Experimentos genéticos han revelado la existencia de un pequeño grupo de neuronas en el cerebro de las moscas de la fruta que responden a la visión de congéneres fallecidos. La reacción de las neuronas acelera el proceso de envejecimiento de las moscas, provocándoles una muerte más rápida.
Las moscas de la fruta que ven a otras moscas muertas envejecen más deprisa. Los investigadores han encontrado ahora las células cerebrales específicas responsables de este envejecimiento acelerado. La aceleración lleva a las moscas a la tumba prematuramente.
Cadáveres tras el cristal
Los fisiólogos Christi Gendron y Scott Pletcher, de la Universidad de Michigan (EE. UU.), y sus colegas estudian cómo las experiencias vitales desencadenan cambios fisiológicos que afectan a la longevidad. Su objetivo inicial era averiguar si las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) reaccionan ante el lecho de enfermedad de un congénere. “No vimos ninguna respuesta hasta que las moscas de la fruta enfermas sucumbieron”, explica Pletcher. “Así lo descubrimos”.
Las moscas de la fruta expuestas a sus congéneres muertas durante 48 horas vivieron una media de 45 días. Las moscas de la fruta que no vieron moscas de la fruta muertas vivieron más de 60 días. Las moscas vivas se separaron de las muertas con un cristal.
De este modo, el equipo de investigación demostró que la mera visión de congéneres muertas bastaba para matar prematuramente a las moscas de la fruta.
Envejecimiento e insulina
Las moscas de la fruta pueden reconocer a sus congéneres muertas. Según Pletcher, muchas especies pueden hacerlo, incluidos otros insectos.
Los investigadores han descubierto las neuronas del cerebro de la mosca de la fruta que intervienen en su respuesta a la muerte de sus congéneres. Para ello utilizaron una técnica que hace que las neuronas sean fluorescentes cuando se activan. Al apagar estas neuronas se elimina el efecto de acortamiento de la vida, lo que confirma el hallazgo. “Es sorprendente porque solo se trata de un puñado de neuronas. Unas 20 más o menos”, afirma Gendron.
Las moscas de la fruta envejecieron más rápido porque estas neuronas afectan a la liberación de insulina. Esta es una hormona que, entre otras cosas, estimula el crecimiento de las células. Los científicos aún no saben exactamente cómo las neuronas y la liberación de insulina juntas provocan un mayor envejecimiento. Lo que ya se sabe es que la producción de insulina y las respuestas corporales a la insulina influyen en el envejecimiento de muchas especies, incluidos los humanos.
El estrés tiene algo que ver
Los investigadores no están seguros de por qué las moscas reaccionan así ante la muerte de sus congéneres. “Nuestra teoría es que los animales están siempre alerta ante cualquier peligro en su entorno”, afirma Pletcher. “Cuando los humanos percibimos ese peligro, nos estresamos”.
En otras palabras, ver moscas de la fruta muertas puede causarles más estrés, y ese estrés acorta su esperanza de vida. La incapacidad de las moscas de la fruta para escapar de la horripilante visión de los cadáveres puede aumentar aún más el estrés, afirma Gendron.
El equipo también descubrió que la activación de solo algunas neuronas prolongaba la vida de las moscas de la fruta. Tampoco está claro por qué funciona esto. Podría ser que esta selección de neuronas tuviera un efecto reductor del estrés, dicen los investigadores.
Gendron y Pletcher esperan que llegar al fondo de lo que ocurre en este caso proporcione información relevante también para los mamíferos. En el futuro, estos conocimientos podrían ayudar a las personas que tratan a menudo con muertos, como enfermeras y soldados.
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