Conoce un invento superinteligente: es una elegante lámpara de ambiente y un purificador de aire, todo en uno. Científicos surcoreanos han desarrollado una pantalla de lámpara que elimina los contaminantes del aire y los convierte en compuestos inocuos.
Nos preocupamos sobre todo por la contaminación del aire exterior procedente de coches o fábricas, pero a menudo olvidamos que el aire interior tampoco es limpio. Así que una lámpara que limpie el aire es ideal. De momento, la tecnología solo funciona con lámparas halógenas e incandescentes, pero se está trabajando en una solución con luces LED.
Las lámparas combaten los llamados compuestos orgánicos volátiles (COV). Se trata de sustancias químicas en forma gaseosa. Piense en disolventes, catalizadores o fragancias. Ejemplos de COV son los propelentes, el tolueno, el acetaldehído, el formaldehído y el benceno. Pero también se encuentran en alfombras, colchones, materiales aislantes, ambientadores, plásticos, tintes, lacas, pintura de látex, white spirit, benceno y aceite para lámparas. Cocinar, quemar incienso, velas, plástico o atomizar aceites esenciales también liberan COV.
Buena ventilación: enfoque sencillo
Estas sustancias pueden irritar las vías respiratorias y son perjudiciales para la salud. Por eso es importante ventilar bien los espacios interiores. Especialmente cuando se trabaja con productos que contienen COV, se queman velas o incienso y se utilizan impresoras 3D. Así que los COV se arremolinan constantemente en el aire de los espacios interiores. Y uno quiere deshacerse de ellos, así que qué bueno sería que un objeto que todo el mundo tiene ya en su casa pudiera servir como destructor de COV, debió de pensar el investigador de Seúl, Hyoung-il Kim. Por eso desarrolló la pantalla anti COV.
“La cantidad de COV en el hogar o la oficina es bastante baja, pero como la gente pasa de media más del 90 % de su tiempo en interiores, sigue ingiriendo bastantes de estos contaminantes a lo largo del tiempo”, explica Kim.
“Los métodos tradicionales para eliminar los COV en interiores se basan en el carbón u otro tipo de filtro, que hay que sustituir al cabo de cierto tiempo”, explica el investigador Minhyung Lee. También hay dispositivos que descomponen los COV mediante termocatalizadores o fotocatalizadores que responden a altas temperaturas y a la luz, respectivamente. Pero Kim explica que estas unidades suelen requerir un elemento calefactor o una fuente de luz ultravioleta aparte, lo que puede crear subproductos no deseados. Su equipo optó por un método más sencillo, que solo requiere una fuente de luz que también genere calor. Una lámpara halógena o incandescente en una pantalla recubierta con un termocatalizador.
Las lámparas LED son demasiado eficientes
Las lámparas halógenas solo convierten en luz el 10 % de la energía, el resto se transforma en calor. Las bombillas incandescentes son aún peores. En ellas, solo el 5 % de la energía se convierte en luz. “El calor es normalmente energía desperdiciada”, dice Kim. “Pero hemos encontrado la forma de darle un buen uso activando un termocatalizador que descompone los COV”. El año pasado, los científicos utilizaron con éxito un termocatalizador hecho con un recubrimiento de dióxido de titanio y una pequeña capa de platino en una pantalla de aluminio, en la que convirtieron una lámpara halógena de 100 vatios. La temperatura de unos 120 grados centígrados bastó para activar el catalizador y descomponer el acetaldehído en el laboratorio mediante un proceso de oxidación que dio lugar sucesivamente a ácido acético, ácido fórmico y, por último, dióxido de carbono y agua.
Una alternativa más barata
En el estudio más reciente, los investigadores se propusieron encontrar una alternativa más barata al platino. Consiguieron descomponer los COV incluso con catalizadores a base de hierro y cobre. Una ventaja adicional es que el cobre también tiene propiedades desinfectantes, por lo que también se pueden eliminar los microbios patógenos que flotan en el aire.
Objetivo final
El siguiente paso en la investigación es equipar las lámparas LED con una pantalla especial y repetir el truco. Sin embargo, las lámparas LED emiten muy poco calor para activar un termocatalizador. Por eso, el equipo de Kim quiere desarrollar un fotocatalizador que se active mediante la luz ultravioleta emitida por una lámpara LED. El científico también cree que puede fabricar un recubrimiento que convierta la luz visible en calor, lo que permitiría a un termocatalizador realizar su trabajo de destrucción de COV. “Nuestro objetivo final es desarrollar un catalizador híbrido que pueda aprovechar todo el espectro energético emitido por las fuentes de luz, incluidos los rayos UV y la luz visible, pero también el calor liberado”,
Sin comentarios