La actividad humana ha provocado un aumento medio de la temperatura global de 1,14 grados centígrados en la última década. Las posibilidades de que consigamos limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados son cada vez menores.
El calentamiento global inducido por el hombre ha seguido aumentando sin cesar y a un “ritmo sin precedentes” en los últimos años. Esta es la alarmante conclusión de un nuevo análisis climático realizado por 50 científicos de primera fila. A pesar de la atención prestada al clima, se han tomado muy pocas medidas para frenar la marea. Y lo vamos a notar.
Estado del clima
El último gran informe sobre el clima en el que se exponía el “estado del clima” procedía del IPCC y se remontaba a 2021. Pero el tiempo no se ha detenido desde entonces. De hecho, la situación no ha hecho más que empeorar, según un nuevo análisis. Por ejemplo, seguimos emitiendo niveles récord de gases de efecto invernadero, equivalentes a 54 000 millones de toneladas de dióxido de carbono (en lugar de 53 000 millones, como afirmaba el IPCC, basándose en datos recogidos entre 2010 y 2019). Y lo vemos reflejado en el termómetro.
Según los investigadores, las temperaturas globales en la última década (de 2013 a 2022) fueron de media 1,14 grados más altas que en la era preindustrial. Este aumento se debió principalmente a la quema de combustibles fósiles.
Se trata de un aumento mayor que el registrado entre 2010 y 2019. Por aquel entonces, la temperatura media subió 1,07 grados centígrados, según el IPCC. Con todo, el equipo concluye que el calentamiento provocado por el hombre está aumentando ahora a un ritmo vertiginoso de más de 0,2 grados centígrados por década.
Presupuesto de carbono
Con estas conclusiones, parece que se nos escapa de las manos la determinación de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. De hecho, el presupuesto de carbono restante (es decir, la cantidad de CO₂ que aún podemos emitir para mantenernos por debajo de 1,5 grados Celsius) se ha reducido a la mitad en tres años. En 2020, el IPCC calculó que el presupuesto de carbono restante era de unas 500 gigatoneladas de dióxido de carbono. A principios de 2023, se ha reducido a unas 250 gigatoneladas de dióxido de carbono. “A pesar de que la temperatura media mundial aún no ha aumentado 1,5 grados centígrados, es probable que el presupuesto de carbono se agote en pocos años”, advierte el investigador Piers Forster, coautor del estudio.
Dada la velocidad a la que está cambiando el clima mundial (como también muestra este nuevo análisis), los científicos sostienen que los informes del IPCC que se publican cada 6-7 años quizá ya no sean adecuados. Al transcurrir tanto tiempo entre uno y otro, se crea un “vacío de información”, sobre todo cuando algunos indicadores climáticos están sujetos a cambios rápidos. Por ello, los científicos han puesto en marcha un proyecto para actualizar cada año los principales indicadores climáticos, con el fin de mantener informada a la población sobre aspectos críticos del calentamiento global. De este modo, los responsables políticos, los negociadores del clima, los grupos de la sociedad civil y otras partes interesadas se mantendrán plenamente informados sobre el estado del clima, lo que les permitirá basar las decisiones importantes en los datos más recientes. Los indicadores del cambio climático mundial incluirán información actualizada anualmente sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento global provocado por el hombre y el presupuesto de carbono restante.
Según Forster, es muy importante que esta actualización anual se cree ahora. “Nos encontramos en la década crítica del cambio climático”, afirma. “Las decisiones que se tomen ahora afectarán a la medida en que aumentarán las temperaturas en el futuro. También en la extensión y gravedad de sus efectos. Tenemos que ser ágiles ante el cambio climático. Tenemos que cambiar las políticas y los planteamientos y actuar en función de los últimos datos sobre el estado del clima. El tiempo ya no está de nuestra parte. El acceso a información actualizada es vital”. Maisa Rojas Corradi, Ministra de Medio Ambiente de Chile, autora del IPCC y científica que ha participado en este estudio, está totalmente de acuerdo. “Una actualización anual de los indicadores clave es crucial para ayudar a la comunidad internacional y a los países a dar prioridad en la agenda a la urgencia de abordar la crisis climática”, afirma.
Acción climática
Porque eso es, en última instancia, lo que preocupa a los investigadores: la acción climática. “Si no queremos que el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados desaparezca por el retrovisor, el mundo tiene que trabajar mucho más y con mayor urgencia en la reducción de emisiones”, subraya Forster. “Nuestro objetivo es que este proyecto ayude a los agentes clave a realizar esa importante labor lo antes posible, con datos actualizados y oportunos a su alcance”.
Y como demuestran los últimos datos, el fin del cambio climático dista mucho de ser inminente. El calentamiento global causado por la actividad humana sigue aumentando. Y eso es preocupante. De hecho, cada vez que aumente el calentamiento, también aumentarán la frecuencia y la intensidad de los fenómenos climáticos extremos, como el aumento de las lluvias torrenciales y las sequías. Los investigadores esperan que los resultados sean una oportuna llamada de atención y resulten útiles en la próxima Cumbre del Clima de la ONU (COP23), que se celebrará en Bonn en diciembre. En ella se volverá a hacer balance de los progresos realizados para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados de aquí a 2050.
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