Puede que las aves sueñen con volar por los aires. Y sus sueños pueden incluso contener emociones diferentes.
Durante mucho tiempo, la capacidad de soñar se consideró algo típicamente humano. Pero ahora sabemos que también hay animales que sueñan. Incluso, según los últimos descubrimientos, la vulgar paloma urbana.
En un nuevo estudio, los investigadores se han fijado en las palomas que duermen. ¿No sería divertido saber exactamente qué pasa por la cabeza de las palomas dormidas, e incluso averiguar con qué sueñan?
Etapas del sueño
Cuando dormimos, nuestro cerebro experimenta una compleja serie de procesos. De este modo, nuestro cerebro se asegura de que nos despertemos sintiéndonos renovados. Se sabe que durante el sueño pasamos por distintas fases. Se alternan el sueño REM (la fase en la que experimentamos nuestros sueños más vívidos, extraños y emocionales) y el sueño NREM (un estado de sueño profundo). Las distintas fases del sueño se asocian a cambios distintos en la fisiología, la actividad cerebral y la cognición. Además, durante la fase NREM, nuestro cerebro es metabólicamente menos activo y se eliminan importantes productos de desecho. Estos se eliminan con el líquido cefalorraquídeo que fluye por los ventrículos (cavidades) del cerebro.
Sueño en las aves
Hasta ahora no se ha resuelto la cuestión de si en las aves también tienen lugar procesos similares. “El último antepasado evolutivo común de aves y mamíferos data de hace unos 315 millones de años”, explica el investigador Onur Güntürkün. Para averiguar qué ocurre exactamente cuando las aves duermen, los investigadores recurrieron a cámaras de vídeo de infrarrojos y resonancias magnéticas. Así, intentaron estudiar los estados de sueño y vigilia de 15 palomas.
Los investigadores descubrieron que los patrones de sueño de las aves son notablemente similares a los de los humanos. “Conocen tanto el sueño REM como el NREM”, dice Güntürkün. “Y durante el sueño REM, las palomas también parecen soñar igual que nosotros”. Los investigadores pudieron incluso descifrar de qué tratan estos sueños.
“Observamos una gran actividad en las regiones cerebrales responsables del procesamiento visual”, explica el investigador Mehdi Behroozi. El equipo también observó actividad en áreas que procesan señales del cuerpo, especialmente de las alas. “Basándonos en estas observaciones, creemos que las aves, como los humanos, sueñan durante el sueño REM”, sospecha Behroozi. “Y en sus sueños, pueden estar volando por los aires”.
Podrían contener emociones
Pero esta no es la única similitud destacable entre el sueño de los humanos y el de las palomas. Los investigadores descubrieron que una región cerebral concreta, llamada amígdala, se activaba durante el sueño REM en las palomas. Y esto es interesante. “Esto sugiere que los sueños de las palomas también pueden contener emociones”, señala la investigadora Gianina Ungurean. “Esta hipótesis se ve respaldada por el hecho de que las pupilas de las aves se contraen rápidamente durante el sueño REM, algo que también ocurre cuando se aparean o muestran un comportamiento agresivo”.
Se drena un líquido
En definitiva, parece que la mayor parte del cerebro de las palomas, al igual que en los mamíferos, está muy activo durante el sueño REM. Sin embargo, los investigadores sospechan que este estado de vigilia puede producirse a expensas de una eliminación eficaz de los productos de desecho. Al igual que en los humanos, el sueño NREM de las palomas es una fase en la que el líquido cefalorraquídeo se drena a través de los ventrículos. Pero, por primera vez en un animal, los investigadores han descubierto ahora que este flujo de líquido disminuye significativamente durante el sueño REM. “Creemos que el mayor riego sanguíneo del cerebro durante el sueño REM (que provoca el aumento de la actividad cerebral) bloquea el flujo de líquido”, afirma el investigador Niels Rattenborg. “Esto sugiere que el sueño REM y sus funciones pueden producirse a expensas de la eliminación de productos de desecho del cerebro”.
Pero también podría ser que el sueño REM contribuyera a la eliminación de productos de desecho de una forma inesperada. “Cuando comienza el sueño REM, la afluencia de sangre aumenta los vasos sanguíneos”, explica Ungurean. “Y esto también podría conducir a una mayor salida de fluidos y productos de desecho”.
En futuros estudios, los investigadores planean llegar al fondo de este asunto y seguir estudiando el papel potencial del sueño REM en la eliminación de residuos. También les gustaría saber más sobre el mundo onírico de las palomas. “Queremos empezar a entrenar aves que, al despertarse, nos comuniquen lo que acaban de soñar”, dice Ungurean. “Ese sería un paso esencial para establecer de forma concluyente que realmente están soñando”.
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