El objeto estelar recién descubierto ha estado emitiendo ondas de radio cada 22 minutos durante al menos 33 años, desafiando nuestra comprensión de los magnetares y las estrellas de neutrones.
Los astrónomos han descubierto un peculiar objeto cósmico a unos 15 000 años luz de distancia. Suponen que se trata de algún tipo de magnetar (ver el recuadro más abajo), aunque el objeto no se parece en nada a otros magnetares.
“Si se trata de un magnetar, no debería ser posible que este objeto en particular produjera ondas de radio”, afirma la investigadora Natasha Hurley-Walker. “Pero aun así las vemos”.
Más información sobre los magnetares
Un magnetar es un tipo raro de estrella con un campo magnético extremadamente fuerte que puede producir potentes estallidos de energía. Los magnetares son, de hecho, estrellas de neutrones muy raras: los restos supercompactos de estrellas masivas que han explotado. Una estrella de neutrones gira rápidamente, tiene un campo magnético intenso y un diámetro de unos 20 kilómetros, pero una masa mayor que la del Sol. Los magnetares son estrellas de neutrones jóvenes, con un campo magnético excepcionalmente potente. Hasta la fecha solo se han descubierto unas pocas docenas.
El objeto estelar recién descubierto es especial por varias razones. En primer lugar, todos los magnetares conocidos emiten energía a intervalos de entre unos segundos y unos minutos. Pero el objeto recién descubierto, denominado GPM J1839-10, tiene un periodo de pulsación mucho más largo.
Ondas de radio lentas
Tras su análisis, resulta que GPM J1839-10 emite ondas de radio cada 22 minutos. Esto es increíblemente lento en comparación con otras fuentes de ondas de radio pulsantes. Se trata, por tanto, de la primera detección de un magnetar con un periodo de pulsación muy largo, el más largo jamás visto.
“Cada 22 minutos emite un pulso de cinco minutos de ondas de radio, y lleva haciéndolo al menos 33 años”, explica Hurley-Walker.
Por cierto, ni siquiera todos los magnetares producen ondas de radio. Algunos se encuentran por debajo del “umbral crítico”, en el que el campo magnético de la estrella es demasiado débil para generar emisiones de alta energía. Y de hecho, GPM J1839-10 pertenece a esta lista. “El objeto que hemos descubierto gira demasiado despacio para producir ondas de radio”, explica Hurley-Walker. “Está por debajo de ese umbral crítico”. Esto significa que el objeto no debería ser capaz de producir ondas de radio en absoluto. Y, sin embargo, GPM J1839-10 lo hace. “El mecanismo que hay detrás de esto es extraordinario”, señala Hurley-Walker.
Hallazgo anterior
Hurley-Walker localizó el curioso objeto utilizando el Murchison Widefield Array (MWA), un radiotelescopio que se encuentra en el interior de Australia Occidental. El descubrimiento se produjo después de que se descubriera un misterioso objeto similar hace varios años. En aquel momento, los científicos no pudieron explicar lo que habían encontrado. A principios de 2022, publicaron un artículo en el que describían un enigmático objeto que aparecía y desaparecía de forma intermitente, emitiendo una potente energía tres veces por hora. “Nos quedamos boquiabiertos”, recuerda Hurley-Walker. “Así que empezamos a buscar objetos similares para averiguar si se trataba de un hecho aislado o solo la punta del iceberg”.
El descubrimiento
Entre julio y septiembre de 2022, los investigadores escudriñaron el cielo nocturno empleando el telescopio del MWA. Y pronto tropezaron con GPM J1839-10, un objeto que genera ráfagas de cinco minutos de luz de radio cada 22 minutos. El equipo también examinó los datos de archivo, que mostraron que el objeto recién descubierto ha estado pulsando desde 1988. “Fue un momento increíble para mí”, afirma Hurley-Walker. “Yo tenía cinco años cuando nuestros telescopios detectaron por primera vez las pulsaciones de este objeto, pero nadie se fijó en él. Al final, permaneció oculto en los datos durante 33 años”.
Es de una nueva clase
El equipo sigue devanándose los sesos con este extraño objeto, que desafía seriamente nuestra comprensión de la física de las estrellas de neutrones. Su comportamiento sigue siendo similar al de un magnetar, pero vuelve a diferenciarse de él porque produce estallidos muy lentamente. Esto significa que GPM J1839-10 puede representar toda una nueva clase de remanentes estelares. “Este extraordinario objeto desafía nuestra comprensión de las estrellas de neutrones y los magnetares, que se encuentran entre los objetos más exóticos y extremos del universo”, concluye Hurley-Walker.
El descubrimiento, descrito en la revista Nature, plantea cuestiones acuciantes sobre la formación y evolución de los magnetares y podría arrojar luz sobre el origen de fenómenos misteriosos, como los destellos rápidos de radio, que se sospecha que emiten los magnetares. El equipo seguirá investigando GPM J1839-10, tratando de desvelar sus secretos y aprender más sobre sus propiedades y comportamiento. Además, Hurley-Walker ha abierto la caza de objetos enigmáticos similares, con el fin de determinar si GPM J1839-10 es realmente una especie de magnetar “perezoso”, o algo más fenomenal después de todo.
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