Un fósil de 39 millones de años sugiere que en tiempos pasados dominaba los océanos del mundo un inmenso gigante que podría haber pesado 340 toneladas.
La ballena azul es el animal más grande que jamás haya existido. Es incluso mayor que el mayor dinosaurio conocido. El ejemplar más largo jamás observado medía 30 metros de largo y pesaba nada menos que 190 toneladas.
No obstante puede que la ballena azul tenga que renunciar a su prestigioso título de animal más grande y pesado de la Tierra. Los investigadores han dado con un antiguo fósil de ballena, lo que les lleva a pensar que en un pasado remoto pudo existir un animal aún más pesado.
Fósil de ballena antigua
Se trata de un fósil de 39 millones de años desenterrado en el sur de Perú. El fósil incluye 13 vértebras, cuatro costillas y un hueso de la cadera de una ballena llamada basilosaúrida. Se trata de una familia de cetáceos extintos que vivieron entre mediados y finales del Eoceno. Se encontraban en todo el mundo, incluso alrededor de la Antártida.
Huesos conservados de Perucetus colossus. Imagen: Giovanni Bianucci |
Gracias a los restos encontrados, los investigadores pudieron estimar el peso de la antigua ballena, llamada Perucetus colossus. Y esto demuestra que su masa ósea era mayor que la de cualquier mamífero o animal marino conocido. De hecho, probablemente tenía entre 2 y 3 veces el tamaño de una ballena azul de 25 metros de longitud. Supuestamente, el Perucetus colossus pesaba entre 85 y 340 toneladas. Esta cifra rivaliza con el peso de la ballena azul, que hasta ahora se consideraba el animal más pesado de la historia.
La ballena azul retirado del trono
Por tanto, es posible que el Perucetus colossus haya destronado a la ballena azul. No a la ballena azul, sino que el Perucetus colossus es quizá el animal más grande y pesado que (que sepamos) haya existido jamás. Este descubrimiento sugiere que la marcha hacia el gigantismo en los mamíferos marinos puede haber hecho su aparición antes de lo que se pensaba.
Si observamos todo el reino animal, muy pocos animales han alcanzado proporciones gigantescas. De hecho, es un rasgo bastante raro. Y también es fácil de explicar. Al fin y al cabo, es una característica muy costosa. Los animales grandes suelen tener menos descendencia, necesitan más espacio para vivir, comen más y, por último, tienen más riesgo de padecer enfermedades como el cáncer.
Además de las desventajas del gigantismo, el mayor tamaño también tiene claras ventajas; de lo contrario, tampoco habría evolucionado. La principal ventaja es la alimentación. A pesar de su cuerpo gigante, muchas ballenas viven casi exclusivamente de pequeños crustáceos de menos de 10 centímetros de longitud. Un cuerpo más grande es obviamente útil en este sentido, ya que les permite dar bocados mucho más grandes y, por tanto, succionar más alimento de una sola vez.
Historia evolutiva: 30 millones de años antes
El registro fósil de los cetáceos (un suborden de mamíferos que también incluye delfines, ballenas y marsopas) es muy importante para documentar la historia evolutiva de los mamíferos marinos. Mucha gente cree que los antepasados de las ballenas vivieron en el mar, pero no es así. De hecho, las ballenas descienden de animales que se trasladaron de tierra al mar.
Los investigadores siguen tratando de averiguar más sobre este tema. Mientras tanto, ya se han topado con ciertas adaptaciones que fueron de la mano de ese regreso al agua. En este caso, pensemos en el gigantismo y el aumento de masa corporal asociado, aunque se cree que este último ha sido una diversificación relativamente reciente.
Pero el nuevo estudio sugiere ahora lo contrario. En efecto, los restos fósiles desenterrados de Perucetus colossus tienen 39 millones de años. Además, parece que este gigante ya poseía varias características que indican que ya estaba totalmente adaptado a un medio acuático. Esto significa que los cetáceos ya habían alcanzado su peso corporal máximo unos 30 millones de años antes de lo que se pensaba. La flotabilidad asociada al aumento de la masa ósea es coherente con un estilo de vida en aguas poco profundas. Esto apoya la teoría predominante de que las ballenas basilosauridas estaban bien adaptadas a los entornos costeros.
El estudio arroja más luz sobre este orden de animales ancestrales. Pero no solo eso. Sobre todo, demuestra que en tiempos pasados, inmensos gigantes vagaban por los mares, incluso más grandes y pesados que la famosa ballena azul. ¿Hubo animales aún más pesados que el coloso Perucetus? Por supuesto, no se puede descartar. Estaremos atentos a la ciencia.
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