El plan de perforación petrolera cerca de la desembocadura del río más grande del mundo ha desatado preocupación entre investigadores y ambientalistas, quienes advierten sobre los riesgos que esto conllevaría para el delicado ecosistema y la biodiversidad de la región.
Un ambicioso proyecto de perforación de pozos de petróleo exploratorios en el océano, cerca de la desembocadura del majestuoso río Amazonas, ha encendido las alarmas entre la comunidad científica y ambientalista. La compañía energética Petrobras ha buscado la aprobación para llevar a cabo estas operaciones en lo que se conoce como el bloque FZA-M-59, una parcela de lecho marino ubicada a unos 175 kilómetros de la costa del norte de Brasil, cerca de la frontera con la Guayana Francesa.
Aunque, hasta ahora, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (Ibama) ha rechazado su solicitud, existe la preocupación de que en el futuro sea aprobada, lo que podría sentar un peligroso precedente para más perforaciones en alta mar en la región.
La advertencia de los científicos
Carlos Rezende, un destacado biólogo marino de la Universidad Estatal del Norte Fluminense de Río de Janeiro en Campos dos Goytacazes, Brasil, advierte sobre los riesgos asociados con este proyecto: “Existe un riesgo palpable de un derrame de petróleo si las actividades continúan. El hecho de que sea un pozo exploratorio para estudiar el potencial de petróleo en aguas profundas de la región no lo exime de accidentes”. Sus palabras reflejan la preocupación compartida por muchos investigadores y activistas que temen las devastadoras consecuencias que podrían derivarse de un derrame de petróleo en la delicada región amazónica.
El arrecife del Amazonas en peligro
Uno de los mayores puntos de preocupación es el impacto que podría tener la perforación y los consiguientes derrames de petróleo en el gran sistemas de arrecifes del Amazonas, un vasto sistema de arrecifes que se encuentra a unos 50 kilómetros del sitio de perforación planificado.
A pesar de la importancia ecológica y la riqueza de biodiversidad que este arrecife alberga, es todavía una zona poco explorada debido a sus turbulentas aguas. Sin embargo, estudios recientes han revelado que el arrecife es el hogar de una próspera comunidad de corales, esponjas y diversas especies de peces.
Ronaldo Francini-Filho, un respetado investigador de ecosistemas marinos en la Universidad de São Paulo en Brasil, subraya la importancia de proteger este ecosistema único: “Es inmenso y es delicado. Y no conocemos ni siquiera el 5% de lo que hay allí abajo”. La incertidumbre en torno a los hábitats y la circulación del agua en el arrecife ha llevado a Rodrigo de Moura, ecólogo marino de la Universidad Federal de Río de Janeiro, a afirmar que una evaluación integral de los riesgos de la explotación de petróleo y gas en esta región es actualmente imposible.
El dilema del cambio climático
Aunque Petrobras insiste en que sus modelos de derrame de petróleo indican que no habría probabilidad de que el petróleo alcance la costa brasileña, los científicos rebaten esta afirmación. Rezende señala que los modelos también muestran que el petróleo podría afectar a países vecinos como la Guayana Francesa, Guyana, Surinam y el Caribe. Además, los modelos utilizados por Petrobras no tienen en cuenta las intensas olas generadas por el viento en la región, lo que podría llevar el petróleo hacia la costa.
El posible derrame de petróleo plantea una amenaza directa a uno de los mayores tesoros naturales de Brasil: los manglares en la desembocadura del Amazonas. Francini-Filho advierte sobre las graves consecuencias que esto podría tener: “La región alberga el segundo mayor manglar continuo del mundo. Como es altamente sensible, la contaminación por petróleo sería catastrófica”.
Además del riesgo ambiental, existe un dilema ético y moral. Brasil, como muchas naciones, se enfrenta a la urgente necesidad de abordar el cambio climático y reducir las emisiones de carbono. Permitir perforaciones en el Amazonas para extraer más petróleo va en contra de los esfuerzos globales para transicionar hacia fuentes de energía renovable y sostenible.
El futuro de la Amazonia en juego
El posible éxito del proyecto de Petrobras podría allanar el camino para más exploraciones en otros sitios de aguas profundas cercanos. Suely Araújo, especialista en políticas ambientales en el Observatorio del Clima, advierte sobre las implicaciones a largo plazo: “Deberíamos estar pensando en un plan de desarrollo para el siglo XXI”. Permitir la perforación en el Gran Arrecife del Amazonas podría poner en riesgo no solo la biodiversidad única de la región, sino también el futuro de las generaciones venideras que dependerán de un mundo más sostenible y libre de combustibles fósiles.
En espera de una decisión
Aunque Ibama ha rechazado la solicitud inicial de Petrobras, la compañía ha apelado y presentado una nueva solicitud. Mientras tanto, la agencia ambiental sigue evaluando el caso, sin una fecha establecida para tomar una decisión definitiva.
En última instancia, la decisión sobre el futuro de la Amazonia y el Gran Arrecife del Amazonas recae en manos de los responsables políticos y líderes brasileños. La comunidad científica y ambientalista espera que prevalezca la prudencia y la responsabilidad ambiental, y que se protejan estos valiosos ecosistemas y el bienestar de las generaciones futuras. El Amazonas, el pulmón verde del planeta, merece un enfoque que preserve su belleza natural y su inmenso valor para la vida en la Tierra.
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