hace 66 millones de años. Esto también es de interés para el presente. “Los impactos de asteroides de tamaño kilométrico que causan extinciones masivas son raros, pero los asteroides pequeños y medianos del orden de 100 metros son mucho más comunes en el Sistema Solar y pueden causar devastación a escala regional o nacional”, afirma el investigador Özgür Karatekin. Por ello, la Agencia Espacial Europea (ESA) contribuye a la investigación de la defensa planetaria con la misión Hera. Para ello es necesario comprender mejor lo que ocurre tras el impacto de un asteroide y sus consecuencias para la Tierra.
Impacto de meteorito frente a erupción volcánica
La teoría predominante es que los dinosaurios y tres cuartas partes de las demás especies de la Tierra se extinguieron hace 66 millones de años debido al impacto de un meteorito cerca de la península mexicana de Yucatán. Pero también hay pruebas de que varias especies ya habían desaparecido antes de que el meteorito impactara contra nuestro planeta. Eso se debería a una serie de erupciones volcánicas en lo que hoy es la India. Así que bien podría ser que la Tierra ya fuera vulnerable debido a la actividad volcánica y luego el meteorito asestara el golpe definitivo.
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