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Tormentas secas desencadenan incendios forestales, incluso en condiciones húmedas
jueves, agosto 17, 2023

Tormentas secas desencadenan incendios forestales, incluso en condiciones húmedas

Peligro oculto: cómo las tormentas secas, incluso en días húmedos, tienen el poder de encender incendios forestales: noticias de infoterio

Se trata de un nuevo e importante descubrimiento, que esperemos ayude a detectar antes los incendios destructivos.

Los científicos saben desde hace tiempo que las tormentas eléctricas secas, es decir, los fuertes relámpagos sin ni siquiera una gota de lluvia, tienen consecuencias desastrosas. En esos casos, el riesgo de incendio es especialmente alto, ya que no existe el efecto retardante de la lluvia. Pero incluso en condiciones más húmedas, las tormentas secas pueden ser desastrosas, según muestran los investigadores en un nuevo estudio.

Tormentas secas

Aunque la mayoría de los incendios, tanto accidentales como intencionados, siguen siendo provocados por el hombre, las tormentas (secas) también suelen causar incendios forestales. Es probable que las tormentas secas hayan provocado, o al menos favorecido, varios incendios a gran escala en el pasado. Consideremos los incendios forestales que asolaron Portugal en 2017 y los incendios forestales en Australia en 2019 y 2020.

Este tipo de tormentas eléctricas son raras en el clima templado del oeste de Europa, pero son comunes en regiones desérticas y áridas como en el oeste de Estados Unidos. Un estudio anterior ya demostró que casi el 70 % de los incendios forestales del oeste de Estados Unidos fueron causados por rayos. Por ejemplo, en agosto de 2020, tormentas eléctricas secas incendiaron varios bosques californianos al mismo tiempo.

En resumen, no hay duda de que las tormentas secas pueden ser catastróficas. Pero ahora los investigadores demuestran que las tormentas secas también pueden provocar incendios forestales cuando están mojadas. Antes, los científicos pensaban que esas tormentas solo podían causar daños cuando llovía menos de 2,5 mm al día. Pero un nuevo estudio demuestra que las tormentas secas pueden incendiar zonas, aunque llueva 7,7 mm el mismo día.

Cifras de incendios

Los investigadores llegaron a este descubrimiento tras analizar más de 4600 incendios forestales inducidos por la naturaleza que se habían producido en el oeste de Estados Unidos entre 2015 y 2020. 3726 de ellos fueron causados por rayos. El 15,3 % de estos incendios forestales provocados por rayos fueron los llamados “incendios remanentes”: pequeños fuegos que arden durante muchos días antes de convertirse en incendios forestales propiamente dichos. Esto supone más de 100 incendios al año. Cuando los investigadores estudiaron los datos de precipitaciones en el momento de los rayos, descubrieron que, sorprendentemente, había llovido mucho más de lo esperado, entre 1,7 mm y 4,6 mm. Los incendios remanentes solían producirse durante precipitaciones aún mayores, cuando habían caído entre 3,0 mm y 7,7 mm de lluvia.

¿7,7 mm es mucho?

Durante un chubasco normal, caen del cielo entre 1 y 3 mm de lluvia. Durante los chubascos fuertes, son de 3 a 10 mm y durante los chubascos intensos, son más de 10 mm.

Esto significa que las tormentas secas tienen consecuencias desastrosas incluso cuando las condiciones no son tan secas. Se trata de un nuevo e importante dato. Puede ayudar a los trabajadores de emergencias a detectar antes los incendios destructivos. “La cantidad de precipitaciones que hemos cuantificado debería ayudar a comprender mejor cuánta lluvia puede caer y al mismo tiempo existe un riesgo significativo de incendio”, afirma el investigador Dmitri Kalashnikov.

Lugares remotos

Lo complicado es que las tormentas secas pueden provocar incendios forestales en lugares remotos de difícil acceso para los bomberos. Los incendios remanentes plantean un problema adicional porque son difíciles de detectar en una fase temprana. 

Las zonas boscosas son especialmente vulnerables porque el fuego latente puede prender las hojas y ramas que yacen en el suelo del bosque. Estas prenden con facilidad porque están protegidas de la lluvia por las ramas que hay sobre ellas. Al mismo tiempo, las mismas ramas las ocultan de la vista de los trabajadores de emergencias.

“Los incendios remanentes son muy furtivos”, explica Kalashnikov. “Cuando cae un rayo, puede permanecer latente durante uno o dos días, o a veces incluso una semana o más, antes de que el fuego empiece a propagarse. Esto significa que la tormenta tuvo lugar hace mucho tiempo, lo que hace pensar que el peligro ha pasado. Y de repente se produce un incendio forestal”.

El nuevo estudio aporta más datos sobre los incendios provocados por rayos. Y es de esperar que permita detectar antes incluso estos furtivos incendios remanentes. Sin embargo, se necesita más investigación para idear formas eficaces de prevenir los peores efectos de estos incendios. Pero el hecho de que los investigadores empiecen ahora a comprender mejor sus causas y su desarrollo es ya un importante paso adelante.

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