Suena un poco confuso, pero es cierto: se puede oír el silencio. De hecho, “la nada” altera nuestra percepción del tiempo del mismo modo que lo hace el sonido.
De hecho, el silencio no es más que la ausencia de sonido. Pero la cuestión de si los humanos podemos oír algo más que el sonido es algo que los filósofos han debatido durante siglos.
“Normalmente, suponemos que nuestro oído solo capta sonidos. Pero, ¿responden nuestros oídos, o al menos las regiones auditivas del cerebro, también a la ausencia de sonido?”, se preguntaba el psicólogo y filósofo Rui Zhe Goh. “Empezamos a investigar esto. Nuestros hallazgos sugieren que el silencio también es algo que podemos oír”.
El silencio se parece al ruido
Los investigadores adaptaron algunas ilusiones auditivas conocidas para que no se centraran en el sonido, sino en la ausencia de sonido. Por ejemplo, existe una ilusión en la que un determinado sonido hace que el oyente sienta que ha pasado más tiempo del que realmente ha transcurrido. En la nueva versión de esta ilusión, es precisamente un periodo de silencio el que evoca esta alteración del reloj interno. Dado que estas “ilusiones de silencio” provocan los mismos resultados psicológicos que sus homólogas ruidosas, los investigadores concluyen que las personas pueden oír el silencio tan bien como el sonido.
Percibir la ausencia de sonido: la iluminación del silencio
“Los filósofos llevan mucho tiempo debatiendo si el silencio es algo que podamos percibir literalmente, pero nunca se había investigado científicamente”, explica Chaz Firestone, neurocientífico. “Empezamos a estudiar cómo afronta nuestro cerebro los momentos de silencio. Si consigue conjurar las mismas ilusiones con los momentos de silencio que con el sonido, entonces no podemos ignorar el hecho de que los humanos también pueden oír la ausencia de sonido”.
Al igual que una ilusión óptica engaña a nuestro cerebro, una ilusión auditiva atenta contra nuestra percepción del tiempo. Un ejemplo de ello es la “ilusión de uno es más”, en la que al escuchar un tono largo, instintivamente pasa más tiempo que en el caso de dos tonos más cortos, aunque en realidad ambos fragmentos sonoros tengan la misma duración.
El equipo sometió a mil sujetos a pruebas con ilusiones inversas, en las que los tonos sonoros se habían sustituido por silencios igualmente largos. La nueva ilusión “un silencio es más” obtuvo exactamente los mismos resultados que su homóloga original. Varias ilusiones de silencio alternativas también mostraron los mismos resultados que sus ilusiones sonoras correspondientes. Por ejemplo, los participantes escucharon sonidos de restaurantes, mercados y estaciones de tren, que se silenciaron bruscamente una o dos veces, para reanudarse instantes después.
Percepción de la nada
“Hay al menos una cosa que podemos oír que no es sonido, y es el silencio que se produce cuando desaparece todo sonido”, afirma el investigador Ian Phillips. “Las ilusiones auditivas y los efectos resultantes parecían tener lugar solo al procesar sonidos, pero lo mismo ocurre con los silencios. No podemos evitar aceptar que también oímos la ausencia de sonido”.
Investigaciones anteriores ya habían demostrado que la mayoría de las personas perciben un clip en el que pasa un sonido largo como más largo que un clip en el que se oyen dos sonidos más cortos con un silencio en medio. En realidad, ambos clips tenían exactamente la misma duración. Ahora resulta que se produce el mismo efecto cuando los sujetos tienen que estimar la duración de clips de audio con periodos de silencio. Por término medio, un clip que contiene un silencio largo se percibe como más largo que un clip de audio con dos silencios más cortos.
Los investigadores escriben que han encontrado una forma fundamentalmente nueva de investigar la percepción de la “nada”. Por ello, tienen previsto seguir profundizando en este tema. La siguiente pregunta es si también podemos percibir los silencios que no van precedidos de sonido. También quieren explorar la respuesta humana a las “desapariciones visuales” y otros ejemplos de ausencia de percepciones sensoriales.
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