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Ciertos olores pueden mejorar la memoria, recordar más y mejor
viernes, agosto 04, 2023

Ciertos olores pueden mejorar la memoria, recordar más y mejor

La íntima conexión entre el olfato, la memoria y la esperanza: cómo los olores nocturnos podrían ser la clave para combatir la demencia en el futuro cercano

Nuestro sentido del olfato suele ser en cierto modo el menos estudiado de los sentidos. Y no  debería ser así, ya que parece existir una estrecha relación entre el olfato y la memoria. Un olor familiar puede evocar recuerdos y emociones de tiempos pasados. De hecho, los patrones olfativos nocturnos parecen ser capaces de dar un impulso gigantesco a la memoria de las personas.

Científicos de la Universidad de California (UCI) decidieron realizar una sencilla prueba olfativa. A dos grupos de personas mayores de 60 años sin problemas de salud se les entregó un difusor de aromas y siete cartuchos diferentes a la semana. Cada noche, el difusor se encendía durante dos horas y su dormitorio se llenaba de un agradable aroma. 

En total, los participantes utilizaron siete fragancias, una para cada día de la semana. Un grupo recibió una versión ligera de los cartuchos de fragancia, mientras que el otro grupo estuvo expuesto a una cantidad mucho más fuerte de aceite de fragancia. Tras seis meses de sesiones de sueño perfumado, se evaluaron los resultados mediante una prueba de memoria estándar y un amplio conjunto de escáneres cerebrales de los participantes.

Mayor puntuación cognitiva

Los resultados no mentían. El grupo al que se le administró el aceite de fragancia fuerte obtuvo en las pruebas cognitivas la friolera de un 226 % más que el grupo de control. Esto se midió mediante una prueba de memoria en la que se pide a las personas que recuerden y enumeren tantas palabras en el orden correcto como sea posible. Los escáneres cerebrales mostraron conexiones cerebrales claramente más fuertes entre el lóbulo temporal medio y el córtex prefrontal, donde reside la toma de decisiones. Todo este sistema se va debilitando progresivamente a lo largo de la vida. Pero este deterioro fue mucho menos evidente en el grupo que recibió diariamente la dosis alta de aceite aromático. Estos participantes también informaron de una mejor calidad del sueño que el grupo de control.

Los científicos saben desde hace tiempo que la pérdida del sentido del olfato está relacionada con el desarrollo de casi 70 enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Entre ellas se encuentran la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, la enfermedad de Parkinson, la esquizofrenia y el alcoholismo. Cada vez hay más pruebas de que también existe una relación entre la pérdida de olfato inducida por el Coronavirus y el deterioro de las capacidades cognitivas. 

Investigaciones anteriores han demostrado que cuando se expone a personas con demencia moderada a 40 olores diferentes (dos veces al día durante un periodo prolongado), su memoria y sus habilidades lingüísticas mejoran, su depresión se aligera y su sentido del olfato mejora. El equipo de la UCI decidió basarse en estos conocimientos y crear una sencilla herramienta contra la demencia.

Oler de noche

“A partir de los 60 años aproximadamente, el sentido del olfato y la memoria de las personas se deterioran, esa es la realidad”, afirma el neurobiólogo Michael Leon. “Pero no es realista pensar que las personas con déficits cognitivos vayan a abrir, oler y cerrar ochenta frascos de aromas diferentes cada día. Esto ya es una tarea difícil de mantener, incluso para personas que no padecen demencia”.

La investigadora principal, Cynthia Woo, añade: “Por eso, en nuestro estudio, redujimos la cantidad de olores a siete y los participantes solo huelen uno al día. Intentamos hacerlo lo más sencillo posible exponiendo a las personas a los olores solo por la noche. Así no tenían que dedicar tiempo al experimento durante el día”.

Un lugar especial

“El sentido del olfato ocupa un lugar especial en el cerebro. Concretamente, está directamente conectado con los circuitos de la memoria”, explica el profesor Michael Yassa. “Los estímulos de todos los demás sentidos pasan primero por el tálamo, pero los olfativos no. Todo el mundo ha experimentado lo poderosa que puede ser la experiencia olfativa. De repente se puede revivir un viejo recuerdo con mucha claridad, aunque sea de hace mucho tiempo. Sin embargo, no existe en el mercado un equivalente de gafas o audífonos para hacer frente a la pérdida de olfato”.

Los investigadores estadounidenses quieren seguir investigando la relación entre el olfato y la memoria para ver qué efecto tiene su técnica en personas con pérdida de memoria diagnosticada. Quieren desarrollar varios métodos olfativos eficaces para combatir la demencia y otras enfermedades cerebrales. Antes de que acabe el año, el equipo espera tener ya en el mercado un producto que la gente pueda utilizar en casa.

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